Cisma accionarial

Amber y Telefónica toman el timón de Prisa a espaldas del Santander y Slim

Joseph Oughourlian se hace con la presidencia del grupo tras cesar a Javier Monzón -y a Juan Luis Cebrián en 2017- con el apoyo de la operadora y Melqart, un hedge fund en la sombra de la empresa.

Ourghourlian, De la Rosa y Fortessa, socios directores de Amber Capital.
Ourghourlian, De la Rosa y Fortessa, socios directores de Amber Capital.
L.I.

La Junta de Accionistas de Prisa empezó con un amplio retraso este viernes. Casi de 61 minutos después de la hora prevista (13:00H), el presidente de la compañía, Javier Monzón, y el secretario del consejo, Xavier Pujol, aparecieron en pantalla con cara de que algo no marchaba bien y no iba a ser una jornada tranquila. La versión oficial de la compañía culpaba al informático del retraso con el clásico “por motivos técnicos”. 

De hecho, solo Pujol y Monzón escucharon la primera parte de la lectura de la Junta hasta que alguien dio el aviso y se arregló el problema de sonido. Durante las dos horas previas había estallado un alzamiento accionarial liderado por el hedge fund Amber Capital, dueño del 29,9% de Prisa, en alianza con la operadora Telefónica, que posee el 9,4%. El objetivo era dar un vuelco de poder en el consejo con el cese de Monzón, artífice de la reciente refinanciación de la deuda de la compañía con los bancos.

El nuevo presidente Joseph Oughourlian incorporó a última hora una un nuevo punto “fuera del orden del día” para que los accionistas votasen: “Cese de D. Javier Monzón de Cáceres como consejero de la sociedad”. Pujol pasó a leer además una contundente carta del primer accionista de Prisa (Amber) que cargaba contra el actual presidente por ir “en contra de los intereses de los accionistas” y no compartir la hoja de ruta estratégica del consejo, además de revelar que había solicitado su dimisión varias veces en las últimas semanas: “Se trata de apostar por nuestros negocios. Javier Monzón no comparte claramente esta visión estratégica, por lo que Amber considera que ha llegado el momento de que no siga al frente del grupo. No podemos seguir confiando en quien pretende ejecutar una estrategia que consideramos contraria a los intereses sociales y de los accionistas”.

Monzón respondió que “no era veraz” la afirmación de Amber y se atribuyó el mérito de haber evitado la fractura accionarial en Prisa en momentos clave como la refinanciación. Pero la encerrona de Amber y Telefónica al ya expresidente de Prisa provocó que este reaccionase intentando parar el golpe antes de la votación de los accionistas, convocando un consejo de urgencia para después de la Junta de Accionistas. No se celebró, aunque está previsto que se produzca -ya sin Monzón- antes de Navidad.

Pero ya era tarde. Amber dio la puntilla al exigir que Monzón y los votos delegados en él no pudiesen participar por el evidente conflicto de interés en esa cuestión. Tras siete minutos, el resultado de la votación desveló el cisma accionarial. La propuesta de destituir a Monzón fue aprobada con el 52,2% de los votos presentes (que representan un 44% del capital real) y un 46,6% en contra (un 39% de los accionistas), con tan solo un 1,6% de abstenciones. La consejera independiente Sonia Dulá presentó su dimisión antes de la Junta de Accionistas y no participará en el próximo consejo de Prisa.

Amber Capital (29,9%), presente en el consejo desde 2015, sedujo a Telefónica (9,4%) para ejecutar el golpe en Prisa y contó además con el apoyo de otros dos ‘hedge funds’ presentes en la compañía, según explican fuentes financieras a ‘La Información’. Se trata de Melqart (4,6%), uno de los fondos bajistas más temidos de la bolsa española. Polygon, el fondo de Reade Griffith y archirrival de Carlos Slim, no se registró ante la Junta con el 1% declarado a la CNMV a través de derivados financieros.

Monzón, alegando el desconocimiento de la situación de otros accionistas, se sabía cesado ante la votación de última hora. Pese a todo logró el respaldo del 39% del capital de Prisa. Fuentes próximas al accionariado señalan que detrás de ese amplio porcentaje contrario a Amber y Telefónica -que solo busca maximizar su inversión y vender al precio más alto- se encontrarían el banco británico HSBC (7%), Santander (4,1%), Rucandio (7,6%), la sociedad que agrupa a las antiguas familias fundadoras del grupo como los Polanco y Pérez, además del jeque catarí Al Thani (5,1%).

También votaron en contra los tres millonarios mexicanos que cuentan con porcentajes significativos de Prisa: Carlos Fernández (4%), Roberto Alcántara Rojas (5%) y Carlos Slim (4,3%). De todos ellos, el único que tiene experiencia enfrentarse a un hedge fund por el control de un grupo de medios es el dueño de América Móvil, que ya rescató al New York Times de la quiebra en 2009 y del fondo Harbinger Capital de Philip Falcone.

Fuentes próximas a los accionistas de Prisa sitúan a José Miguel Contreras, uno de los cofundadores de La Sexta y afín a Moncloa (Pedro Sánchez) y al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, como candidato a presidir la empresa en sustitución de Monzón. Sin embargo, este nombramiento no contaría con el quorum suficiente entre el resto de socios de la compañía.

La maniobra de Amber se produce después del rifirrafe que mantuvo el responsable del hedge fund con el presidente de Kiss FM, Blas Herrero, después de que este presentará una propuesta para comprar los diarios y radios de Prisa. Oughourlian reveló en una entrevista al diario El Mundo que fue el presidente de Société Générale en España, Donato González, quien les puso en conversación sobre esta cuestión, pero negó que partiese de ellos invitarles a presentar esta propuesta ni que les interesase que lo hiciera.

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