El boom de las criptomonedas parece perder fuelle. El que ha sido uno de los grandes temas en el mercado en los últimos meses se ha desinflado al igual que su precio de cotización. Tras marcar el bitcoin máximos históricos cerca de los 20.000 dólares a finales de año, el precio de la famosa divisa digital se ha desplomado por debajo de los 7.000 dólares. Es decir, en poco más de tres meses su precio se ha hundido un 65%, aunque a corto plazo podríamos asistir a un rebote del bitcoin tras tanto castigo.
Las demás criptomonedas no son ajenas a esta fuerte caída que ha vivido el bitcoin. La capitalización de mercado de todas ellas está próxima a los 260.000 millones de dólares. La cifra se encuentra muy alejada de sus máximos marcados a comienzos de año, cuando batía la cota de los 810.000 millones de dólares (657.000 millones de euros).
El Ethereum, la segunda mayor criptomoneda en términos de capitalización, marcaba máximos a mediados de enero. En ese momento, su precio se acercaba a los 1.400 dólares y actualmente cotiza en torno a los 385 dólares. Es decir, en menos de tres meses el precio de la divisa digital se ha desplomado más de un 70%.
Los inversores han aprovechado el rally de las criptomonedas para hacer caja y obtener jugosas plusvalías. Además, las noticias que han rodeado a las criptodivisas no han sido positivas y han puesto de manifiesto la debilidad de este tipo de activos financieros. Los continuos robos o hackeos que han sufrido estas plataformas, unidas a un incremento de la regulación, han provocado un fuerte revés en el precio de las divisas digitales. Además, Hacienda ha enviado requerimientos a más de 60 entidades de compraventa de bitcoins.
Recientemente, cinco mercados de criptomonedas de Japón han planeado cerrar sus actividades ante el incremento de las exigencias de seguridad del regulador japonés, a raíz del robo multimillonario que sufrió en enero una de las mayores empresas del sector. El ciber-ataque perpetrado contra Coincheck a finales de enero causó el robo de monedas virtuales NEM por valor de unos 400 millones de euros (493 millones de dólares), y llevó a Japón, un país pionero en la regulación del sector, a intensificar la vigilancia sobre los operadores.
El boom que había experimentado el bitcoin ha provocado que numerosos organismos hayan aprovechado para lanzar sus propias criptomonedas. Venezuela, por ejemplo, había lanzado el 'petro', su moneda digital respaldada por sus activos petroleros. La divisa digital, que ha movido más de 600 millones de euros según Maduro, ha provocado la reacción de Estados Unidos. Su presidente, Donald Trump, ha firmado una orden ejecutiva en virtud de la cual prohíbe "todas las transacciones" con "cualquier moneda o activo virtual" que sea emitido por el Gobierno de Venezuela, en referencia al petro, la criptomoneda lanzada por Nicolás Maduro.
En nuestro país, las estafas con este tipo de activos se han disparado en los últimos meses. Por ello, representantes del Banco de España, de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y de la Policía Nacional han advertido de los riesgos de usar criptomonedas, pues ya se están recibiendo reclamaciones por supuestas estafas y han recordado que legalmente no son dinero.
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