El próximo 28 de abril BME celebra su junta general de accionistas. El plato fuerte será la aprobación de un plan de retribución desde este año hasta 2013 dirigido al equipo directivo, incluidos los consejeros ejecutivos. Consta de un plan de retribución plurianual en acciones y de un sistema de retribución variable a medio plazo.
En el primero, si los objetivos se cumplen, un total de 81 directivos –consejeros ejecutivos, la alta dirección y directivos de segundo nivel- se embolsarán hasta 428.901 acciones. Al actual precio del holding de mercados en bolsa, este paquete está valorado en 9,4 millones de euros.
El presidente Antonio Zoido sería el primer beneficiado. Aspira a adjudicarse hasta 56.134 acciones, valoradas en 1,2 millones de euros.
Para ello, el primer ejecutivo del holding deberá asegurarse de que BME no pierde el control en ninguna operación de concentración en el sector, ni es comprada. En ese caso, el plan se liquidará anticipadamente. Hasta ahora, Zoido se ha negado de forma reiterada a participar en un proceso de concentración.
Mantener la independiencia del grupo ha sido una de las obsesiones de su mandato, aunque en estos momentos se está produciendo una intensa actividad corporativa en el sector que obligaría a culquier competidor a pagar a precio de oro por el control de BME.
Las condiciones
Las acciones adjudicadas dependerán de la comparación de la tasa de retorno al accionista –el resultado de unir los dividendos percibidos y la evolución de la cotización- y del ratio de eficiencia del grupo con los mismos ratios de otros cinco competidores de BME.
Se trata de Deutsche Börse, London Stock Exchange, NYSE Euronext, Nasdaq y Toronto Stock Exchange.
Además, el grupo someterá a la aprobación de la junta un sistema de retribución variable extraordinaria que dependerá de la evolución del beneficio por acción (BPA) del grupo desde el uno de enero de este año hasta el 31 de diciembre de 2012, también en comparación con cinco de las compañías mencionadas.
Esta retribución extraordinaria, dirigida a los consejeros ejecutivos y el resto del equipo directivo, se pagaría en 2013. En este caso los importes son más modestos. Zoido -que cobrará en 2001 un sueldo fijo de 732.319 euros, un 2,3% más- se llevaría otros 414.460 euros y el consejero ejecutivo Joan Hortalá 53.500 euros.
En los tres últimos años, la cotización de BME ha vivido en una constante montaña rusa. En 2008 bajó la friolera de un 60%, el año siguiente recuperó algo más de un 20% y el año pasado cayó en esa misma protección.
Este año, la compañía es la novena mejor empresa del Ibex. Gana alrededor de un 22% y tiene un valor en bolsa de algo más de 1.800 millones de euros, menos de la mitad que la cierre de 2007, el año en que arrancó la crisis.
Esta errática evolución de la cotización ha echado por tierra el plan de retribución variable anterior, finalizado en 2010. Zoido y su equipo no cobraron ni un solo euro.
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