Perspectivas

El alza de tipos, desaceleración y Covid nublan el 2022 a los países emergentes

El crecimiento económico se está ralentizando tras el rebote posterior a la pandemia, en medio del freno económico de China y el endurecimiento de la política monetaria.

Apetito por los emergentes: las gestoras ven oportunidades en el largo plazo
Apetito por los emergentes: las gestoras ven oportunidades en el largo plazo
Pixabay

El fin de 2021 no ha sido positivo para los países emergentes. Su crecimiento económico se está ralentizando frente al rebote registrado por la reapertura tras la pandemia, en medio de la desaceleración en China y la reducción de los estímulos monetarios por la elevada inflación. Un escenario en el que continúa el riesgo geopolítico y de la pandemia. Todo ello nubla el inicio del nuevo año para las regiones emergentes y complica el escenario para los mercados. No obstante, los analistas no descartan una "sorpresa positiva" en 2022 y siguen de cerca las perspectivas de inflación y la posibilidad de una inflexión. También buscan un punto de inflexión en términos de crecimiento económico en China.

Pese a las vacunas, en 2022 la pandemia de coronavirus sigue siendo un riesgo para la economía. La aparición de nuevas cepas continúa siendo una amenaza, según destacan Andrew Rymer, especialista en inversiones en mercados emergentes de Schroder, como demostró la inquietud en los mercados ante la variante ómicron. Frente a ello, el punto fuerte es el porcentaje de vacunados -reduce la gravedad de la enfermedad-. En su mayoría, los emergentes prevén administrar dosis a grandes proporciones de su población en los próximos meses, lo que "debería ser claramente beneficioso para la recuperación de la actividad económica", afirma Rymer.

No obstante, desde Schroder apuntan a que "el crecimiento económico de los mercados emergentes será más lento en 2022" después de que ya se vieron beneficiados el último año por la reapertura. Además, el comercio mundial actúa como un importante motor y "es poco probable que se mantengan las tasas estelares de crecimiento de las exportaciones observadas durante 2021", pese al apoyo a corto plazo de la reposición de existencias por parte de las empresas después de la pandemia.

Tampoco ayuda el debilitamiento económico de China, con gran peso a nivel mundial y, en especial, para otros países emergentes. El país asiático afronta una desaceleración de su actividad con implicaciones para otros mercados. Rymer pone de ejemplo la actividad del sector inmobiliario, que si conlleva una menor demanda de materias primas, como los metales industriales, esto afectaría a las exportaciones de las economías de Latinoamérica y del África subsahariana.

A ello se suma el lastre que supone para estas economías la subida de tipos de interés por el aumento de la inflación durante este año y las posibles reducciones fiscales que algunos gobiernos aplicarán para reparar el impacto de la pandemia en los presupuestos. El endurecimiento de la política monetaria suele afectar a la actividad con un desfase de seis a nueve meses,

Todo ello anticipa una ralentización en los mercados emergentes, que con poca probabilidad superarán a los desarrollados. Pero no todo es negativo. Frente a los riesgos al inicio del año, el 2022 se podría volver más optimista ante un contexto más favorable en los próximos meses. "La política monetaria ha anticipado una mayor inflación, y los tipos reales parecen atractivos. Si las presiones inflacionistas disminuyen, esto podría dar lugar a una relajación monetaria. Mientras tanto, también existe la posibilidad de que la economía china comience a mejorar", apuntan desde Schroder.

Oportunidades en los países de Europa del Este y Brasil

El escenario actual, con "una prima de crecimiento tan reducida" constituye un contexto complicado para los mercados. Aún así, existen oportunidades. En renta variable las valoraciones de los mercados emergentes no están baratas en comparación con su histórico, pero "esto oculta variaciones considerables en términos de país, sector, acción y estilo de inversión". Además, el especialista en inversiones en mercados emergentes destaca su mayor atractivo en comparación con EEUU.

Entre sus preferencias, Andrew Rymer apuestan por los mercados de Europa del Este, "como Polonia y Hungría, donde el crecimiento económico es fuerte y las valoraciones son razonables". Igualmente en Rusia ven valoraciones baratas y destaca por ser un beneficiario del aumento de los precios de las materias primas. Por otro lado, Andrew Rymer, también apunta a Brasil: "puede representar una oportunidad en 2022 ya que las valoraciones reflejan un elevado riesgo político y una inflexión en la inflación puede crear un margen para la relajación monetaria en la última parte del próximo año".

Pese a una visión más positiva sobre estos mercados, los riesgos geopolíticos persisten. "Con el reciente aumento de las tensiones con Occidente, seguiremos de cerca los acontecimientos". Además, hay varias "elecciones clave", Corea del Sur en marzo y los comicios presidenciales de Brasil en octubre, que marcarán la evolución del mercado. 

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