Mario Draghi ha mantenido 'intacta su hoja de ruta'. Las miradas estaban puestas en la rueda de prensa del presidente del BCE, que analizaría los focos de incertidumbre que viven los mercados. Los datos que rodean las perspectivas de crecimiento de la zona euro pueden calificarse "más débiles de lo esperado", mientras que el Brexit o Italia "aún no suficientes para cambiar el escenario de referencia". De todos modos, la falta de acuerdo preocuparía ya que "no estamos preparados para afrontar las consecuencias de un Brexit duro", aunque no lo ve tanto un riesgo sino una inquietud. El banquero también destacaba que "los riesgos relacionados con el proteccionismo, emergentes y la volatilidad de los mercados financieros siguen siendo prominentes".
Italia ha acaparado buena parte de las preguntas. Mario Draghi se ha mostrado contundente al afirmar que "no ha habido una gran discusión en el seno del BCE sobre Italia" y ha ido un paso más allá al afirmar que "el banco no ha visto ningún síntoma de contagio". Además, ha mostrado su opinión acerca de que confía en que pronto haya un acuerdo entre el Gobierno italiano y la Comisión Europea.
La evolución de los precios es uno de los grandes focos de atención. El presidente del BCE ha señalado que "es necesario un amplio grado de ajuste monetario para una convergencia sostenida de la inflación a niveles que están por debajo, pero cercanos, al 2% en el medio plazo". En respuesta a una pregunta, señalaba que está confiado en una remontada de la inflación debido a la buena evolución de las negociaciones salariales. Además, el organismo "no tiene ninguna razón para dudar de su confianza en la inflación".
El BCE ha cumplido con las previsiones de los expertos. El organismo presidido por Mario Draghi ha comunicado, tras su reunión de este jueves en Fráncfort, que ha mantenido sin cambios de política monetaria en la zona euro. Por tanto, ha mantenido los tipos de interés en el 0%, el de facilidad de depósito en el -0,4% y el de facilidad marginal de crédito en el 0,25%.
El Consejo de Gobierno del BCE ha señalado, en un comunicado, que espera que los tipos de interés "se mantengan en sus niveles actuales al menos hasta el verano de 2019 y, en cualquier caso, durante el tiempo que sea necesario para asegurar la continua convergencia de la inflación a niveles que están por debajo, pero cercanos, al 2% a medio plazo".
En el comunicado también han señalado que continuará con su programa de compra de activos, al ritmo mensual de 15.000 millones, hasta finales de diciembre de 2018 y según los datos que confirman las perspectivas de inflación a medio plazo, las compras finalizarán. De hecho, tienen intención de reinvertir los pagos de capital de la deuda vencida durante un periodo prolongado después de concluir sus compras, y "en todo caso durante el tiempo que sea necesario para mantener las condiciones de liquidez favorables". No obstante, y a raíz de una pregunta, Draghi ha destacado que no se ha discutido la posibilidad de su extensión.
Mario Draghi señalaba en la rueda de prensa que "las medidas de política monetaria siguen respaldadas por la demanda interna y el consumo privado, ya que se ve favorecido por el crecimiento del empleo y unos salarios más altos".
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