Arabia Saudí se prepara para cumplir su amenaza de inundar el mercado de petróleo barato para romperlo y tratar de 'torcer' así el brazo a Rusia, que se negó el viernes a aceptar el acuerdo de los países exportadores de la OPEP para reducir la producción en 1,5 millones de barriles al día y parar los efectos de la crisis del Coronavirus sobre el precio del petróleo. La estatal saudí, Aramco -la mayor petrolera del mundo- ha anunciado que va a producir 12,3 millones de barriles de petróleo al día, un volumen que supone un aumento de 2,5 millones de unidades por jornada en relación a lo que bombea actualmente.
Actualmente y según asegura el rotativo local Arab News, este nuevo objetivo de producción supondrá un alza de 300.000 barriles diarios respecto de la máxima capacidad sostenible de la compañía que se sitúa en 12 millones de barriles al día. "La compañía ha acordado con sus clientes proporcionarles este volumen desde el 1 de abril de 2020. La compañía espera que esto tendrá un efecto financiero a largo plazo positivo", indicó la empresa.
Las acciones de Aramco han rebotado un 8,29% este martes en la Bolsa de Riad, hasta un precio de 30,65 riales, después de haber cerrado las dos sesiones previas con un retroceso de más del 14%, que ha situado el precio de sus títulos por debajo de los 32 riales a los que debutó en el parqué el pasado 11 de diciembre.
Esta mañana el precio del petróleo recupera solo una parte de lo perdido el lunes, cuando llegó a desplomarse un 30% (en su peor sesión en casi tres décadas, desde la Guerra del Golfo de 1991) después de que el gobierno saudí desatase una guerra de precios el sábado. A las 11:30 horas, el barril de Brent para entrega en mayo rebota un 7,2% hasta los 36,86 dólares; el de crudo ligero West Texas lo hace hasta los 33,57 dólares.
El precio del barril se recupera algo... pero habrá consecuencias
Esta recuperación de los precios, sin embargo, no disipa los temores de los expertos en torno a las consecuencias de esta crisis. François Rimeu, estratega senior de la gestora La Français AM, incide en que las correcciones experimentadas hasta la fecha van a traer varias consecuencias a los mercados. En primer lugar, para los productores de esquisto de EEUU, cuyo precio de breakeven -a partir del cual es rentable producir- está situado entre los 45 y los 50 dólares.
"La mayoría de los productores no podrán sobrevivir si el precio se mantiene cerca de esos niveles (...) esto también es muy negativo para la deuda high yield estadounidense, ya que las empresas de energía de EEUU representan alrededor del 12% de este segmento de deuda", sostiene el experto. Rimeu cree, sin embargo, que el abaratamiento del crudo será muy positivo para los bonos del G7 y que a medio plazo, también habrá algunos efectos positivos, sobre todo para los países europeos que importan la mayor parte del petróleo que consumen.
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