Menor crecimiento europeo

El BCE se rinde a la divergencia ante la Fed: "No estamos en la misma página"

Lagarde descarta que se vaya a dar una coordinación de políticas monetarias en la salida de la crisis entre los dos grandes bancos centrales, debido a que la economía de EEUU va una marcha por delante.

Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europea (BCE), y Christine Lagarde, presidenta.
Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, y Christine Lagarde, presidenta.
Martin Lamberts/ECB/Flickr

El Banco Central Europeo (BCE) no subirá los tipos de interés este año. Tampoco retirará los estímulos en forma de compras masivas de deuda. Su consejo de gobernadores considera que es "simplemente prematuro" debatir cualquier posibilidad sobre esta delicada cuestión. Christine Lagarde, presidenta del banco central, se encargó de zanjar cualquier especulación sobre ello y aseguró que ni siquiera se ha discutido entre los gobernadores… por el momento. De hecho, una amplia mayoría de expertos espera que ese sea el tema de debate en las próximas reuniones conforme la economía, crecimiento e inflación, comiencen a despertar del coma inducido que han supuesto las restricciones económicas del Covid-19.

Después de haber gastado la mitad del programa de compras de emergencia pandémica (PEPP) de 1,85 billones de euros, la autoridad monetaria deja abiertas las dos puertas, tanto a elevar el importe y duración del instrumento como a una terminación anticipada del mismo. Fiel a su estilo, Carsten Brzeski, economista jefe de ING, subraya que la verdadera cita con el banco central que importa se producirá dentro de dos meses. “Esta fue una reunión del BCE que tenía escrito 'nos vemos en junio' por todas partes. De hecho, hubo muy pocas novedades del banco central, a excepción de una reorganización de la declaración introductoria, presentando una guía sobre las tipos como parte principal y tratando de silenciar cualquier discusión sobre una posible reducción de los estímulos”, asegura.

Lagarde: "Si miras dónde está la Fed y dónde estamos nosotros. Y cuando ves las expectativas en los EEUU... y las expectativas en la zona euro. No estamos en la misma página”. 

Lo que sí dejó claro Lagarde es que Europa se encuentra ya rezagada frente a EEUU en la salida de la crisis debido a que tanto sus datos laborales, de crecimiento económico e inflación distan mucho de lo que está ocurriendo en la zona euro. El BCE prevé incluso que se haya reproducido la contracción, PIB negativo, de enero a marzo aunque augura un fuerte rebote en el actual segundo trimestre de 2021. Mientras la inflación europea se situó en el 1,3% en marzo, EEUU ya navega a ritmo del 2,6% interanual.

A la banquera francesa le hubiese gustado coordinarse en el baile monetario posCovid, el de salida de la recuperación, con su homólogo Jerome Powell, gobernador de la Reserva Federal (Fed), pero parece inviable a la luz de los datos. "No se lo tomen de modo literal, pero sería bueno avanzar en tándem con la Fed porque eso significaría que nuestras cifras de inflación están alineadas. Pero si observas dónde está la Fed y dónde estamos nosotros... Y cuando miras las expectativas en los EEUU... y las expectativas en la zona del euro. No estamos en la misma página”, apuntó Lagarde a los periodistas  durante la rueda de prensa de este jueves. El Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro registró una contracción interanual del 5,1% en el cuarto trimestre de 2020, frente a la caída del 4,3% de los tres meses anteriores

Sobre la inflación, Lagarde dijo que es probable que la inflación general aumente aún más en los próximos meses, pero achaca la volatilidad de los precios de consumo en 2021 a factores temporales. “Se puede esperar que estos factores desaparezcan de las tasas anuales de inflación a principios del año que viene. También se espera que las presiones subyacentes sobre los precios aumenten algo este año debido a las restricciones de oferta a corto plazo y la recuperación de la demanda interna, aunque siguen siendo moderadas en general, en parte debido a las bajas presiones salariales en el contexto de crecimiento económico y apreciación del tipo de cambio del euro”, ahondó la rectora del BCE.

El panel de economistas consultado por Bloomberg espera que el BCE anuncie una reducción del ritmo del programa de compras de emergencia pandémica (PEPP) el próximo mes de julio. Durante el cuarto trimestre, es decir, de octubre a diciembre, la autoridad monetaria comenzará a advertir sobre la finalización de estos estímulos extraordinarios que comenzó a implementar en marzo de 2020. La hoja de ruta de los expertos prevé que en el primer trimestre de 2022, el BCE finalice las compras netas del PEPP, es decir, que la diferencia entre la inversión en nuevos activos y los vencimientos de la deuda acumulada sea negativa. Además, los expertos prevén que los tipos cero se mantengan en su sitio hasta finales de 2022, así como el antiguo programa de deuda APP.

Entre sus decisiones de este jueves, el BCE apuntó que continuará con las compras de 20.000 millones de euros mensuales de su viejo programa de estímulos hasta que comience a subir los tipos. De momento, seguirán en el 0%, con la facilidad de crédito en el 0,25% y de depósito -la penalización que aplica a los bancos que no usan su liquidez- en el -0,5%. Además, con  seguirá con la barra libre de liquidez a los bancos abierta a través de sus operaciones de refinanciación. En concreto, el banco central destaca que la última operación de la tercera serie de operaciones de financiación a plazo más largo (TLTRO III) ha despertado las peticiones de los bancos.

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