Hito en la bolsa española

BBVA, Caixa y Santander elevan a récord el gasto del Ibex en amortizar acciones

La gran banca lidera la acumulación de autocartera y la posterior reducción de capital para remunerar de forma indirecta a sus accionistas con el objetivo de mejorar sus múltiplos bursátiles.

Panel de cotizaciones de los índices Ibex en el Palacio de la Bolsa de Madrid.
Panel de cotizaciones de los índices Ibex en el Palacio de la Bolsa de Madrid.
Europa Press

Un récord bursátil desde que se tienen registros. BBVA, Caixabank y Santander, los tres grandes bancos españoles, comenzaron a desplegar a finales de 2021 sus planes masivos de recompra de títulos propios que se están terminando de ejecutar en 2022 elevando su autocartera y, a la vez, eliminando acciones cotizadas en circulación al mayor ritmo de su historia.  El importe de las amortizaciones en el conjunto de empresas cotizadas en la bolsa española se elevó hasta los 7.600 millones de euros entre enero y junio, un 130,3% más que en todo 2021, según datos de BME / Six Group.

La sociedad rectora de las Bolsas de Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao constata en un informe la tendencia ascendente en la construcción de autocartera de las empresas del Ibex 35 que, "esta vez, se acompaña con un proceso amplio y simultáneo de amortización de acciones”, apuntan Guillem Font y Ferran Capella, del servicio de estudios de BME / Six. Los planes de recompra de títulos propios de BBVA (hasta 3.500 millones de euros), Santander (1.700 millones) y Caixabank (1.800 millones) lideran este cambio relevante en el reparto de capital y beneficios de las grandes empresas cotizadas del mercado español.

“Durante los últimos dos años se observa una tendencia progresiva y creciente en la acumulación de acciones propias por parte de las empresas cotizadas españolas. Este hecho obedece a circunstancias muy distintas, ya que cada empresa utiliza ese recurso de manera y con objetivos diferentes en el marco del equilibrio deseado entre su estructura financiera y la retribución de sus accionistas”, añaden Font y Capella. La recompra de títulos propios y su posterior amortización supone la eliminación de parte de sus acciones vía reducción de capital. Es una novedad para algunos grandes valores como Santander, que ha realizado 63 ampliaciones desde los años 90.

Tras la ‘destrucción’ de parte de sus acciones, los resultados se reparten entre menos títulos y provocan una mejora de algunos ratios básicos como el Beneficio por Acción (BPA) que usan los inversores para valorar el conjunto de la empresa. BBVA, por ejemplo, ejecutó el mes pasado una reducción del 4,2% de su capital social valorado en más de 1.200 millones de euros. Solo entre esta entidad y el Santander se han eliminado acciones por valor de 2.000 millones de euros entre enero y junio, según BME. En total, la cifra se elevará hasta los 4.700 millones en 2022 contando con el plan de Caixa.

El informe recuerda que las operativas de autocartera están restringidas de acuerdo a la Ley del Mercado de Valores y de Sociedades de Capital. Por ejemplo, las empresas cotizadas solo pueden acumular un máximo del 10% de acciones propias y deben hacer público ante la CNMV cada vez que acumulen paquetes superiores al 1%. La autocartera tiene una caducidad de 3 años, periodo en el que debe venderse o amortizar siguiendo los protocolos previstos. Además, durante el proceso de acumulación de acciones, los programas de recompra no pueden suponer un porcentaje mayoritario de la negociación diaria en bolsa de la empresa. Hay otro incentivo para la empresa. Mientras permanecen almacenadas como autocartera, esas acciones no reciben dividendo, de modo que suponen un ahorro adicional a la hora de efectuar este pago directo a sus accionistas.

Este simple hecho ya puede representar una fórmula indirecta de aumentar la retribución al accionista. Pero si además finalmente se amortizan dichas acciones esa retribución indirecta se consolida y puede provocar un aumento del precio de los títulos ya que, en igualdad de condiciones de mercado, el valor de la empresa se reparte entre menos acciones. Este segundo caso es el que parece que se ha acelerado en 2022, acentuándose una tendencia retributiva mediante amortización de acciones que también se registra en Europa y que es práctica bastante habitual entre las empresas norteamericanas desde hace años”, aseguran desde BME.

Aunque la novedad este año son las amortizaciones de acciones propias, la estadística oficial del rector bursátil que recoge el artículo apunta a un aumento tanto del valor de la autocartera como del porcentaje entre las empresas del Ibex 35. En concreto, las compañías del índice terminaron 2021 con un nivel de autocartera del 1,29% sobre su capitalización total de mercado, “la cifra más elevada de los últimos años”. En comparación con el pandémico 2020, esa proporción se ha duplicado (+104%) mientras que respecto a 2019 se triplicar (+220,3%). A cierre de 2021, el valor de autocartera del Ibex 35 se acercaba a los 7.700 millones de euros, un 126,8% más que en 2020 y un 214,8% más que en 2019

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