La pandemia de coronavirus alteró el mercado e hizo despuntar a sectores beneficiados por los confinamientos, pero 2021 fue la prueba de fuego para consolidar ese crecimiento y no todos la han superado. El sector de la moda online ganó puntos entre los inversores ante el cierre de tiendas físicas y disparó sus valoraciones bursátiles hasta un 100%. Sin embargo, en el último año firmas como Zalando, Asos o Boohoo perdieron fuelle en bolsa frente a la recuperación -todavía insuficiente respecto a 2019- registrada por los minoristas tradicionales, Inditex o H&M.
2020 fue un buen año para Zalando en bolsa después de duplicar el precio de sus acciones. Su cotización avanzó a contracorriente del mercado desde el estallido de la pandemia. Sin embargo, en los últimos 12 meses perdió el 22% de su valor. Tras marcar su máximo histórico en junio, retrocedió hasta los 71 euros por título en los que cerró 2021, frente a los 91 del año anterior. Al finalizar el segundo trimestre, la plataforma contaba con 44,5 millones de clientes activos, lo que representaba un aumento de más de 10 millones de usuarios en un año. Sin embargo, el contexto de reapertura de las economías le llevó a un recorte de precios en una 'batalla de promociones' para mantener a los nuevos clientes, un desembolso que le provocó pérdidas de julio a septiembre aunque los ingresos continuaron en aumento.
La alemana Zalando, aunque cerró en negativo el 2021, registró una caída más moderada. A diferencia de sus rivales en Internet, su modelo de negocio se basa en un 'market place' a través del que venden otras marcas, mientras que Asos y Boohoo venden en su mayoría productos propios. Ambas compañías han cerrado con desplomes anuales del 50% y del 64%, respectivamente.
El grupo británico Boohoo cerró el 2021 con el mayor desplome después de acumular fuertes caídas desde el mes de septiembre. La compañía, que fue la que menos creció al calor del comercio online en 2020, se vio afectada en 2021 por problemas logísticos, con tiempos de entrega más lentos y antes de finalizar el año redujo sus perspectivas de crecimiento. El CEO de la compañía, John Lyttle, destacó tras el 'profit warning' que Boohoo ha logrado "una participación de mercado significativa durante la pandemia" y cree que el "sólido desempeño en nuestro mercado central del Reino Unido". No obstante, reconoce que los malos resultados en los mercados internacionales "han pesado sobre nuestro desempeño".
Asos también acusó los problemas en las cadenas de suministro, unido a los mayores costes, agravados en Reino Unido por el Brexit. Todo ello llevó a la compañía a anunciar en octubre una revisión de sus previsiones para el nuevo año justificada por los mayores aranceles, la inflación y los bloqueos por la Covid.
El comportamiento en 2021 de estas compañías contrasta con su 'rally' un año antes cuando, por ejemplo, Zalando se revalorizó en bolsa más del 100%. Asos también logró una subida superior al 40%, mientras que para Bohoo fue del 15%. La tendencia es opuesta a la de las grandes empresas del sector textil, que se vieron obligadas a dirigir sus esfuerzos a las ventas online y que cogieron aire este año con la reapertura. Además, la facturación a través de Internet ha ido ganando peso en sus cuentas y, en parte, ha provocado que el sector de la moda únicamente online haya perdido la prima que le otorgaban los inversores.
Uniqlo no sigue la tendencia positiva de Inditex y H&M
Así, Inditex y H&M, los dos grandes minoristas textiles europeos, cerraron 2021 con revalorizaciones en bolsa del 10% y 4%, respectivamente, pese al contexto de confinamientos y problemas en las cadenas de suministro. En el último año han podido recuperar parte del terreno perdido tras el estallido de la pandemia, aunque su cierre del año fue todavía inferior al de 2019. La revalorización de la mayor cotizada española -que llegó a recuperar su nivel de 2019 y los 100.000 millones de euros de capitalización- se vio lastrada en las últimas semanas del año tras el anuncio del cambio en su dirección.
La evolución ha sido incluso mejor para para otros rivales de menor peso pero que ganan terreno en el sector. En especial, destacó la firma polaca LPP, que se disparó más de un 100% en el último año. Pese al cambio de tendencia del sector, LPP ha continuado invirtiendo en tiendas físicas, sobre todo en los mercados más pequeños, y presentó una guía de objetivos muy ambiciosos para 2022 que impulsaron su valor en bolsa. En concreto, prevé ampliar su red de tiendas un 25% el próximo año, mientras mantiene los márgenes operativos sin cambios.
Por el contrario, la japonesa Fast Retailing, propietaria de Uniqlo, perdió casi un 30% de su valor en 2021, después de que el año anterior se revalorizara más de un 40%. En el último ejercicio se vio castigado por la lentitud del negocio en Japón y China, que se sumó a los brotes de coronavirus en todo el mundo. Además, también se vio lastrado por los mayores precios del algodón.
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