Se reúne el jueves 

Estos son los ases que aún guarda bajo la manga el BCE para facilitar la desescalada

Christine Lagarde, BCE
Christine Lagarde, BCE
Europa Press

Italia está a las puertas de entrar en la 'fase 2' de la desescalada del confinamiento el próximo 4 de mayo, Francia prepara ya la vuelta de los niños a los colegios el día 11, Alemania ha seguido adelante con la apertura de los comercios pequeños en las áreas donde el brote de coronavirus ha tenido una menor incidencia y España está a punto de dar también otro paso al frente, permitiendo las salidas a los mayores y para hacer deporte de forma individual a partir del 2 de mayo. La zona euro acelera en el desconfinamiento y el Banco Central Europeo todavía guarda algunos ases en la manga para apoyar la vuelta a la actividad de las principales economías, en caso de que fuera necesario. 

En principio, parece poco probable que esos anuncios vayan a producirse en la reunión del consejo de gobierno del BCE que va a tener lugar este mismo jueves, donde sí es previsible que su presidenta, Christine Lagarde, haga hincapié en el mensaje de que el emisor hará "todo lo que sea necesario". Hace apenas un mes el emisor ponía en marcha su bazuca de compra de deuda pública y privada por valor de 750.000 millones de euros (el Programa de Compras de Emergencia Pandémica o PEPP) que ha venido respaldando en las últimas semanas a los países periféricos en el mercado secundario, evitando que las primas de riesgo se disparasen de forma incontrolada. 

Es en el marco de este programa donde el organismo tiene posibilidad de ampliar su potencia de fuego con cambios, por ejemplo, en esa cantidad tope de 750.000 millones de euros. Ese montante “equivale al 6% del PIB de la eurozona y es un volumen considerable, pero ciertamente hay margen de maniobra para hacer más”, apunta Konstantin Veit, gestor de la estadounidense PIMCO, quien se muestra escéptico no obstante sobre la posibilidad de que esa modificación se vaya a ejecutar a corto plazo. "No esperamos cambios inmediatos”, admite.

Otra posibilidad que contemplan desde la mayor gestora de renta fija del mundo es que el BCE pueda aclarar "qué tratamiento le dará a los activos 'fallen angel' dentro de los distintos programas de compras, es decir, aquellos que conllevan un mayor riesgo puesto que han perdido recientemente el grado de 'inversión' en su calificación crediticia. "Creemos que el BCE seguirá comprando activos que fueron degradados después del pasado 7 de abril y que mantienen al menos un rating de 'BB', pero esto no abre la puerta a una compra amplia e indiscriminada de toda clase de papel High Yield", apunta Veit.

A la espera de los gobiernos

En tanto que se vaya produciendo el proceso de desescalada y según vayan haciéndose públicos los datos de PIB, empleo y demás claves macroeconómicas que ayuden a conocer el verdadero daño que el coronavirus ha generado en las economías de la zona euro, el BCE deberá decidir si espera a que los gobiernos se pongan de acuerdo en el Plan de Reconstrucción del que siguen sin lograr cerrar los principales flecos. Habrá fondo, sí, pero no hay concreción alguna sobre su tamaño, la modalidad en la que se darán las ayudas, o sobre si serán préstamos a modo de rescate (y llevarán aparejadas unas condiciones y vigilancia) o algo más parecido a subvenciones, como reclaman España, Italia o Portugal.

Ante este 'impasse', los mercados permanecen a la espera de ver cómo evoluciona la reapertura de las principales economías. Así y si bien el analista de eToro Adam Vettese recuerda que los últimos datos de la zona euro revelan que los confinamientos del coronavirus "han causado un daño sin precedentes al sector servicios del continente europeo" y la Unión Europea y el BCE han respondido con medidas agresivas de estímulo para parar el golpe, "esta recuperación va a llevar mucho más tiempo de lo que inicialmente se esperaba" y añade que en última instancia, lo que se necesita "es una cura efectiva contra el virus". 

Los mercados se centrarán ahora en la forma en que los países gestionan las salidas del confinamiento y en el modo en que reanudan la actividad económica normal sin desencadenar una segunda oleada de casos de coronavirus que traería consigo un nuevo confinamiento. Los datos de la epidemia en Europa son alentadores, pero el hecho de que hayan reaparecido nuevos casos en Singapur y Japón preocupa, tal y como sostienen desde la gestora Edmond de Rothschild.

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