BBVA evoca el fantasma de la crisis turca con la lira tocando su mínimo de octubre

  • La participación en el Garantí provocó un impacto de 1.517 millones en el beneficio de 2018 y las caídas de la lira se están reproduciendo.
Carlos Torres y Onur Genç
Carlos Torres y Onur Genç
BBVA

'Durgunluk'. El término turco que hace referencia a la recesión económica está al pie de la calle en Turquía y llega de modo muy particular a España. BBVA, el segundo mayor banco de la bolsa española, es a su vez una de las grandes entidades financieras turcas a través de su participado Garanti AS, en el que controla el 49% del capital. El valor neto en libros de esa inversión a cierre de 2018 ascendía a 5.500 millones de euros, un 21% menos que en 2017, pero la nueva depreciación de la divisa turca en los mercados amenaza aflorar otro impacto negativo en las cuentas del banco español, según explican fuentes financieras a ‘La Información’. Garanti cerró el primer trimestre con una valoración en bolsa de unos 5.300 millones de euros, unos 200 millones menos que la valoración en libros que tenía registrada BBVA hace cuatro meses.

Como recuerda el propio BBVA en su informe anual, de acuerdo con las normas contables de aplicación a los estados financieros individuales, el banco mantiene la participación en Garanti  valorada a coste histórico (precio medio ponderado en euros de las distintas adquisiciones realizadas desde el ejercicio 2011) “y en cada cierre se evalúa la recuperabilidad de la inversión en euros en caso de indicios de deterioro”. De nuevo, los indicios vuelven apuntar a otro borrón en la cuenta de resultados que dará a conocer la entidad el próximo lunes 29 de abril al cierre del mercado. El turco Onur Genç, consejero delegado de la entidad desde finales de 2018, será el encargado de explicar las cifras de BBVA junto al director financiero Jaime Sáenz de Tejada.

Evolución de la lira turca frente al euro.
Evolución de la lira turca frente al euro. / L. I.

La entidad declinó realizar comentarios sobre el alcance de las pérdidas que tendrá que afrontar esta vez por Turquía, pero desde que estalló la crisis ha explicado que cuenta con coberturas para hacer frente a la inestabilidad de la lira. En 2018, BBVA estimó en 1.517 millones de euros el golpe sobre sus beneficios de la participación en el Garanti, que consumió esa cantidad de su patrimonio y -10 puntos básicos de su ratio principal de solvencia. “Con datos de diciembre de 2018, la sensibilidad del ratio de capital CET1 fully loaded de BBVA ante una depreciación del 10% de la lira turca es muy limitada (en torno a -2 puntos básicos). El beneficio atribuido de Turquía está cubierto en aproximadamente un 30%”, apuntan fuentes del banco.

En lo que va de 2019, la lira turca ha reactivado sus caídas frente al euro o el dólar y acumula un descenso del 7% desde enero, hasta 0,152 euros o 6,55 liras por cada euro. En doce meses ha perdido cerca del 20% de su valor. Su cotización le retrotrae a niveles de octubre de 2018, en plena tormenta financiera sobre Turquía que obligó al banco central turco a elevar los tipos de interés del 17% al 25% para frenar la fuga de capitales y la sangría sobre su divisa. Este violento endurecimiento monetario tuvo efectos balsámicos sobre la inflación -que ha pasado de crecimientos del 25% interanual en octubre al 19% en marzo- y alivió la tensión sobre la lira, aunque de forma temporal.

Sin embargo, la tregua financiera parece haber llegado a su fin y la divisa acumula cuatro semanas consecutivas de descensos, su peor periodo desde abril de 2018. Según los datos a cierre de 2018, BBVA mantenía 66.250 millones de euros en activos en Turquía, un 15% menos que en 2017 y un 21% inferior a 2016. No obstante, todavía supone alrededor de un 10% en el balance geográfico en euros del banco (sin incluir el centro corporativo), más que América del Sur (8%), pero menos que EEUU (12%), México (14%) o España (51%). El peso de Turquía volverá a bajar como viene ocurriendo en los últimos trimestres.

Nuevas tensiones con EEUU

Los acontecimientos en torno a la economía euroasiática han empeorado después de las últimas elecciones regionales celebradas hace un mes, que supuso un debilitamiento del Gobierno de Tayyip Erdogan después de perder algunas capitales importantes ante la oposición. El aumento de la tensión política ha ganado enteros en las últimas semanas ante el pulso permanente de Turquía con EEUU sobre la política con Irán.

La Administración Trump se mantiene beligerante con Erdogan y ni siquiera la reunión de sus respectivos yernos Berat Albayrak (ministro de Finanzas turco) y Jared Kushner (asesor de Trump) han evitado que estalle otro enfrentamiento de graves consecuencias en términos económicos.Según confirmó el secretario de Estado, Mike Pompeo, EEUU prohibirá con efectos del próximo 2 de mayo la importación de crudo de Irán a ocho países que gozaban de una moratoria en el régimen de sanciones impuesto por Washington. Aquellos que incumplan el nuevo escenario se enfrentarán a sanciones directas de EEUU.

Entre estos países se encuentra China, India y también Turquía, que tiene en Irán una de sus principales fuentes de abastecimiento. La debilidad del rial iraní es incluso mayor que la de la lira turca y ha permitido a Turquía sobrellevar su crisis económica sin que el crudo acelere todavía más su inflación, que ha caído varios puntos desde el 25% de octubre al 19% de marzo. La economía turca ha entrado en recesión por primera vez en una década, mientras que su tasa de desempleo ha escalado también hasta el 14,7%, su nivel más alto desde 2009.

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