De 1,35 billones de euros

Lagarde se prepara para ampliar la potencia del programa antipandemia

Entre ellas podrían estar una ampliación del periodo de vigencia del programa o que su paraguas se abra también a más activos, pero también que el organismo eleve su cuantía por segunda vez.

La presidenta del BCE, la francesa Christine Lagarde, en rueda de prensa.
La presidenta del BCE, la francesa Christine Lagarde, en rueda de prensa.
EP

El Banco Central Europeo (BCE) se prepara para ampliar la potencia de fuego de su Programa de Adquisiciones de Emergencia por Pandemia (PEPP, por sus siglas en inglés) de 1,35 billones de euros. El 'bazuca' ya ha llevado a cabo compras netas de activos en la zona euro por encima del medio billón de euros en los apenas cinco meses que han transcurrido desde que echó a andar, y ahora el emisor estudia las opciones sobre la mesa para volver a mejorarlo. Entre ellas podrían estar una ampliación del periodo de vigencia del programa o que su paraguas se abra también a más activos, pero también que el organismo eleve su cuantía por segunda vez.

La ampliación de este programa, que avanzaba este fin de semana el diario Financial Times citando a dos de los miembros del consejo de gobierno de la entidad, se ha venido barajando a lo largo de los últimos meses. En su reunión de septiembre, el banco central hizo hincapié en la idea de que estas compras "contribuyen a flexibilizar el tono general de la política monetaria" y en que ayudan a compensar el impacto a la baja de la pandemia en la trayectoria prevista de la inflación. 

En su comunicado posterior al encuentro el organismo insistió además en que las compras netas de activos en el marco del PEPP se mantendrán al menos hasta finales de junio de 2021 y, en todo caso, hasta que juzgue finalizada la fase de crisis del coronavirus. También reinvertirá los pagos de principal de los títulos con vencimiento adquiridos en el marco del PEPP hasta, al menos, finales de 2022.

"Esperamos 500.000 millones de euros más de PEPP en diciembre pero las expectativas de inflación también necesitan atención urgente", apuntaban recientemente los economistas de Bank of America (BofA). Ésta es, de hecho, una de las posibilidades sobre las que más se especula en los mercados... Aunque unos y otros reconocen que en Fráncfort no lo tienen nada fácil. 

Una situación muy difícil para el banco central

"El BCE se encuentra en una situación muy difícil: inflación subyacente muy baja, inflación general negativa, apreciación del euro... Históricamente hablando, estos acontecimientos habrían llevado a una respuesta muy 'dovish' e inmediata del BCE", reconoce François Rimeu, estratega senior de la gestora La Française AM. "Pueden aumentar el tamaño de los programas, y lo harán en algún momento, pero una vez más, los impactos en la inflación y el euro no son obvios", añade el experto. 

El propio Philip Lane, representante irlandés en el directorio del BCE y economista jefe de la institución, incidía en que la entidad está dispuesta a ajustar sus instrumentos, según proceda, y que junto con las medidas adoptadas entre marzo y junio, está dispuesto a "hacer más" si hiciera falta. "Hemos hecho muchos movimientos entre marzo y junio y estamos listos para hacer más si es necesario", afirmaba en declaraciones a la cadena estadounidense CNBC, durante la celebración del simposio de política monetaria de Jackson Hole, que este año tuvo lugar en formato virtual por la pandemia de coronavirus.

Otra de las posibilidades que contemplan gestores y analistas es que el BCE amplíe su potencia de fuego en lo que respecta a los 'fallen angel' dentro de los distintos programas de compras, es decir, a aquellos activos que conllevan un mayor riesgo porque han perdido recientemente el grado de 'inversión' en su calificación crediticia. Ponen la vista, en concreto, en aquellos que mantienen al menos un rating de 'BB', sin que haya sin embargo una compra amplia e indiscriminada de toda clase de papel 'high yield'.

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