Guerra comercial con EEUU

Apuestas al alza en China: ¿un síntoma de más tiempos difíciles en lo económico?

Los inversores asisten a datos sombríos en actividad industrial y ventas minoristas que, junto a indicadores como el aumento de los juegos de lotería, van aparejados a periodos de debilidad en el crecimiento.

Gráfico China portada domingo
China decelera en su reapertura.
Nerea de Bilbao (Infografía)

Cuando China tomó la decisión de levantar las medidas restrictivas por el Covid, el mundo entero lo celebró. Lo más común entre los principales economistas fue predecir que la economía global repuntaría derivado de la reapertura del gigante asiático, que podía servir de soporte importante para el dinamismo de la actividad. Meses después de esto, los datos no han salido especialmente boyantes.

La última cifra del PMI manufacturero de la potencia oriental resultó un jarro de agua fría. El indicador, que es una radiografía del sector de la manufactura, cayó hasta los 48,8 puntos, frente a los 51,4 esperados y los 49,2 del mes anterior. Una lectura por debajo de 50 indica una zona de contracción y, por tanto, de momento recesivo en ese sector en concreto. Las expectativas no son lo que parecen.

El mercado inmobiliario es otro foco de atención, ya que lleva arrastrando los pies desde la pandemia. Por eso, el gobierno liderado por Xi Jinping está trabajando en una nueva serie de medidas para apoyar al sector después de que las políticas actuales no lograran hacer que el clima mejorara, según  Bloomberg.

Tal y como indicó la agencia de noticias estadounidense, los reguladores están considerando reducir el pago inicial en algunos barrios no céntricos de las principales ciudades, reducir las comisiones de los agentes inmobiliarios en las transacciones y relajar aún más las restricciones para las compras residenciales bajo la dirección del Consejo de Estado. En definitiva, una cesta de políticas como consecuencia de que el motor sigue sin arrancar del todo.

Christiaan Tuntono, economista senior de Asia Pacífico de Allianz Global Investors, comenta que los desalentadores datos macroeconómicos de abril han disparado la preocupación de los inversores por el estancamiento del proceso de recuperación de China tras la crisis cíclica. “Al analizar más detenidamente los datos, observamos que la producción industrial y el crecimiento de la inversión en activos fijos fueron los que más se alejaron de las expectativas del mercado, mientras que las ventas al por menor decepcionaron en menor medida”, dice.

China ha estado siendo la última esperanza de occidente para salvar los muebles de la recesión, tras la subida abrupta de los tipos de interés para contener el empuje desmedido de los precios. La inflación alcanzó cotas no vistas en los últimos 30 años y el tensionamiento monetario para revertir la situación ha conllevado que las probabilidades de que el viaje termine en accidente sean mayores.

Sube la lotería, ¿baja la economía?

Con respecto a esto hay un dato que, por curioso que parezca, revela este estancamiento inesperado de la economía china. Según informaba recientemente Reuters, las acciones de algunos operadores de templos y vendedores de lotería chinos se dispararon, como consecuencia de que los jóvenes se dedican a apostar más frente a la incertidumbre económica. De hecho, son los datos más altos en más de una década, tal y como describe esta información.

Esto se debe a que la tasa de paro juvenil llegó al 20,4% en el mes de abril, un récord si se observa la serie histórica, y como consecuencia de esa recuperación económica que aún no ha terminado de cristalizar. China Sports Industry Group, la empresa cotizada que está detrás del negocio estatal de loterías deportivas, llegó a subir en bolsa un 10% en esta semana, lo que es el reflejo de que la juventud se refugia en las apuestas ante un ambiente de más dudas en cuanto al futuro más cercano.

La guerra comercial abierta

Con todo, hay que ir aún más allá en cuanto a las perspectivas de China y esto tiene relación con el comercio mundial. Diogo Gomes, director de relación con inversores de UBS AM Iberia, cree que hay que prestar mucha atención. “Las tensiones entre Estados Unidos y China nos preocupan, aunque creemos que el gigante asiático quiere la paz y que ambos países deben trabajar juntos”, expone.

La ley estadounidense CHIPS and Science Act y otras sanciones tendrán un impacto significativo en ciertas empresas individuales, pero otras corporaciones han venido a llenar el vacío, lo que ha atenuado el impacto en el sector en general. “El 90% de los semiconductores utilizados en China siguen siendo importados; los chips son el talón de Aquiles de la industria tecnológica del país”, asegura Gomes.

Por ejemplo, el desarrollo de la conducción autónoma depende de chips importados. “Si esos suministros se reducen drásticamente, perjudicará a China, y al mismo tiempo las empresas estadounidenses también sufrirán porque perderán a su mayor cliente”, concreta.

Desde su punto de vista, en general, los inversores globales están neutrales o infraponderados en China. Muchos se subieron al carro de la recuperación el año pasado y se retiraron en el primer trimestre de este año, recogiendo sus beneficios. “Parece que el mercado reconoce el valor del mercado chino y está esperando una señal clara y un catalizador positivo para volver a entrar”, termina.

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