Escenario de tipos

Más allá de la bolsa: el atractivo de la deuda emergente para todo 2023

La renta fija se ha vuelto a poner de moda en los últimos meses conforme escalan las rentabilidades pero los inversores buscan también fuera de los mercados desarrollados aunque con bonos de mayor riesgo.

Más allá de la bolsa: el atractivo de la deuda emergente para todo 2023
Más allá de la bolsa: el atractivo de la deuda emergente para todo 2023
L. I.

Algunos inversores parecen estar obsesionados con el comportamiento de la bolsa obviando otra clase de activos cuya rentabilidad ha mejorado sustancialmente. Es el caso de la renta fija, que ha alcanzado niveles en el binomio de rendimiento/riesgo que no se veían en una década. Podría estar generándose un atractivo histórico, ya no solo en los mercados desarrollados, sino también en los países emergentes.

Un factor fundamental parece haber cambiado los esquemas y movido las perspectivas, para bien, por los aires: el levantamiento de las restricciones del Covid por parte de China. Es por eso por lo que la deuda soberana emergente denominada en divisa local y extranjera subió en el cuarto trimestre de 2022.

Concretamente, la deuda soberana de alto rendimiento denominada en dólares fue la que registró mayores subidas, con una reducción de los diferenciales de 175 puntos básicos (pb). “Los emisores del África Subsahariana fueron los que contribuyeron en mayor medida al repunte del mercado, a pesar de la creciente preocupación de las agencias de calificación crediticia ante la posibilidad de que la carga de la deuda externa esté alcanzando niveles insostenibles en varios países de la región”, describe Jeremy Cunningham, director de inversiones de Capital Group.

¿Este telón de fondo invitaría a pensar que el atractivo va a seguir creciendo? “Los mercados emergentes de renta fija están cambiando de rumbo”, afirma Luc D'hooge, responsable de renta fija de mercados emergentes de Vontobel, que ha detectado diversos signos que sugieren que este año podría ser más positivo para esta clase de activos. “Tras un año difícil con una elevada volatilidad, las valoraciones no se ajustan a los fundamentales, lo que ofrece oportunidades a los gestores activos”, añade.

Muchos inversores consideran que las valoraciones actuales ya descuentan el creciente riesgo de posibles impagos o reestructuraciones de la deuda en estos países. “En nuestra opinión, cualquier factor que favorezca el debilitamiento del dólar, como una pausa en las subidas de tipos de interés o un recorte de tipos, podría beneficiar a las divisas emergentes en términos de dólar”, comenta D'hooge. “Esta dinámica de divisas potencialmente favorable y los atractivos rendimientos reales y nominales, sobre todo en ciertos países de América Latina, nos llevan a favorecer ligeramente la inversión en deuda denominada en divisa local”, agrega.

El gran rally

Los mercados de renta fija, y en particular los emergentes, han experimentado recientemente una oleada de optimismo. Aunque la Reserva Federal aún no ha terminado de subir los tipos, en 2023 habrá menos sorpresas de tono duro (hawkish) por parte de la autoridad monetaria, ya que la desinflación lleva varios meses en curso. O eso cabría esperarse, según lo que descuenta el consenso de mercado.

El nuevo gráfico de puntos de la Fed ha confirmado lo que los mercados ya sabían: el banco central pretende subir los tipos hasta alrededor del 5% o 5,5% y luego hacer una pausa para ver comprobar la reacción de la economía y de la inflación tras este proceso de endurecimiento agresivo. Sin embargo, el ritmo de creación de empleo en el mercado laboral sigue siendo más del doble del ritmo de crecimiento de la población activa. En consecuencia, seguimos esperando una probable recesión tardía -y no inminente- en Estados Unidos. “Esto debería permitir a la Fed mantener los tipos en torno al 5% durante más tiempo del que el mercado prevé actualmente.

En general, la combinación de valoraciones y rendimientos atractivos en gran parte de la clase de activo con la buena gestión política en algunos de los mayores emisores de deuda en divisa local podría ofrecer un entorno favorable para la deuda emergente en 2023. No obstante, la continua incertidumbre económica y geopolítica exige un enfoque más prudente y diversificado.

Las perspectivas

Los expertos consideran que en los próximos meses seguiremos conviviendo con las mismas incertidumbres: inflación y los tipos de interés, la geopolítica y una recesión mundial. Sin embargo, la corrección de 2022 en los mercados de renta fija parece haber quedado atrás. “Las posibilidades de una recesión grave en Europa han disminuido aún más después de que los precios europeos del gas hayan vuelto a su nivel anterior a la guerra”, dice D'hooge.

La renta fija tiende a presentar una asimetría en su resultado potencial. En el entorno de bajos yields, tuvimos esta asimetría durante años, lo que implicaba que los bonos podían caer más de lo que potencialmente podían subir. Esto fue un obstáculo para la renta fija y un apoyo para la renta variable.

El gestor de Vontobel señala que esta asimetría no se da en los mercados de renta variable, que también se enfrentan a un contexto económico incierto, ya que se cuestiona el poder de fijación de precios de las empresas al tiempo que aumentan sus costes. “Creemos que muchos inversores reequilibrarán sus activos en favor de la renta fija, especialmente en Estados Unidos, donde los fondos de pensiones están fuertemente invertidos en renta variable. Con su potencial de altos rendimiento, la renta fija de los mercados emergentes es probablemente una buena alternativa para ellos”, ahonda.

Por último, el aspecto técnico también seguirá siendo positivo para los bonos de los mercados emergentes. “Los mercados emergentes no solo se enfrentan a mejores perspectivas en 2023 de lo que la mayoría de los inversores habría pensado en octubre, sino que el panorama técnico es bastante positivo”, termina D'hooge.

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