Santander inyecta 335 millones a su promotora para que empiece a carburar

  • La firma, que tiene a la entidad presidida por Ana Botín como único accionista, arranca con dichos fondos tras anunciar a su presidente y CEO. 
Ana Botín bolo
Ana Botín bolo

Landmark, la promotora inmobiliaria de Banco Santander, continúa con paso firme. Lo primero, su constitución, tuvo lugar en febrero de este año y se centrará en "la adquisición o construcción de toda clase de fincas y construcciones para su edificación o mejora con el fin de su ulterior venta; la promoción, urbanización y parcelación de bienes inmuebles en general y, la adquisición de suelo, aprovechamientos urbanísticos o cualquier clase de derecho", tal y como define su objeto social. 

El siguiente paso fue realizar los fichajes que se encarguen de dirigir la promotora y, para ello, Ana Botín situaba a tres de sus grandes VIPs del sector del 'ladrillo': Manuel Velicia, Carlos Manzano y Juan Babio. Además, a mediados de año incorporaba a sus dos grandes ejecutivos: Pedro Pablo Arechabaleta, como presidente de la entidad, y Alberto Quemada, su consejero delegado. El primero fue consejero de Inmobiliaria Urbis mientras que el segundo fue CEO en Quabit y consejero de la promotora Habitat. 

El banco cántabro ha decidido que, tras constituir la sociedad y anunciar una gran parte de los fichajes, es el momento de inyectar dinero y así lo ha hecho a través de una ampliación de capital millonaria. Banco Santander, único accionista de la sociedad, ha metido 335,16 millones de euros en la compañía y las intenciones son claras: la promotora tiene que empezar a carburar. 

Esta ampliación de capital es la primera que realiza el banco en su promotora inmobiliaria y ha sido inyectada el pasado 4 de diciembre, siendo suscrito todo el capital resultante.  La exposición inmobiliaria de la entidad cántabra ascendía hasta los 8.362 millones de euros a cierre del primer semestre, con un valor neto de 4.184 millones. De hecho, el banco cántabro reducía su exposición tras vender 35.700 inmuebles a una filial de Cerberus por 1.535 millones de euros. 

La compañía arrancará con los activos que la entidad le ha traspasado, todo ello parcelas sin edificar, que tienen un valor bruto contable de alrededor de 4.000 millones de euros, más del doble de lo que supone su valor neto. ¿El objetivo? Poner en valor dichos activos inmobiliarios gracias a la obtención de los pertinentes permisos urbanísticos para, posteriormente, venderlos y sacar partido a dicha revalorización. 

Aunque se desconoce la tipología de los terrenos que Santander podría haber transferido a Landmark, poco más de un tercio contaría con todos los permisos y sería suelo urbano consolidado, disponible para comenzar a levantar inmuebles mientras que activos por alrededor de 2.760 millones de euros, según su importe bruto en libros, no contaría con todos los permisos urbanísticos. 

La promotora inmobiliaria podría seguir la 'hoja de ruta' de la entidad cántabra en el sector inmobiliario. Si bien Landmark ha nacido con solo Banco Santander como único accionista, podría explorar la posibilidad de firmar 'joint ventures'. De hecho, la entidad tiene una alianza con Blackstone en Quasar, la sociedad que crearon con los activos procedentes de Banco Popular. No obstante, tampoco se descarta la posibilidad de que un fondo decida invertir en la promotora y formar parte de su accionariado. 

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