El 16 y 22 de marzo

El BCE y la Fed se preparan para mover los tipos pese al SVB para aplacar al IPC

La ausencia de tensiones en la liquidez de los mercados interbancarios allana el terreno para un nuevo ascenso de los tipos de interés este jueves en la zona euro y el próximo miércoles en el área dólar

Jerome Powell (Fed) y Christine Lagarde (BCE).
Jerome Powell (Fed) y Christine Lagarde (BCE).
L .I.

Soplar y sorber a la vez. El Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal (Fed) se preparan para elevar los tipos de interés entre este jueves 16 de marzo y el miércoles 22 de marzo en medio de un clima de miedo a una crisis financiera tras las quiebras del Silicon Valley Bank (SVB Financial) y Signature Bank la semana pasada. El repentino foco en la estabilidad financiera no termina de convencer a los expertos para una pausa en el endurecimiento monetario después de los recientes datos de inflación.

Pese al evento catastrófico en la banca mediana americana, las condiciones de financiación no parecen haber sufrido tensiones relevantes.  El rebote de las bolsas hasta recuperar buena parte de lo perdido en días precedentes ha mejorado la foto de los mercados que tendrá el BCE, mañana, cuando se espera que suba tipos en 50 puntos básicos, al 3,5%, aunque silenciará cualquier referencia a la reunión de mayo para mantener la cautela.

"Los banqueros centrales se encuentran en una situación cada vez más difícil. No han terminado de endurecer y sin embargo, después de una década de políticas ultra-acomodaticias procíclicas, están apareciendo grietas en el sistema de manera sucesiva. De hecho, tienen que seguir sus esfuerzos para frenar la economía reduciendo la liquidez y, al mismo tiempo, restaurar la liquidez del sistema bancario para garantizar la integridad de los depósitos, socavados por la marcada depreciación de los activos "sin riesgo" en los últimos tres años. Es todo un dilema", apunta Kevin Thozet, miembro del comité de inversión en la gestoras francesa Carmignac.

El pasado domingo, como parte del rescate del 100% de los depósitos de los bancos quebrados, la Reserva Federal (Fed) sorprendió con una nueva barra de liquidez de hasta 25.000 millones de dólares (BFTP) dirigida a los bancos con problemas de valoración en su cartera de deuda. La medida busca evitar que los bancos malvendan sus bonos ahora que están en pérdidas y los usen ante la ventanilla de emergencia para obtener liquidez hasta 1 año vista. Ha sido esta medida la que ha llevado a algunos a recordar que la Fed está dispuesta a elevar los tipos de interés la semana que viene después de los datos de inflación, en modo reactivación, que se han conocido este martes.

En esta línea, el jefe de inversiones (CIO) de la gestora BlackRock, Rick Rieder, se ha despachado a gusto sobre el comportamiento de los mercados estos días al calificarlos de "miopes" y "carentes de paciencia" ante el actual cambio de expectativas que se ha producido. "Para la Fed, el verdadero desafío será frenar la inflación sin dañar muchas de las cosas buenas que están sucediendo en el mercado laboral, o arriesgarse a una mayor inestabilidad financiera", apuntó en una detallada sobre varios indicadores de inflación que mira la Fed. "Está claro que la inflación sigue siendo obstinadamente alta y que el trabajo de la Fed aún no ha terminado. Las presiones inflacionarias podrían volver a ser la principal preocupación".

"La severidad de las noticias ha propiciado un brusco deterioro de las expectativas de subidas de tipos terminales (75 puntos básicos menos que la semana pasada). En EEUU ahora se descuenta una única subida y que el tipo máximo se alcanzará en el 5% en mayo. Por su parte, en Europa, el tipo terminal se situaría en septiembre un poco más arriba del 3,25%. De todas formas, consideramos que es pronto para dar casi por zanjadas las subidas de tipos ya que todavía quedan meses hasta que los bancos centrales puedan dar el problema de la inflación por concluido", apuntaba este martes el equipo de estrategia de mercados de Banca March.

El BCE, con la mano en la palanca de tipos

"Las consecuencias de la quiebra de Silicon Valley Bank han provocado una drástica revisión a la baja de las expectativas sobre los tipos de interés en EEUU, y algo de esto se ha extendido también a los del BCE”, apunta Paul Diggle, economista de abrdn. "Se trata de una cuestión muy reñida, pero consideramos que el BCE probablemente seguirá adelante con la subida de 50 puntos básicos prevista para esta semana", añade el experto.

Tanto la Fed como el BCE corren el riesgo de asustar más a los mercados si optan por una pausa inesperada porque eso implicaría un deterioro más acusado del entorno financiero y la previsión de algún impacto en la marcha económica. Powell y Lagarde han recordado en sus últimas comparecencias antes de la caída del SVB que la economía está creciendo más de lo previsto, por lo que revisarían al alza sus previsiones para el PIB y a la baja las de la inflación general -que sigue cayendo con los precios de la energía-, aunque prevén enfatizar la reactivación de la tasa subyacente.

“Sin embargo, el BCE también debe tener en cuenta que los datos de actividad económica han sido ligeramente superiores y que la inflación subyacente se encuentra en máximos históricos. Esto requiere una política más restrictiva. Más allá de este encuentro, es posible que el BCE intente hacer frente a las incertidumbres sin ofrecer orientaciones claras sobre futuras decisiones. En su lugar, harán hincapié en la dependencia de los datos, y se concederá la opción de hacer una pausa antes de que pase demasiado tiempo si la situación empeorara".

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