¿Bolsa o bonos? Sepa por qué opción decantarse ante las turbulencias actuales

  • Los inversores conservadores tienen en la deuda norteamericana una oportunidad de asegurarse rentabilidades muy apetecibles 
El presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Jerome Powell.
El presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Jerome Powell.
FED - Archivo

Las subidas registradas en el mercado de deuda estadounidense, donde el bono de referencia renta al 3,2% (un nivel que no alcanzaba desde 2011), hace que este mercado sea ya más atractivo para los inversores. Su rendimiento supera la rentabilidad por dividendo que ofrecen actualmente el Dow Jones y el S&P, en torno al 2,8%. En este punto cabe preguntarse si como inversor nos interesa más apostar por una renta variable en zona de máximos o por una deuda que, con las subidas de tipos previstas por parte de la Reserva Federal, seguirá revalorizándose en principio. ¿Qué hacer? ¿Por qué opción decantarse?

"Quien piense que queda menos del actual ciclo alcista puede decantarse por la renta fija", recomienda Joaquín Robles, analista de XTB. Es una opinión similar a la de Álvaro Blasco, de ATL Capital, quien apunta que aquellos inversores muy conservadores que para sacar algo de rentabilidad en Estados Unidos han tenido que invertir más de lo que querían en bolsa de la primera economía mundial, podrían deshacer ahora algo su posición.

Robles considera que este movimiento es más complicado en Europa, donde la renta fija no es nada atractiva debido al nivel de tipos de interés históricamente bajo. Solo hay que pensar que el bono español a diez años renta al 1,59%. El Banco Central Europeo sigue comprando deuda "por lo que seguirá presionando los tipos a la baja" y a las peores expectativas económicas se suma una renta variable no exenta de riesgos. 

En ATL Capital entienden que los máximos de los principales índices norteamericanos coinciden con unos datos de crecimiento robustos, con una inflación aparentemente controlada en el entorno del 2% y con una situación cercana al pleno empleo. Al mismo tiempo, las empresas estadounidenses están viendo incrementarse notablemente sus ganancias, no solo por la reforma fiscal, sino también después de que los datos de crecimiento hayan sido mejores de lo previsto. "Hay caldo de cultivo para seguir estando en bolsa americana", considera Blasco. 

Sin riesgo, en principio, para el resto de bolsas

Patrik Lang, Head of Equity Strategy Research del Julius Baer, descarta que el alza de rendimientos en la renta fija estadounidense suponga en general un riesgo para las acciones de los mercados desarrollados, siempre, eso sí, que esa rentabilidad se mantenga muy por debajo del rango entre el 4,5% y el 5%. "Históricamente, el mercado recompensó los rendimientos crecientes hasta el 5% y la tasa de fondos federales también se mantiene muy por debajo de este nivel", explica.

Lang incide, además, en que las acciones de la bolsa norteamericana tienden a subir hasta que el rendimiento del bono de referencia a 10 años supera el 5%. Por ello, su revalorización actual debería respaldar las acciones de los mercados desarrollados, y especialmente las de las financieras y los cíclicos tardíos, como los valores industriales. En este grupo podrían incluirse también las acciones tecnológicas.

Victoria Torre, directora de Análisis de Selfbank, considera que tarde o temprano tenía que ocurrir. "Seguramente el cambio no se producirá de un día para otro, pero es indudable que a medida que vayan subiendo los intereses que ofrecen los bonos, los inversores optarán por esta clase de activo en detrimento de la bolsa". El motivo es que la renta variable, especialmente en Europa, da signos de debilidad.

De hecho, Álvaro Blasco recuerda que pese a que la renta variable del Viejo Continente está más barata que la americana, las empresas europeas acaban de revisar a la baja sus beneficios, y existen frentes abiertos que pueden comprometer la situación en los mercados, como las crisis en Turquía, en Italia (en tanto que su Gobierno mantenga el tira y afloja con Bruselas a cuenta de la reducción del déficit y puesto que estamos hablando del segundo emisor europeo por volumen de deuda); así como el Brexit y en el caso español la exposición a América Latina

Torre advierte de que a medida que los bancos centrales endurezcan su política monetaria, la rentabilidad de la deuda está llamada a seguir subiendo. Pone, además, como ejemplo la subasta celebrada ayer en España, donde ya comenzó a apreciarse un cambio en la tendencia en las rentabilidades a la baja. "Creemos, efectivamente, que cuando empiecen a subir los tipos de interés en Europa, el interés por la renta fija seguirá creciendo", sentencia.

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