Caída del 35% en 2022

¿Boeing se prepara para despegar en bolsa? Los motores de su recuperación

La acumulación de pedidos multimillonarios junto a la recuperación de las perspectivas del transporte aéreo tras la Covid vuelven a situar al gigante en primera línea para los inversores.

Boeing
Boeing ha perdido la mitad de su valor en bolsa en cinco años.
Europa Press

En los últimos cinco años, Boeing ha perdido la mitad de su valor en bolsa. Ahora, el gigante aeroespacial finalmente puede estar volviendo a la normalidad, como lo demuestra un informe reciente que expone que compite por un posible pedido de miles de millones de dólares de United Airlines, que puede generar un importante impulso a su negocio. Sin embargo, ese impulso potencial no significa que los inversores deban apresurarse a comprar sus títulos. Hay que observar el momento actual.

Es difícil argumentar que Boeing ha sido castigada injustamente en los últimos años, incluso si algunos de sus problemas escapan a su control. Es cierto que el Covid-19 generó una importante devastación en el transporte aéreo y la demanda de aviones, sin mencionar la interrupción de la producción con los cuellos de botella de la cadena de suministro.

Sin embargo, los mayores problemas de Boeing son autoinfligidos. En primer lugar, nos encontramos con el control de calidad en la fabricación del modelo 787, además de los accidentes mortales del 737 MAX que llevaron a la suspensión prolongada del avión, y a la destitución del entonces consejero delegado, Dennis Muilenburg.

Dado todo eso, no sorprende que las acciones de Boeing se hayan separado de las de su rival europeo Airbus, que, a pesar de sus propios problemas, ha subido casi un 20% en la última media década. Con gran parte del mundo buscando dejar atrás las restricciones pandémicas más estrictas y la vuelta a los viajes, los inversores han confiado más en que Boeing puede dejar atrás el dolor de los últimos años.

No fue particularmente sorprendente cuando la agencia Bloomberg informó que United, que acaba de aumentar su perspectiva de ingresos debido a la fuerte demanda y anteriormente había comprado modelos MAX de fuselaje estrecho, está cerca de cerrar un acuerdo por 100 aviones de fuselaje ancho con Boeing o Airbus.

Planta cara a Airbus

“A pesar de que es posible que Boeing finalmente no asegure el acuerdo, la buena noticia es que es creíble que una vez más pueda ofrecer una competencia significativa con Airbus, que ha obtenido pedidos de las aerolíneas mientras su rival estadounidense ha tenido problemas”, concreta Wells Fargo en un informe de análisis reciente.

Esa no es la única señal de que Boeing está progresando. Este mes, una aerolínea mongola supuestamente realizó el primer vuelo comercial con un jet MAX en China desde que el avión se quedara en tierra en todo el mundo en marzo del 2019. A finales de septiembre, la compañía cerró un acuerdo de 200 millones de dólares con la SEC con respecto a cómo se comunicó con el público después de los accidentes de MAX. Boeing también está realizando entregas clave a grandes aerolíneas; en agosto, obtuvo la aprobación para reanudar la entrega de aviones 787 después de más de un año.

Dado que todavía opera en un duopolio virtual en una industria proyectada para ver una demanda secular a largo plazo, y que las acciones han cadí un 36% este año, que el consenso de mercado le vea potencial alcista en la bolsa. Los expertos, en promedio, consideran que puede repuntar un 55% en bolsa, incluso cuando el precio objetivo ha bajado más del 21% de media desde la primavera.

La prudencia por los acontecimientos

Sin embargo, incluso los alcistas parecen menos ansiosos de lo que cabría esperar. Matthew Akers, analista de Wells Fargo, tiene una calificación de compra en la compañía con un precio objetivo superior a la media de los 210 dólares, pero advierte que “mientras el MAX permanezca básicamente fuera de rotación en China (a pesar de haber sido recertificado oficialmente), a Boeing le faltará una región que se espera que representen una cuarta parte de los pedidos de ese avión”.

Al final del segundo trimestre, las grandes sumas de dinero no apostaban a un cambio de tendencia. Según los archivos de la SEC, solo 99 inversores institucionales iniciaron posiciones en Boeing en el primer semestre, mientras que 299 vendieron sus participaciones por completo. Cerca de 1.100 redujeron sus posiciones, frente a los 832 que sumaron títulos de la empresa.

El cambio a principios de la semana pasada puede indicar que Boeing finalmente está dando un giro en el mercado chino, pero esa noticia llegó casi simultáneamente con una actualización de Boeing sobre las entregas en el tercer trimestre. Mostró una disminución secuencial, incluida una caída del 14% para el MAX desde el segundo periodo del año.

Esa desaceleración dificulta que Boeing logre su objetivo de entregar aproximadamente 400 aviones MAX durante todo el año, como lo expuso el equipo gestor en la presentación de sus cuentas del segundo trimestre. Ken Herbert de RBC Capital Markets, uno de los pocos analistas que califican las acciones como neutral, espera que Boeing reduzca su previsión de entregas MAX a “aproximadamente 350” cuando informe los resultados del tercer trimestre a finales de este mes.

“Si no es así, y China parece más dispuesta a que el MAX regrese por completo, contribuiría en gran medida a permitir que Boeing aumente la producción y genere un flujo de caja positivo, lo que podría marcar un punto de inflexión para las acciones”, dice el experto. “Pero aún no hemos llegado a ese punto y es probable que los inversores no se pierdan mucho si esperan más evidencias de que Boeing realmente está de vuelta”, concluye.

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