La capitalización de la bolsa española recupera en 2021 la "barrera psicológica" del billón de euros tras el 'shock' que supuso la pandemia en las cotizaciones. Sin embargo, el valor bursátil actual, próximo a los 1,02 billones hasta noviembre, es todavía inferior al de 2019 y apenas registra cambios en los últimos años, según las estadísticas de Bolsas y Mercados Españales (BME). El escaso movimiento en el mercado español queda reflejado en su volumen de contratación, que acumula seis años consecutivos de caídas.
En concreto, en las plataformas gestionadas por BME, propiedad del grupo suizo SIX, se intercambiaron activos por un valor de 350.360 millones de euros hasta noviembre. La cifra supone una caída superior al 18% respecto al cierre del año pasado. Es decir, la negociación en diciembre se debería más que duplicar respecto a diciembre de 2020 para igualar los datos del último año. Pero la merma no es puntual, sino que al menos desde 2015 -a partir de donde reocogen las estadísticas de BME- ha ido en descenso. Además, esta tendencia a la baja se extiende al efectivo medio negociado en cada sesión y en cada operación.
Las últimas caídas se producen en medio del periodo de volatilidad registrado desde la pandemia. De hecho, el número de operaciones y el número de órdenes ejecutadas repuntó en 2020 y, aunque este año estos volúmenes se han moderado, siguen por encima del nivel previo a la Covid. Además, el último año se produjo un 'boom' minorista que también se reflejó en la bolsa española. Sin embargo, estos inversores ingresan menos dinero en los mercados.
Desde el operador de la bolsa explican en su informe anual que el descenso en la actividad de contratación se produce mientras el Ibex logra una revalorización próxima al 3% y la capitalización total se eleva un 7,5% en el año, por encima del billón de euros. Aún así, el incremento en los valores solo es la recuperación de una parte de lo perdido en 2020 y no supera los 1,1 billones registrados al cierre de 2019. Además, en los últimos cinco años la capitalización total ha retrocedido un 1,6%. El mayor volumen se logró en 2017, cuando la cifra de cierre superó al PIB español.
Tendencia inversa para las pequeñas empresas
La pérdida de atractivo de la bolsa española para los inversores, no obstante, se concentra en las grandes compañías y las estadísticas remontan cuando acudimos a agrupaciones de las empresas de menor tamaño. Así, en el caso de las compañías del IBEX Medium Cap la negociación crece un 3,3% en el año y, en especial, destaca la contratación en BME Growth. En pleno 'boom' de este mercado diseñado para las pequeñas y medianas empresas, su contratación ha aumentado un 20,4% en el año.
"Estos incrementos de volúmenes intercambiados en acciones en estas empresas más pequeñas representan un mensaje muy positivo respecto a la mejora de la liquidez, uno de los aspectos más importantes para favorecer el crecimiento y el interés de los inversores por participar en los negocios que gestionan", recoge el informe de BME.
Desde el año pasado BME es propiedad del grupo Six, gestor también de la bolsa suiza, y controla cerca del 70% de cuota de mercado en la contratación de valores españoles frente a la competencia de mercados alternativos. Durante los periodos de mayor volatilidad por la pandemia elevó su control hasta el 78%, pero a medida que se ha ido normalizando la actividad el reparto de la actividad ha vuelto a las cifras previas. "Una vez más se pudo observar cómo durante los periodos en que los valores de volatilidad se han mostrado más elevados la negociación se ha concentrado en mayor medida en la plataforma de referencia de los mercados regulados", destaca el operador de la bolsa española.
La actividad, por debajo de las grandes bolsas europeas
Respecto a otras bolsas europeas, la tendencia durante la pandemia ha sido diferente, ya que sí elevaron su volumen negociado durante 2020, aunque este año lo han vuelto a moderar. No obstante, en los años previos a 2020 sí se observa una tendencia a la baja de diferente magnitud según cada bolsa.
BME explica que "por razones de diversa índole, algunas de carácter local, se ha producido en Europa en 2021 una divergencia entre la evolución de precios y capitalización respecto a los volúmenes negociados en acciones". El efecto contrario se produce en Asia, "donde es posible que los grandes inversores hayan aprovechado la caída de las cotizaciones para aumentar sus posiciones en determinados valores". Solo en Estados Unidos se observa una tendencia paralela y al alza tanto de las cotizaciones como de los volúmenes negociados.
Pese a la tendencia similar en Europa, la diferencia entre los volúmenes negociados en la bolsa española y otras de las grandes del Viejo Continente es notable. Así, por ejemplo, según datos de Euronext, en lo que va de año en la bolsa de Ámsterdam se han intercambiado activos por valor de 633.600 millones de euros, casi el doble que la española, y en París, de 1,1 billones, casi tres veces más. Sin embargo, supera a otros mercados de menor relevancia como Oslo, Bruselas, Dublín o Lisboa.
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