Santander y BBVA, entre ellas

La banca colocadora asumirá el 44% de IAG si la ampliación no levanta el vuelo

El holding de Iberia y British Airways vuela bajo la sombra del abordaje de los bancos colocadores tras el desplome de la cotización del 40% y el colapso de hasta el 82% en los derechos de suscripción.

Vueling despega en bolsa tras la opa de IAG
Vueling es una de las marcas bajo el holding de IAG.

Es una inyección de capital crítica para afrontar el invierno turístico. International Consolidated Airlines (IAG), el dueño de Iberia, Aer Lingus, Vueling y British Airways, afronta la recta final de su ampliación de capital de 2.750 millones de euros con una respuesta fría de los inversores pese a que está blindada y asegurada por Qatar, el primer accionista, y ocho bancos colocadores y aseguradores: Goldman Sachs, Morgan Stanley, Deutsche Bank, Credit Suisse, Barclays, Bank of America, BBVA y Santander.

De hecho, IAG ha llegado a valer en bolsa menos que el importe de la inyección de capital prevista. La cotización de sus acciones ha llegado a desplomarse un 40% desde que comenzó la operación el 14 de septiembre, desde los 1,4 euros (ex derechos) hasta marcar un mínimo en 1 euro por título durante la sesión. IAG terminó rebotando desde ahí y cerró en 1,1 euros. Los derechos de suscripción de las nuevas acciones se han derrumbado en ese mismo periodo un 80%, desde los 0,7 euros hasta los 0,25 euros, aunque ayer llegaron cotizar en 0,12 euros por derecho.

Tomando como referencia el precio de suscripción de las nuevas acciones a 0,92 euros cada una y el valor de los derechos a 0,12, IAG llegó a situarse por debajo de la ampliación de capital, eliminando cualquier atractivo para el inversor ajeno a la compañía. Su capitalización en bolsa bajó por debajo de los 2.000 millones de euros, mientras que el valor de todos los derechos de suscripción de casi 3.000 millones de acciones apenas valían 250 millones. 

Dicho de otro modo, teóricamente, un inversor podría haberse asegurado más de la mitad de IAG por esa cantidad, además de suscribir la ampliación a 0,92 euros. Cada acción antigua de la empresa recibe un derecho y por cada 2 derechos se pueden suscribir 3 acciones nuevas. Esa proporción supone que los 1.992 millones  actuales se multiplicarán por 1,5 veces hasta superar los 4.970 millones de acciones tras la ampliación.

Esa falta de interés hubiera provocado el descarrilamiento de la operación para cualquier otra empresa y en otro escenario. En el caso de la empresa de aerolíneas, en cambio, la inyección de fondos saldrá adelante pase lo que pase gracias al seguro que ha contratado. De no conseguirlo, como advirtió la propia empresa, se corre el riesgo de poner en juego la supervivencia del gigante aéreo por falta de liquidez y solvencia a medio plazo.

Qatar Airways se convirtió en el inversor ancla de la ampliación de capital de IAG tras anunciar su compromiso irrevocable a suscribir su parte de la operación. La aerolínea estatal catarí controla el 25,2% de la matriz de Iberia y tendrá que desembolsar 691 millones en esta operación. España, que participa a través del holding público SEPI, deberá movilizar 75 millones si sale a cubrir el 2,7% del capital que controla.

Las ocho principales entidades colocadoras de las acciones participan a diferentes niveles, jerarquía y obtienen distintos importes de comisiones en función de su rol en la operación: aseguramiento, diseño, venta… Sin embargo, todos se han comprometido por contrato con IAG a asegurar que la operación sale adelante para que la empresa logre levantar los fondos que necesita en caso de que ningún otro inversor acuda. 

Si esto ocurre, Goldman Sachs (11%), Morgan Stanley (11%) y Deutsche Bank (8,3%) se harían con más de un tercio de IAG tras la ampliación a cambio de 1.400 millones de euros. En menor medida, los españoles BBVA y Santander tendrían el 1,3% de la empresa de ejecutarse el aseguramiento de la ampliación. Esto les obligaría a desembolsar 61 millones cada uno, además de renunciar a las consiguientes comisiones de venta. En total, la banca colocadora se ha comprometido a poner más de 2.000 millones si falla la ampliación, aunque tendría que quedarse con el 44% de las acciones de IAG.

La confianza en que IAG se verá reforzada tras la operación ha llevado a la agencia de calificación S&P a confirmar el rating 'BB' para el 'holding' de aerolíneas IAG al considerar que el aumento de capital compensa la caída del volumen de pasajeros, aunque mantiene la perspectiva 'negativa'. La agencia descarta riesgos sobre la liquidez a corto plazo del grupo aéreo, pero afirma que empeorará la calificación si el tráfico aéreo no se recupera según sus expectativas, si la financiación externa no resulta útil para la compañía o si los esfuerzos para preservar la liquidez no son suficientes.

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