Un tercio del objetivo

BBVA mete 400 millones en autocartera con Erdogan islamizando la crisis turca

El banco completa casi un tercio del primer tramo de la recompra de acciones anunciada (1.500 millones) mientras su participación del 49,85% en Garanti se deprecia a la espera de que se apruebe la opa.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Europa Press

La activación del plan de recompra de acciones de BBVA el pasado 22 de noviembre no pudo ser más oportuna: una semana después del lanzamiento de la opa sobre su filial Garanti y en los primeros pasos de la peor crisis financiera en décadas de Turquía. La intervención de la política monetaria del país por parte del presidente Recep Tayyip Erdogan está destruyendo el valor de su divisa cada día que pasa hasta situar la economía del país al borde de cruzar el punto de no retorno: un escenario de hiperinflación.

El último crash de la lira -que le llevó a marcar un mínimo histórico de 20,74 unidades frente al euro en la jornada del lunes- volvió a tener al presidente turco como protagonista tras ligar la política del banco central con el Islam, un nuevo viraje para defenderse de las críticas. "Estamos bajando los tipos de interés. No esperéis otra cosa de mí. Como musulmán, seguiré haciendo lo que nos dice nuestra religión. Este es el mandato", dijo en un discurso por televisión Erdogan, según recoge 'France24', en referencia a las finanzas islámicas en las que los tipos de interés, o la usura, están prohibidas a priori.

La crisis turca está golpeando de lleno a BBVA en su operación sobre el Garanti, que se encuentra a la espera del visto bueno de los reguladores. Por un lado, el banco español se está ahorrando más de 800 millones de euros en la opa sobre el 50,15% de la filial por el efecto del tipo de cambio, ya que la oferta está estructurada en liras. Por otro, la entidad tendrá que afrontar un nuevo deterioro contable en el valor de su participación actual del 49,8%. Después de haber invertido más de 6.900 millones de euros ahora vale apenas 1.400 millones al cambio actual en bolsa de esas mismas acciones.

Pero BBVA cuenta con una vacuna para afrontar la turbulencia financiera turca que no estaba presente hasta ahora. Su plan de recompra de acciones, que fue anunciado en noviembre de 2020, se puso en marcha hace cuatro semanas y está permitiendo capear el temporal bursátil a la entidad que preside Carlos Torres. El desplome de la cotización del banco en la bolsa española se sitúa en torno al 20% tras las últimas caídas, pero esta circunstancia está permitiendo al grupo bancario recomprar sus propias acciones a un precio inferior. La última ronda de adquisiciones en mercado le ha llevado a acumular otros 19,5 millones de títulos, el equivalente al 0,29% del capital, tras invertir otros 100 millones de euros.

Desde que comenzó el programa de recompra de acciones, BBVA acumula en su autocartera 77,4 millones de títulos, equivalentes al 1,16% de su capital social, tras invertir algo más de 391 millones de euros. De este modo, la firma ha consumido cerca de un tercio del primer tramo del plan, que contempla una inversión de hasta 1.500 millones de euros. JPMorgan, el bróker que tiene el mandato para estas operaciones, está rebajando el coste de adquisición de las acciones hasta los 5,05 euros por acción, frente a los más de 5,4 euros en que cotizaba la entidad española cuando comenzó a comprar.

¿Quo vadis, Turquía?

El sostén del plan de autocartera ha logrado recuperar la estabilidad de BBVA en bolsa después de que llegase a perder más de 8.600 millones de euros de valor en bolsa en solo unos días después de anunciar el asalto final al Garanti. Desde entonces, Turquía vive sumida en una espiral de caída libre tanto de su divisa como de su economía. La inversión extranjera ha puesto en cuarentena al país justo después de firmar con España importantes acuerdos estratégicos con motivo de la cumbre del 17 de noviembre entre Pedro Sánchez y Recep Tayyip Erdogan dos días después de la opa de BBVA.

El coste de protegerse contra la suspensión de pagos de la deuda turca se ha disparado de forma drástica en las últimas semanas. El diferencial del seguro de incumplimiento crediticio (CDS) a cinco años se elevó a 612 puntos básicos, desde unos 300 en enero, según los datos de IHS Markit recopilados por Refinitiv. En este contexto, Erdogan anunció medidas enfocadas contra la dolarización y aseguró que “no hay vuelta atrás” en la senda de los tipos de interés. Entre otras medidas, el Gobierno dijo que protegería con garantía estatal las pérdidas de los depósitos en liras si exceden los tipos de interés que ofrecen los bancos en busca de atraer capitales.

Los inversores reaccionaron ante la medida. La lira llegó a repuntar más del 20% frente al euro a última hora de la noche y se recupera después de varias semanas de caída continuada. El Banco Central de Turquía ha recortado el precio del dinero en 500 puntos básicos desde septiembre, rebajándolos del 19% al 15%. Al mismo tiempo, la inflación ha seguido repuntando hasta superar el 21% interanual en noviembre. Los expertos advierten de síntomas de hiperinflación en que está incurriendo el país debido a la alta dependencia energética del país y la devaluación que sufre la divisa frente al resto de monedas. Erdogan busca atraer inversiones y estimular las exportaciones del país, pero el riesgo no para de crecer.

Mostrar comentarios