Perspectivas de 2022

Anatomía del mercado bajista: ¿cuánto puede durar y qué antecedentes existen?

La caída del S&P 500 más allá del 20% por debajo de su anterior máximo activa el debate estadístico sobre cuál es la duración de este tipo de movimientos a la baja en los mercados bursátiles.

Toros (bulls) y osos (bear), la eterna lucha de los mercados.
Toros (bulls) y osos (bear), la eterna lucha de los mercados.
Pixabay

La economía mundial se encuentra en su punto más incierto desde la pandemia de 2020 o el inicio de la crisis financiera mundial en 2008. El mundo se enfrenta a múltiples desafíos: el aumento de la inflación, el fin de la flexibilización monetaria, las interrupciones de la cadena de suministro, los cierres en curso en China y una trágica guerra en Ucrania. Se trata de un clima adverso que ha terminado desembocando en la entrada del S&P 500 en un mercado bajista, representado por un 20% de caída, por lo que las dudas de los inversores ahora son cuánto se puede alargar esta situación.

El panorama es complejo. La historia dice que cuando se activa el mercado bajista, el recorrido a la baja es aún mayor. Los riesgos de recesión están aumentando y podrían hacer que la bolsa pueda caer otro 20%. De hecho, el mercado bajista promedio del S&P 500 dura 19 meses y acumula un retroceso medio del 38%. Por el momento, este solo ha durado cinco meses y ha bajado un 21% hasta la fecha. “Estamos comprometidos con una recuperación gradual en forma de U, pero a la defensiva, para gestionar los riesgos crecientes”, apunta Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro.

Si se atiende a datos del pasado, el resultado es esclarecedor. El mercado bajista ocasionado por la crisis del Covid generó descensos del 34%, la recesión iniciada en el 2007 produjo un retroceso bursátil del 57%, mientras que el estallido de la burbuja de las puntocom provocó pérdidas en la bolsa del 49%. La realidad es que no se conoce dónde se puede frenar ahora la tendencia, pero los datos, al menos, anticiparían que aún podrían generarse más ajustes en el índice de referencia de Wall Street.

Sin embargo, una recesión no es inevitable. Para Laidler el crecimiento económico es resistente hasta ahora, los consumidores tienen grandes ahorros y las empresas están cerca de márgenes de beneficios de récord. “La liquidación del mercado se ha debido únicamente a la valoración, lo que ha reducido las valoraciones de precio/beneficios a cerca de 16 veces, por debajo de la media de 10 años”, destaca en un informe.

Uno de los ingredientes que falta para una recesión ha sido el debilitamiento de los beneficios, que en esos momentos tradicionalmente caen más del 20%, pero de hecho han aumentado este año. Las empresas no han recibido la señal de recesión, pero no son inmunes a los nubarrones que se acumulan. “Este es el riesgo clave para el mercado”, dice el experto de eToro.

Laidler expone que también vale la pena centrarse en los hechos históricos para comprender el equilibrio a largo plazo entre el riesgo y la recompensa para los inversores, con un mercado alcista de media de Estados Unidos (de más del 20%) que aumentó cerca del 180% y duró 60 meses, cuatro veces más que lo que suele durar un mercado bajista típico.

Los mercados alcistas también se construyen a partir de los mercados bajistas. “Estos suelen eliminar los excesos macroeconómicos y de valoraciones”, analiza Laidler. “Esto es lo que está sucediendo ahora, con las valoraciones ya en fuerte descenso, las condiciones financieras endureciéndose rápidamente y la Reserva Federal y otros bancos centrales elevando los tipos para reducir la inflación obstinadamente alta”, añade.

Cuidado con las previsiones macro

Teniendo en cuenta este esquema surge la pregunta sobre cómo deben tomarse esta situación los inversores. Según Matthew Benkendorf, CIO y David Souccar, gestor de Quality Growth (Vontobel), estos deberían abstenerse de confiar en las previsiones macroeconómicas o de intentar predecir el precio de las materias primas y, en su lugar, deberían elegir los valores que entienden y construir sus carteras teniendo en cuenta la protección contra las caídas si quieren evitar la incertidumbre. “Los mercados de renta variable parecen algo tranquilos ante la acumulación de riesgos macro a pesar de las numerosas señales de alarma”, concretan.

Los múltiplos de valoración están muy por encima de la media a largo plazo. Entonces, ¿por qué los inversores no descuentan la posibilidad de un mercado bajista? “Creemos que, en este escenario, la mejor herramienta de los inversores para minimizar las pérdidas de capital es una cartera de valores de calidad”, afirman los expertos.

Por lo pronto, el consenso prevé un crecimiento del Beneficio por Acción (BPA) para el S&P 500 para los próximos 12 meses del 10%, con unas previsiones de beneficios empresariales que recuperarán su tendencia anterior a la Covid a finales de este año. “Desde la década de 1980, el número de empresas de hipercrecimiento ha sido, de media, de algo más del 10%. Hoy, el consenso apuesta a que más de 70 empresas lograrán esa hazaña”, comentan desde Quality Growth.

Sobre las valoraciones, la última vez que el tipo de interés de la Fed se situó en el 2,4%, cerca del objetivo actual, el mercado cotizó a un PER de 14 veces beneficios. Durante la crisis financiera, alcanzó un mínimo de 11 veces beneficios. “A diferencia de esa época, el sistema bancario está mucho mejor capitalizado ahora, y creemos que es poco probable que el mercado caiga a tales extremos”, sentencian Benkendorf y Souccar.

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