Al Bitcoin no se le ha acabado la gasolina con el inicio del nuevo año. Después de dispararse más de un 270% el pasado ejercicio en medio de la pandemia de coronavirus, el precio de la criptodivisa más utilizada y de mayor capitalización -en el entorno de los 650.000 millones de dólares- ha alcanzado los 34.800 dólares en las últimas horas, en lo que supone un acelerón del 19,3% desde el arranque de 2021 y de alrededor del 800% desde el 'crash' que vivieron los mercados en marzo. El activo marca con ello un nuevo máximo histórico.
El pasado 16 de diciembre, la criptodivisa rebasó por primera vez la cota psicológica de los 20.000 dólares, llegando a elevar su precio hasta los 21.295 dólares. A partir de ese momento, no ha dejado de subir animado por el interés de las grandes gestoras de fondos. Los movimientos que estamos viendo se deben a la alta demanda institucional o a plataformas como PayPal, que permiten operar ya en criptomonedas en suelo americano.
El apetito por la divisa digital también se ha activado a raíz de los estímulos masivos aprobados por los gobiernos y los bancos centrales para hacer frente a la crisis, dado que un sector de los inversores lo ven como una cobertura contra el riesgo de inflación, y ante la evidente debilidad del dólar, del que esperan prosiga su depreciación en relación a sus principales pares a lo largo de este ejercicio.
Además y hasta la fecha, muchos bancos eran reacios a invertir en criptomonedas, pero el fuerte auge de los últimos meses ha creado un interés elevado por el que entidades como BBVA lanza este mes un servicio de compra y venta de Bitcoin en Suiza. Pese a todo lo anterior, "la especulación seguirá estando presente en las criptomonedas por el 'juego' de las 'ballenas', sobre todo si los más inexpertos pican en buscar correcciones cuando el mercado no ha roto soportes importantes", apunta Diego Morín, analista del bróker IG.
A nivel técnico y una vez que el activo superó la pasada semana la resistencia de los 24.000 dólares, el portavoz de eToro en España, Javier Molina, aseguraba que la criptomoneda ha arrancado una "subida libre" y entra en "sobre-compra y parece que la fiebre inversora se ha trasladado al resto de Altcoins". Esa subida meteórica también ha llevado a un sector del mercado a advertir sobre el riesgo de que los criptoactivos estén generando una burbuja que acabe pinchando más pronto que tarde.
Hace apenas unos días era la criptomoneda Ripple (XRP) la que se hundía en los mercados después de que la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU (SEC, por su siglas en inglés) anunciase la apertura de una investigación sobre la compañía emisora de esta criptomoneda entre acusaciones de fraude de valores por haber realizado ventas continuadas a inversores sin pasar por ningún control previo.
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