Durante los dos últimos años el sector de los fondos ha vivido un auténtico 'boom' en España. Las políticas de tipo cero del Banco Central Europeo, a principios de 2016, terminaron por apuntillar la rentabilidad de los depósitos y empujaron a la adquisición de otro tipo de productos financieros con los que poder obtener una cierta rentabilidad. A pesar de lo que se pueda pensar, ha sido la figura del asesor personal y no la venta a través de comercializadores en entidades bancarias o las ventas online quien más se ha beneficiado de ello.
En el año 2016, poco más de uno de cada diez partícipes que contrató un fondo lo hizo a través de la figura de un asesor, mientras que en 2018 ya suponen cuatro de cada diez. En porcentaje se trata de una subida del 150% que contrasta con la evolución de otras formas de suscripción para este tipo de productos. En el caso de los comerciales dentro de las entidades, el número de personas que contratan a través de ellos se ha reducido un 35%, mientras que a través de web sigue en las mismas cifras, según el Observatorio de Inverco.
El fuerte despegue que ha experimentado este tipo de contrataciones más personalizadas en los últimos años ha repercutido sobre el tamaño del sector. "Se han abierto tantos despachos que no se tienen los datos exactos de los últimos años", reconocen desde dentro del segmento. "Hemos visto un crecimiento muy fuerte aunque se debe recordar que no solamente se centra en los asesores independientes, ya que en las entidades también han incorporado este tipo de figuras en sus plantillas", argumenta Sergio Miguez, economista jefe de la asociación de asesores financieros, EFPA.
"Nos hemos beneficiado de que nuestro proyecto para el cliente, el modelo de asesoramiento, incluyera las exigencias que ahora pide Mifid II, por lo que nos ha dado una cierta ventaja frente a las entidades", recalca Miguez. Desde 2016 en adelante, el número de personas que se presentaban a los exámenes de certificación crecía entre un 40 y un 50% en cada convocatoria, con ello, se ha dado también un verdadero ‘boom’ de este tipo de profesionales. De hecho, la propia EFPA ha llegado a multiplicar casi por tres el número de asociados, hasta los 30.000.
A pesar de todo, los canales digitales siguen ganando recorrido aunque todavía siguen lejos de las entidades o los asesores independientes. Según los datos de Inverco, la contratación de fondos vía apps apenas representa un 5%, mientras que vía web permanece plano. Aun así, las nuevas generaciones van poco a poco cambiando estos porcentajes y si solo se centran en los millennials (menores de 36 años) la contratación vía online crece hasta el 27%, y en el caso de apps sube hasta el 10%.
La retirada de la banca explica el incremento de independientes
El importante crecimiento de la figura del asesor independiente frente a la habitual del comerciante en las entidades obedece a varias claves. Una de ellas, posiblemente la más determinante, es que la fuerte reducción de oficinas bancarias en el territorio español que ha acometido la banca les ha posibilitado ganar una cuota de mercado que antes no tenían. "La reducción de oficinas ha facilitado que surjan nuevas empresas de asesoramiento, ya que muchos de los despedidos -gente cualificada- ha terminado por abrir sus propios despachos", recalca Miguez.
Junto a lo anterior, también destaca la insistencia de las entidades por comercializar sus instrumentos vía internet, que ha echado para atrás a un gran número de clientes que todavía no están familiarizados con dicho canal. Por ejemplo, un estudio de Legg Mason demostraba que un 82% de la Generación X (nacidos entre 1964 y 1981) y hasta un 90% de la generación anterior (baby boomers) no entienden que es y como se usa un ‘robo advisors’, una de las fórmulas más utilizadas por las entidades.
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