La Bolsa turca se desploma un 15% en dos días y mete más presión al BBVA

El terremoto que ha provocado la última decisión del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de cesar por sorpresa al gobernador del banco central del país ha generado un tsunami en la bolsa y la lira turcas que, lejos de aplacarse, va a más. El principal índice de la Bolsa de Estambul, el Bist 100, se desploma un 15% en apenas dos sesiones lastrado por la banca. Mientras, la divisa emergente retrocede un 8% desde el pasado viernes (por momentos llegó a perder más del 15%) hasta las 7,78 unidades por dólar. Esta coyuntura mete más presión a BBVA, de cuya filial turca, Garanti, posee un 49,85%.

El banco vasco, que en la sesión del lunes se hundió un 7,72%, recupera apenas un 0,42% en el arranque de la sesión europea hasta los 4,33 euros por título. Los bancos han sido los protagonistas de la sesión en el país asiático, con los inversores vendiendo títulos en masa ante el temor a los efectos de las injerencias del Gobierno en la política monetaria. 

Dentro del índice turco de referencia -que sólo el lunes registró su mayor caída desde junio de 2013- los bancos están entre los sectores que se llevan la peor parte. Las acciones de Garanti, la filial de la entidad española, retroceden un 9,9% y en dos días se han precipitado más del 18,8%. Las de Akbank retroceden también cerca del 10%, al igual que las de Yapi Kredi, que se dejan un 9,6%. 

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Miedo a las injerencias políticas en una economía en expansión

El hasta ahora el gobernador del Banco Central, Naci Agbal, había mantenido una política de subida de tipos para controlar la inflación -la última superior a lo previsto, colocó los tipos oficiales en el 19% desde el 17% en el que se encontraban previamente- que estaba teniendo un impacto positivo en términos de rentabilidad para las entidades del país, y que estaba con ello repercutiendo de forma positiva en la división turca del BBVA. La inflación había subido seis décimas en febrero en el país hasta situarse la tasa interanual en el 15,6%. 

La economía turca fue la única junto con la de China la única del G-20 que logró sortear la recesión en 2020, en pleno año de la pandemia de coronavirus, con un avance del 1,8%, según los datos facilitados por el Instituto Estadístico Turco (TÜIK). Eso sí, el país frenó en el cuarto trimestre del año pasado, con un aumento de su riqueza del 5,9%, frente al 6,3% que registró en el tercer trimestre y después de haberse hundido un 10,3% en el segundo en plena crisis sanitaria mundial.