La banca de inversión confía en la capacidad del Ibex 35 para reconquistar máximos desde septiembre de 2015. Después de salir de la UCI con ayuda del dato de IPC de Estados Unidos, el selectivo camina a paso firme, decidido a batir las resistencias de los últimos años. La crisis bursátil desatada a raíz del colapso de tres bancos estadounidenses en apenas unos días (Silvergate, SVB Financial y Signature) solo ha supuesto un alto en el camino para el potencial a doce meses del principal índice de la bolsa española, que se mantiene sin cambios.
El consenso de 'Bloomberg' ve al Ibex por encima de los 10.600 puntos que, de confirmarse, significaría su mayor nivel en ocho años. Tras las correcciones del pasado viernes (-1,47%) y lunes (-3,51%), caída que se amortiguado con un repunte del 2,23% este martes, su revalorización puede rebasar el 16%, que se sumaría al 11,3% de terreno avanzado en lo que va de 2023. A cierre de los mercados este martes, un 49% recomienda comprar, frente al solo 3% que aconseja desprenderse del índice español.
El selectivo lleva semanas peleando por recuperar el umbral preCovid. En los días previos a las turbulencias ya había logrado tocar los 9.400 puntos, una barrera inédita desde el decreto del estado de alarma hace justo tres años y parecía dispuesto a recuperar de forma paulatina todo lo perdido por la fiebre pandémica bursátil. Antes de que pincharan los mercados, cotizaba ligeramente por encima de los 10.000, por lo que conseguir colocarse por encima supondría un hito relevante después de sufrir dos cisnes negros consecutivos (la pandemia y la guerra de Ucrania).
En los últimos quince años, el Ibex 35 tan solo ha cerrado seis ejercicios en positivo. De ellos, apenas tres han sido a doble dígito: 2009 (+29,84%), 2013 (+21,4%) y 2019 (+11,8%), 'acelerones' registrados tras el pinchazo de las hipotecas 'subprime' (2008), la crisis de deuda en los países de la eurozona (2012) y las negociaciones por el acuerdo del Brexit, respectivamente. Los repuntes evidencian las afirmaciones de los expertos consultados por este medio, que advierten de que los máximos en los que se mueve este índice cada vez son más acotados. La nota positiva es que los mínimos también parecen seguir este comportamiento.
De momento, el Ibex 35 se erige como el segundo índice entre los principales del Viejo Continente que más impulso coge gracias a los vientos de cola que han soplado en el mercado. Le adelanta el FTSE MIB italiano con un alza del 13%. Su perfil financiero, en el que el peso de la banca supone un factor determinante tanto para bien como para mal, le ha ayudado en este ejercicio. Con los ajustes de las últimas sesiones entidades como Sabadell (+29%), Santander (+22,9%) o BBVA (+18,7%) se cuelan entre los valores más alcistas desde el inicio de año.
No corren la misma suerte CaixaBank o Unicaja Banco, que moderan su 'rally' al 6,1% y al 5,6%, respectivamente. Bankinter es el que peor parado sale de las seis entidades que cotizan en el Ibex 35. La firma pilotada por María Dolores Dancausa ha perdido en dos días lo ganado desde enero y al cierre del martes cotizaba en números rojos en el cómputo anual (-2,7%).
Naturgy y Enagás cotizan por encima de su precio
El terremoto que ha sacudido al mercado ha agrandado el potencial de casi todas las compañías que integran el índice salvo dos: Naturgy y Enagás. Los analistas consideran que las acciones de la gasista liderada por Francisco Reynés cotizan hasta un 10% por encima de lo que consideran, mientras Enagás lo hace casi un 1% por encima, después de rebasar los 17 euros por acción.
La otra bancada viene representada por Grifols. La firma de hemoderivados puede llegar a despuntar más de un 72% en bolsa ante las caídas acusadas por su relevo en la cúpula que incluye dos cambios de presidente en menos de un año. Le siguen Rovi y Cellnex, que pueden sacar jugo a la estrategia del perro con ascensos del 40%, siempre que no aparezca otro obstáculo imprevisible en el camino.
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