La desconfianza no cesa

La banca europea continúa en territorio de riesgo tras el torbellino por Deutsche Bank

Los seguros de impago de deuda sénior y subordinada de las grandes entidades europeas no se están relajando a pesar de las subidas del sector en bolsa en la última semana.

La banca europea continúa en territorio de riesgo tras el torbellino por Deutsche Bank
La banca europea continúa en territorio de riesgo tras el torbellino por Deutsche Bank
EFE

Los inversores caminan con pies de plomo. El susto con Deutsche Bank provocado por las dudas sobre un seguro de crédito de impago de su deuda subordinada ha demostrado que los mercados todavía no han hecho la digestión tras la quiebra de SVB Financial y la compra de Credit Suisse por UBS. Aunque la bolsas del Viejo Continente ya apuntan al alza en busca de recuperar los niveles previos al 10 de marzo, la sobrerreacción registrada el pasado viernes deja tocados los CDS (credit default swap) de los pesos pesados del sector, que aún se resienten del bache. 

El coste de la cobertura de crédito ha quedado muy tocado después del rescate a la carta llevado a cabo en Suiza donde se ha dejado fuera a los tenedores de bonos AT1 (CoCos). En concreto, los CDS de la gran banca de la deuda de peor calidad ha experimentado un repunte del 59% en las últimas tres semanas, frente al 50% de la deuda sénior, cuyo repunte también es un buen indicador de que la tensión sigue presente. El repunte es muy similar al que registraban los seguros de impago el día que la sombra de la crisis (24 de marzo) sacudió la semana pasada al gigante bancario germano.

En el propio Deutsche Bank el nivel de los CDS sigue desbocado. En el caso de la deuda subordinada a un año -el origen de la mecha de pánico de hace una semana- ésta todavía se mantiene por encima de los 600 puntos tras relajarse ligeramente desde los 700 que marcó el 24 de marzo, pero multiplica por diez el nivel contabilizado hace tres jueves. Lo mismo ocurre con el tramo a cinco años (más de 400) y con los específicos de deuda sénior, en la que si bien se relaja la presión, se mantiene rondando los 180, unos saltos relevantes con los que se llega a duplicar. Este comportamiento se repite entre los principales bancos europeos, con el foco puesto en la deuda de peor calidad crediticia y más que duplica el promedio. 

Por países, en los italianos Intesa Sanpaolo y Unicredit los CDS de la subordinada sobrepasan los los 300 puntos, casi triplicando el umbral de la mejor calidad, que oscila entre los 110 y los 120, con repuntes menos volátiles en contraste con otros pares. La diferencia también se observa en Société Générale y BNP Paribas. En la primera se ubica por debajo de los 100, mientras que la otra se ha disparado en la última semana en ambos casos. Al otro lado del Canal de la Mancha la atención está puesta en Barclays, uno de los tres más grandes junto a HSBC y Lloyds. El riesgo de la deuda sénior de la firma encabezada por Nigel Higgins se mueve en los 140, marcando menor distancia con la subordinada que el resto (257). 

Sigue así la estela de ING (165 puntos en los bonos de mayor riesgo y menos de 90 en los segundos). En el mapa de la banca española, las firmas más expuestas al exterior, como son Santander y BBVA, nunca rebasaron los 100, pero sí que les está costando recuperar 'la normalidad' previa a SVB Financial. En el momento actual, navegan por el entorno de los 70, mientras que a principios de mes no llegaban a barrera de los 60. Se da la circunstancia de que las firmas domésticas 'made in Spain' registran una ratio más elevada, sobre todo, Banco Sabadell (139 puntos) que, precisamente, es el que más ha sufrido en el parqué madrileño. De hecho, sus CDS de bonos subordinados se encuentran disparados y acarician los 400. 

En Suiza, la presión recae sobre UBS, que ha experimentado un repunte de sus CDS y, si bien éste se ha desinflado en el caso de la sénior (174 puntos), la subordinada se sitúa más de 70 puntos por encima después de que Credit Suisse le haya pasado su 'patata caliente' con su compra. El respaldo de su rival le ha ayudado a rebajar los temores y cae hasta un nivel inédito desde septiembre de 2022, justo antes de anunciar la ampliación de capital que erigió al Banco Nacional Saudí como principal accionista. 

El BCE insta a revisar estos productos

Los analistas han desenterrado el polvo a esta ratio, que vuelve a cobrar protagonismo, condicionando la actividad de los mercados bursátiles. El propio Banco Central Europeo (BCE) ha criticado abiertamente estos instrumentos, tachándolos de "opacos". En concreto, ha sido el presidente del Consejo de Supervisión, Andrea Enria, quien ha asegurado que "contaminan" el precio de las acciones de los bancos y amenazan con provocar una fuga de depósitos, motivo que le ha llevado a exigir mayor transparencia.

En una conferencia en Fráncfort, el mandatario ha hecho un llamamiento para que el Consejo de Estabilidad Financiera examine las consecuencias que acarrea. Las propias características de estos productos las convierten en un indicador de la fortaleza financiera, siendo capaces de provocar un terremoto como el generado el pasado viernes, cuando los títulos de Deutsche Bank se desplomaron más de un 8,5%. Pasada la tormenta, los títulos se han recuperado de manera gradual en los últimos días, pero aún le falta un poco para remontar de este sobresalto. 

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