Se llamará TPI

El BCE activa su OMT, un 'superbazuca' de compras ilimitadas con condiciones

El banco central rescata la 'opción núclear' de su política monetaria que permitirá intervenir sin límite en la deuda pública si se produce un deterioro en las condiciones de financiación de algunos países

Christine Lagarde comparece tras la primera subida de tipos desde 2011.
Christine Lagarde comparece tras la primera subida de tipos desde 2011.
Angela Morant/ECB

Una super-arma de política monetaria. El Banco Central Europeo (BCE) ha rescatado el espíritu del banquero Draghi (Whatever it takes) hace ahora una década para poner sobre la mesa un instrumento de control monetario con carácter ilimitado, de tipo OMT, para realizar transacciones monetarias directas para comprar deuda pública y esterilizarlas retirando masa monetaria en circulación. "Preferiría no usarlo pero no dudaremos en hacerlo si es necesario", aseguró el vicepresidente Luis de Guindos en la conferencia de prensa posterior a la reunión del banco central.

El nuevo bazuca ha sido bautizado como Instrumento de Protección de Transmisión de política monetaria (TPI, por sus siglas en inglés) y tendrá un carácter latente, es decir, que permanecerá en hibernación hasta que el BCE decida ponerlo en funcionamiento para comprar deuda pública a discreción de aquellos mercados o países que sufran un deterioro en sus condiciones de financiación y no se correspondan con los fundamentos macro.

"La decisión del Consejo de Gobierno de activar el TPI se basará en una evaluación exhaustiva de los indicadores de mercado y transmisión, una evaluación de los criterios de elegibilidad y un juicio de que la activación de las compras bajo el TPI es proporcional al logro del objetivo principal del BCE. Las compras se cancelarían ante una mejora duradera en la transmisión o según una evaluación de que las tensiones persistentes se deben a los fundamentos del país".

Para estas compras, el BCE acepta el mismo trato (pari passu) que los acreedores privados o de otro tipo con respecto a los bonos emitidos por los gobiernos de la zona del euro y adquiridos por el Eurosistema en virtud del TPI, de conformidad con las condiciones de dichos bonos. Se trata de una medida destinada a mantener a los inversores privados en el mercado y que no se vean expulsados por la actividad del banco central. 

"Para evitar posibles interferencias con la orientación adecuada de la política monetaria, en caso de que se active el TPI, el Consejo de Gobierno abordará las implicaciones de las compras de TPI para la escala de la cartera agregada de títulos de deuda de política monetaria del Eurosistema y la cantidad de exceso de liquidez. Las compras bajo el TPI se realizarían de manera que no causen un impacto persistente en el balance general del Eurosistema y, por lo tanto, en la orientación de la política monetaria", explica el BCE.

Condicionalidad

El BCE advierte a los futuros beneficiarios de este programa de compras (los países que forman parte de la zona euro) que estará sujeto a condiciones, es decir, se usará de forma muy parecida a los rescates europeos de hace más de una década. A cambio, la escala de compras del TPI no tiene límite y "dependería de la severidad de los riesgos que enfrenta la transmisión de la política monetaria. Las compras no están restringidas ex ante", apunta.

Según la presentación del instrumento, las compras de TPI se centrarían en valores del sector público (títulos de deuda negociables emitidos por gobiernos centrales y regionales, así como agencias, según la definición del BCE) con un vencimiento residual de uno a diez años. "Podrían considerarse compras de valores del sector privado, si corresponde", apunta.

El Consejo de Gobierno del BCE considerará una lista acumulativa de criterios como que los países beneficiarios apliquen "políticas macroeconómicas y fiscales sólidas y sostenibles". En primer lugar, la autoridad monetaria hace mención expresa de que se debe cumplir el marco fiscal de la UE y no se esté sujeto a un procedimiento de déficit excesivo (PDE) o no ha aplicado de recomendaciones en materia fiscal.

En tercer lugar, tampoco se activará "si existen desequilibrios macroeconómicos severos: no estar sujeto a un procedimiento de desequilibrio excesivo (EIP). Como cuarto criterio, el BCE habla de "sostenibilidad fiscal" en la medida en que la trayectoria de la deuda pública sea sostenible y para ello tendrá en cuenta la opinión de la antigua 'troika': el propio BCE, la Comisión Europea, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Asímismo, el TPI requerirá que se cumplan "los compromisos presentados en los planes de recuperación y resiliencia" de los planes de ayuda que se aprobaron en 2020.

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