BBVA ha lanzado una emisión de capital AT1 en forma de bonos contingentes convertibles, preferentes y perpetuos a cinco años (los conocidos en la jerga financiera como 'CoCos') por un importe que oscilará entre 750 y 1.000 millones de euros. La emisión, dirigida a inversores institucionales, cuenta con un cupón del 6,375%. El anuncio se produce después de que su rival, el Banco Santander, diera marcha atrás en la amortización de sus Cocos, algo que no había sucedido desde que se crearon estos instrumentos y que eleva la percepción de riesgo de los mismos.
Este hecho podría haber tenido un impacto directo en la emisión del BBVA, encareciéndola. Los 'CoCos' son un tipo de deuda que es perpetua y que pasa a transformarse en títulos de la entidad si el capital de máxima calidad del banco cae por debajo de un umbral determinado. Pese a que no tienen como tal fecha de vencimiento, existe la posibilidad de amortizarlos cuando hayan pasado cinco años desde su colocación. Con este mecanismo las entidades tratan de mejorar sus colchones de deuda anticrisis.
Pese a que la entidad capitaneada por Carlos Torres paga un buen cupón, el riesgo de convertirse en inversores perpetuos es relevante. BBVA ha dado mandato para esta emisión, con la que busca elevar su ratio Tier 1 de solvencia, a BNP Paribas, Credit Agricole, Citi, Deutsche Bank, HSBC y el propio BBVA, según informa Europa Press.
El Banco Central Europeo (BCE) ha elevado sus exigencias de capital a los dos grandes bancos españoles a causa de la incertidumbre generada por el Brexit, si bien es el Santander el que tendría en principio una mayor exposición a una salida desordenada de Reino Unido de la Unión Europea.
A cierre del año pasado, las mayores entidades de nuestro país -sumando a los dos anteriores CaixaBank, Bankia, Sabadell y Bankinter- sumaban más de 28.000 millones de euros de capital total de máxima calidad sobre las exigencias del emisor para este año. En el caso de la entidad vasca, contaba con 9.383 millones de euros.
La agencia de calificación Standard & Poor’s (S&P) calcula que las entidades de nuestro país todavía tienen que emitir de 50.000 a 60.000 millones de euros en deuda anticrisis (CoCos, deuda subordinada y deuda senior no preferente) para poder ajustarse a los requisitos de capital y deuda (MREL) que exigen los supervisores comunitarios. El objetivo de todos estos instrumentos es que las entidades puedan rescatarse a sí mismas ante una eventual quiebra, de forma que no tengan que recurrir a dinero público.
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