Tras la "pausa" de relaciones

AMLO pone la proa a BBVA y Santander en Banamex pese a la fuga de inversores

La gran banca de Wall Street liquida su presencia en México mientras el Gobierno de López Obrador señala ahora a los inversores y entidades españolas, que controlan la mitad del sistema bancario del país.

Andres Manuel López Obrador ondea la bandera mexicana.
Andres Manuel López Obrador ondea la bandera mexicana.
DPA vía Europa Press

Andres Manuel López Obrador (AMLO) ha vuelto a enarbolar la bandera nacionalista ante el mundo económico con un discurso beligerante hacia las empresas españolas por los intereses cruzados con la clase política mexicana y el dominio desplegado en algunos sectores como la banca (BBVA, Santander, Sabadell), la energía (Iberdrola, Naturgy, Repsol), el turismo (Meliá, Barceló) y la construcción (ACS, OHL). Pero su última manifestación llega en un momento clave: la antesala de la mayor operación bancaria en dos décadas con la venta de Banamex, prevista para su inicio en marzo.

"Es el caso de las empresas españolas. Si ahora no es buena la relación, a mí me gustaría que hasta nos 'tardaramos' en que se normalizará para hacer una pausa. Creo que nos va a convenir hacer una pausa en las relaciones porque hubo un contubernio económico-político, una promiscuidad arriba en la cúpula de los Gobiernos de México y España, que duró tres sexenios seguidos. México llevaba la peor parte. Nos saqueaban. Vale más darnos un tiempo, una pausa”, señaló el mandatario mexicano en un mensaje críptico que provocó sorpresa en Madrid, hasta el punto que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, respondió que “habría que preguntarle a López Obrador qué ha querido decir con eso”.

La prensa mexicana centra el tiro de AMLO en los escándalos que salpicaron a la constructora OHL de los Villar Mir durante la presidencia de Enrique Peña Nieto, la compra de astilleros en Galicia por parte de Pemex o su inversión en Repsol, además de las puertas giratorias en Iberdrola de la era de Felipe Calderón o Vicente Fox. También contextualizan las declaraciones en la polémica que rodea a López Obrador desde que el diario digital 'Latinus' y 'Mexicanos contra la Corrupción' publicó una investigación sobre el alto tren de vida en EEUU de su hijo José Ramón y su nuera Carolyn Adams donde se enfatiza la relación de la pareja con la petrolera Baker Hughes, adjudicataria de contratos energéticos en México.

La subasta del Banamex

Hace menos de un mes, cuando se conocieron los planes de Citigroup para salir del país, el presidente de México llamó a “mexicanizar” el banco, un icono en el sistema financiero del país y celebró el posible interés en cumplir sus deseos por parte de Ricardo Salinas (Banco Azteca), Carlos Slim (Inbursa) o Carlos González Henk (Banorte). En cambio, pese a las buenas relaciones y reuniones que ha mantenido con la presidente de Santander, Ana Botín, no ha celebrado el interés de la entidad cántabra -el mismo origen que AMLO- en participar en la compra del Banamex. BBVA, en cambio, parece descartado a priori por su actual posición de dominio.

Como publicó este diario, la subasta por Banamex partirá, al menos, desde los 12.500 millones de dólares (11.000 millones de euros) que pagó Citi en 2001. Las estimaciones de los analistas elevan el punto de partida hasta los 15.000 millones y otros lo rebajan de forma drástica. Comparativamente, Santander acaba de valorar el 100% de su filial en el país -que es mayor que Banamex- en unos 8.500 millones de dólares (7.500, de euros) en la reciente opa que lanzó para excluirlo de bolsa. 

La filial del grupo español es la segunda por activos y la del estadounidense, la cuarta. En todo caso, Santander alcanzaría una posición de liderazgo en México si logra hacerse con la filial estadounidense aunque tendría que recurrir a una ampliación de su capital para poder afrontar esta operación corporativa, según los expertos, un extremo que ha sido descartado por Botín en la reciente presentación de resultados anuales de la entidad. El banco español se encuentra todavía en proceso de completar las exclusiones de bolsa de sus filiales en EEUU, Argentina y México en una ofensiva simultánea a la que ha destinado más de 3.000 millones de euros.

La huida de la banca de Wall Street

La salida de Citi de Banamex llega después de dos décadas en la entidad y bajo una gestión que está más cerca del fracaso que del éxito. El grupo americano compró el banco líder del país pero se ha visto relegado hasta la cuarta plaza, perdiendo terreno año tras año por la pujanza de competidores como BBVA con Bancomer o el propio Santander, que dio un salto de dimensión tras hacerse con el Serfin de Bank of America. Desde otro ángulo, los expertos alertan también que la desinversión del gigante americano da continuidad a un camino que han emprendido de forma reciente otras entidades extranjeras que operan en el país.

De hecho, en febrero de 2021, JPMorgan liquidó sus actividades de banca privada y cedió su cartera de clientes a BBVA. El suizo UBS también ha estado liquidando sus operaciones en México desde 2018 tras el traspaso de la mayoría de sus operaciones a Grupo Afirme. La financiera American Express también ha reducido su tamaño en el país tras la venta de carteras de crédito a fondos de inversión. “Si bien estas acciones, como eventos aislados, están en línea con puras reorientaciones estratégicas individuales, si esto continúa podría agregar incertidumbre al apetito de los inversionistas extranjeros y concentrar aún más el sistema financiero”, alerta Fitch en un informe sobre México.

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