Mantiene tipos

El Banco de Japón sorprende y amplía el rango de cotización del bono a diez años

El organismo gana margen de maniobra para seguir aplicando su estrategia de estímulos en el contexto de inflación creciente en el país nipón, que llega hasta el 3,6%, su tasa más elevada en cuatro décadas. 

Haruhiko Kuroda, gobernador del Banco de Japón
El Banco de Japón sorprende y amplía el rango de cotización del bono a diez años. 
DPA vía Europa Press

El Banco de Japón (BoJ) sorprende a los mercados y decide ampliar el rango de cotización de los rendimientos de los bonos a diez años, reduciendo en cierta medida su estrategia flexibilizadora. Hasta ahora, el organismo que lidera Haruhiko Kuroda era el único de los grandes bancos centrales que había mantenido sin cambios su política monetaria

El BoJ toma esta decisión tras su reunión de dos días, aunque mantiene en el -0,1 % los tipos de interés a corto plazo y se compromete a seguir con sus programas de compras flexibles para que los bonos a 10 años se mantengan en torno al 0%, a pesar de modificar el margen. El rango admisible de fluctuaciones de las tasas de interés a largo plazo, que se encontraba actualmente en el +/-0,25%, se ampliará hasta el +/-0,5%, lo que en la práctica puede tener efecto sobre los tipos de interés que se aplican a préstamos para particulares y el sector privado.

La medida busca "mejorar el funcionamiento del mercado e incentivar la formación de una curva de rendimientos más ágil, mientras mantenemos condiciones financieras adaptables", señaló la entidad en su informe, donde destaca el impacto en los mercados de Japón de la volatilidad de sus homólogos extranjeros. Esto ha conllevado "un deterioro del funcionamiento de los mercados de bonos" que, de mantenerse, podría tener un impacto negativo en la situación financiera, "como en los requisitos para la emisión de bonos corporativos", algo que el BoJ busca evitar.

El banco central japonés espera que la decisión adoptada por unanimidad facilite la transmisión de los efectos generados por su estrategia de flexibilización, a través de cuya sostenibilidad busca lograr la estabilidad inflacionaria. Los bonos de deuda pública a largo plazo son considerados como un indicador para la evolución futura de los tipos de interés, y con su movimiento, inesperado para la mayoría de analistas, el BoJ gana margen de maniobra para seguir aplicando su estrategia de estímulos en el contexto de inflación creciente en Japón.

El índice de precios de consumo (IPC) de Japón se situó en el 3,6% en octubre, su nivel más alto en 40 años. Esta cifra está por encima de la meta del 2% del BoJ, pero la entidad considera que este nivel de inflación no se debe a los factores adecuados, como una subida salarial acorde, por lo que se resiste a subir los tipos.

Frente a las sucesivas altas impositivas que vienen aplicando desde comienzos de año los bancos centrales de Estados Unidos y Europa para tratar de frenar la inflación, el banco central japonés ha optado por mantener su política ante la lenta recuperación económica a raíz de la pandemia de Covid-19. Este distanciamientos entre las entidades ha motivado una fuerte depreciación del yen que ha encarecido notablemente sus crecientes importaciones y los costes de las empresas, y llevó a las autoridades niponas a intervenir la divisa varias veces este año.

La reacción del mercado de divisas al cierto grado de reducción de las medidas de flexibilizción del BoJ no se hizo esperar, y el yen se apreció con fuerza con respecto al dólar tras el anuncio. La divisa japonesa subió hasta las 133 unidades por 'billete verde' desde la franja media de las 137 unidades en las que se movía en el arranque del día. 

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