La mala evolución del sector 'tech' acapara todas las miradas en los mercados. Tras el horroroso mes de octubre que vivieron dichas compañías, los inversores confiaron en un rebote que prácticamente se borró ayer tras una aciaga jornada en la que el Nasdaq se dejó más de un 2,7%. El epicentro de la caída que terminó por arrastrar al resto fueron las malas previsiones de ingresos de uno de los proveedores del iPhone que arrastró con fuerza a la cotización de Apple.
La jornada bursátil estadounidense comenzó a truncarse una vez que Lumentum Holding recortara de forma notable sus perspectivas de ingresos debido a que "uno de sus principales clientes haya reducido notablemente sus pedidos". La compañía es una de las pioneras en el desarrollo de diodos láser para el reconocimiento facial utilizados en teléfonos móviles. Pese a que el nombre no trascendió, el mercado puso rápido la vista sobre la firma de Cupertino -aunque también sirve a otras como Huawei-, ya que representa un 30% de los pedidos de Lumentum.
Las malas noticias arrastraron primero con fuerza a Lumentum, que se hundió un 30%, y posteriormente a Apple, que cerró con un desplome del 5%. Pese a ello, la firma de la manzana no fue la que más cayó entre las grandes tecnológicas; ese dudoso honor lo asumió Twitter al ceder hasta un 6,07%. Por detrás, Amazon también experimentó una fuerte caída (-4,44%), seguidas por Netflix (-3,1%), Alphabet (2,58%) y Facebook (-2,35%).
Las noticias que llegan desde los proveedores de Apple son muy seguidas por el mercado, puesto que intentan adelantar cómo evoluciona la demanda de iPhones y con ello anticipar el número de unidades que podría vender la compañía. La secuencia es muy repetida: una empresa que trabaja en la producción del icónico smartphone presenta malos resultados por la caída de la demanda de uno de sus proveedores, acto seguido el mercado lee que se trata de Apple y corrige en bolsa. Finalmente, los datos de la compañía no son tan malos y vuelve a recuperar en bolsa. Sin ir más lejos, esto mismo ya ocurrió el pasado mes de mayo, en el que en una semana Apple se dejó un 10%.
Pese a todo, tampoco se puede negar que la firma de Cupertino está viviendo un cambio de paradigma, como desde dentro se reconoce. La evolución de terminales vendidos lleva años estancada, que no así sus ingresos, y desde el próximo trimestre ya carecerá de tanta importancia. Luca Maestri, vicepresidente de Apple, reconoció en las últimas cuentas que "la cantidad de unidades vendidas en un trimestre no es representativa del estado de negocios subyacente". Al final, la firma se encamina más hacía un crecimiento fuerte de los servicios que de una expansión de smartphones vendidos. De hecho, en los últimos trimestres Huawei ya supera a Apple como segunda empresa que más smartphones vende.
Las ‘tech’ no levantan cabeza
La bolsa norteamericana repliega semana a semana después de meses en los que ha ido agrandando sus máximos históricos. La agresiva política de subida de tipos que está llevando la Fed estaría detrás de la lenta salida de capitales de la renta variable de EEUU. Los analistas explican que ahora que el bono ofrece una rentabilidad muy atractiva y fiable, el dinero que busca un acomodo más seguro haya empezado a salir de la bolsa.
Con ello, se está produciendo un reajuste en las valoraciones de grandes firmas tecnológicas, que eran enormes por sus fuertes perspectivas, y que ahora que dichas expectativas se están reajustando hacia valores más normales también lo hacen las cotizaciones. Uno de los que más ha replegado en las últimas semanas es Amazon, que desde el 1 de octubre se deja un 18,3%, aunque ha recuperado desde valores mínimos de final de octubre.
Otro valor muy castigado es Netflix, que desde el mes pasado se deja más de un 22%. Por su parte, Apple es la única que no ha recuperado el terreno perdido desde los mínimos de finales del mes anterior, y con las noticias de Lumentum ha arrastrado todavía más abajo la firma hasta niveles de principios de agosto.
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