El terremoto de la lira turca sacude al BBVA. La cotización del segundo banco español por tamaño en bolsa (31.192 millones de euros al cierre del viernes) se hundió un 7,7% al cierre de la sesión en Europa, marcando un mínimo intradía en 4,317 euros. El motivo de este castigo es el desplome de la divisa emergente tras la decisión del presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, de destituir por sorpresa al gobernador del banco central este fin de semana.
El banco español posee actualmente un 49,85% del turco Garanti, que a cierre del pasado ejercicio suponía el 8% de sus activos (60.000 millones de euros) o el 9,1% si se excluye a BBVA USA, su filial en Estados Unidos, cuya venta a PNC por 11.600 millones de dólares (9.700 millones de euros) en efectivo fue anunciada el pasado 16 de noviembre.
El resultado atribuido de su filial en Turquía alcanzó los 563 millones de euros el pasado ejercicio, siendo la tercera división del grupo en términos de beneficios tan solo por detrás de México y España. La decisión del banco central del país de subir los tipos de interés por encima de lo esperado la pasada semana, del 17 al 19%, había impactado de forma positiva en la cotización del banco vasco puesto que hacía prever una mejora de la rentabilidad en el país.
La política de subidas agresivas de tipos han terminado de propulsar a una de las divisas más castigadas entre 2019 y 2020. De hecho, la lira llegó a desplomarse un 30% de enero a octubre del año pasado y su crisis se hizo sentir en la cotización de la entidad capitaneada por Carlos Torres y Onur Genç. La mejora de perspectivas económicas, el avance en el proceso de vacunación y el movimiento de los inversores de activos refugio hacia posiciones de mayor riesgo -entre ellas en las divisas emergentes- había catapultado la moneda desde el pasado mes de noviembre y sólo en lo que llevamos de ejercicio y hasta el pasado viernes -antes de producirse el terremoto en su banco central- ésta acumulaba una apreciación del 3%.
El propio consejero delegado de BBVA ha venido manteniendo desde finales de 2019 una apuesta clara por la marcha de su país natal. "Turquía está siendo la gran sorpresa positiva de este año", había asegurado en repetidas ocasiones hasta que en 2020 la crisis del Covid-19 volvió a hacer mella en la divisa turca y en otras emergentes.
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