Tensión en los bonos

El BCE y la Fed afinan su discurso ante unos mercados neuróticos por la crisis

Las reuniones de marzo de ambos emisores pueden contribuir a moderar las rentabilidades de la deuda y las primas de riesgo, que han aumentado por el miedo al sobrecalentamiento económico y la inflación

Jornada 'Agenda Urbana: Cohesión, Racionalidad y Sostenibilidad'



La ministra de Hacienda y cabeza de lista del PSOE al Congreso por Sevilla, María Jesús Montero, participan en la jornada 'Agenda Urbana: Cohesión, Racionalidad y Sostenibilidad'. En el Hotel NH Collection de Sevilla.




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02/04/2019
El BCE y la Fed afinan su discurso ante unos mercados neuróticos por la crisis
L. I.

Toca afinar el discurso como nunca antes. El Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal (Fed) van a tener que medir muy bien su mensaje a lo largo de ésta y la próxima semana si no quieren asustar a unos mercados neuróticos por la dependencia de los estímulos y el 'shock' que ha supuesto la crisis del coronavirus. Las palabras que empleen Christine Lagarde y Jerome Powell pueden neutralizar en buena medida la actual amenaza que representa la curva de rentabilidades. Eso permitiría que, en adelante, referencias como el último dato de paro de Estados Unidos vuelva a considerarse lo que son: buenas noticias -el desempleo cayó una décima al 6,2% en febrero, mejorando las previsiones-.

Parece haber coincidencia entre los analistas y gestores en que la renta variable necesita del apoyo y estímulo de los bancos centrales para justificar en buena medida las elevadas valoraciones actuales. Además, la reunión de este jueves del BCE puede contribuir a moderar las rentabilidades de la deuda y las primas de riesgo, que han aumentado recientemente ante el temor a un sobrecalentamiento de las economías a golpe de macroestímulos que pueda hacer aumentar la inflación antes de lo previsto, obligando a los emisores a pisar el freno de las políticas ultralaxas, e incluso a replanteárselas. 

El principal aliciente de la reunión de política monetaria del BCE será su mensaje a propósito de los recientes repuntes en las rentabilidades de la deuda. "Vemos probable que sugiera un incremento en el ritmo de compras de títulos de su programa asociado a la pandemia. Una referencia convincente en este sentido puede servir para ejercer una moderada presión a la baja en las rentabilidades que probablemente será agradecida por la renta variable", sostienen desde la consultora de análisis de mercado MacroYield. Unas nuevas previsiones de inflación que con toda probabilidad se mantendrán muy por debajo del objetivo del 2% contribuirán a ese mismo efecto y a mantener relativamente débil al euro.

La decepción que provocó la pasada semana la última intervención pública de Powell en un foro organizado por The Wall Street Journal ha dejado claro que el mercado va a poner a prueba a la Fed a lo largo de los próximos días -el Comité Federal de Mercado Abierto se reúne los próximos 16 y 17 de marzo-. En concreto, Jay Powell afirmó el pasado jueves que un movimiento desordenado de los mercados o un endurecimiento de condiciones financieras que amenazase los objetivos del banco central le llevarían a actuar... y los expertos ven cada vez más probable que el mercado acabe forzando esa actuación.

Por el momento, en cualquier caso, "seguimos considerando que la Fed y el resto de bancos centrales van a ser capaces de poner coto al incremento de las expectativas de repuntes reales en los tipos oficiales, aunque para ello quizás necesiten aún ofrecer alguna 'prueba' más de su compromiso", añaden desde la consultora. Además sostienen que las crecientes señales de reactivación económica permitirán que los repuntes reales de las rentabilidades de la deuda, en la medida en que se produzcan, sean compatibles con la recuperación del impulso alcista de la renta variable.

"Los bancos centrales podrán poner coto a las expectativas de alzas de tipos pero deberán ofrecer alguna prueba más de su compromiso"

"Tengamos presente que la inflación (siempre que no sea desorbitada) y los tipos al alza son el reflejo de la mejora de la economía", añade Pedro del Pozo, director de Inversiones Financieras en Mutualidad de la Abogacía. Desde su punto de vista, "para que todo vaya razonablemente bien, va a ser necesario que los bancos centrales no metan la pata asustando al mercado" y que "el dinero de los programas de estímulo llegue pronto a la economía real, singularmente a las empresas".

De acuerdo con sus últimas previsiones, el BCE prevé actualmente que la inflación armonizada del 1,4% en la zona euro en 2023, lo que sugiere que los precios subirán muy por debajo del objetivo fijado por la entidad. Del mismo modo, la respuesta fiscal global europea a la pandemia probablemente no compensará completamente la pérdida de producción, lo que, en opinión de Konstantin Veit, Senior Portfolio Manager en Pimco, difiere de la evolución probable en Estados Unidos. 

Una inflación a dos velocidades en Europa y EEUU

El gestor recuerda que la Fed ya ha anunciado un cambio hacia un objetivo de inflación media, mientras que sigue sin estar claro si el resultado de la revisión de la estrategia en curso del BCE conducirá a un cambio de marco similar. "Lo que habla de la posibilidad de cierta divergencia de la inflación entre regiones y jurisdicciones", señala. En el caso de la primera economía del mundo, la teoría económica indica que, para que la inflación se mantenga próxima al nivel del 2%, el país debe rozar el pleno empleo. En 2018 casi se logró, cuando la inflación subyacente del gasto de consumo personal superó el nivel del 2% en EEUU, aunque no duró mucho ya que la Fed retiró los estímulos demasiado pronto, como recuerda Eva Sun-Wai, gestora del equipo de renta fija de M&G.

Según las previsiones del Comité Federal del Mercado Abierto, el contundente plan de estímulo fiscal propuesto por Joe Biden permitirá a la economía alcanzar un 2% de inflación del PCE en 2023. También esperan que la tasa de paro en EEUU caiga al 3,7% en 2023, nivel que podría considerarse prácticamente pleno empleo (suponiendo un paro friccional de entre el 3% y el 4%). Sin embargo, a pesar de que las previsiones se han revisado al alza desde septiembre, parece que los mercados laborales no se van a recuperar tan rápido como se esperaba.

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