El consejo de administración de la aseguradora francesa Axa ha decidido reducir a 0,73 euros por acción desde los 1,43 euros originales la propuesta de dividendo correspondiente al ejercicio 2019 tras las recientes recomendaciones por parte de la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones (Eiopa) y de la Autoridad de Control Prudencial y Resolución (ACPR), según informó la entidad.
La propuesta del consejo de la aseguradora francesa deberá ser aprobada por los accionistas de Axa en la junta general que se celebrará el próximo 30 de junio y se prevé que el dividendo será abonado nueve días después, el próximo 9 de julio.
Por otra parte, Axa indicó que el consejo podría considerar la proposición de hacer un pago adicional a los accionistas en el cuarto trimestre por un importe de hasta 0,70 euros por acción como distribución extraordinaria de reservas, dependiendo de las condiciones favorables del mercado y de los reguladores en ese momento. En este sentido, en el caso de que el consejo decidiera realizar tal propuesta, esta estaría sujeta a la aprobación de los accionistas reunidos en una junta convocada para tal circunstancia.
La posibilidad de este pago adicional en el cuarto trimestre ha sido lo que ha dado alas a la cotización de Axa en bolsa. La aseguradora francesa se dispara por encima del 6% en el Cac francés y alcanza un precio de 18,40 euros, su nivel más alto desde comienzos del mes de marzo.
"Desde el comienzo de la crisis de la Covid-19, la prioridad de Axa ha sido actuar responsablemente con todos sus grupos de interés", ha indicado Denis Duverne, presidente del consejo de la aseguradora, para quien la decisión del consejo de Axa de reducir el dividendo propuesto "demuestra el mismo sentido de responsabilidad hacia los accionistas institucionales e individuales, al tiempo que adopta un enfoque prudente en el entorno actual".
Asimismo, durante su encuentro del martes, el consejo de administración de Axa actualizó sus expectativas sobre el impacto de la Covid-19 en sus cuentas de 2020, anticipando un coste de 1.200 millones de euros en el área de no vida, mientras que no se aprecia una desviación material en el negocio de vida. Asimismo, la entidad estima un impacto negativo de 300 millones de euros relacionado con medidas de solidaridad, incluyendo la extensión de coberturas de salud y discapacidad a clientes vulnerables, particularmente en Francia.
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