Foco de inestabilidad

Bolsa y prima de riesgo: el inversor mira de cerca la crisis migratoria en Ceuta

El episodio se produce en plena salida de la crisis de la Covid, por lo que los analistas advierten de que si la situación sigue empeorando podría generar más inestabilidad en los mercados para España.

Cientos de personas continúan dirigiéndose este martes desde la localidad de Fnideq (Castillejos) para cruzar hacia Ceuta.
Bolsa y prima de riesgo: el inversor mira de cerca la crisis migratoria en Ceuta
EFE

La situación en Ceuta, con varios miles de inmigrantes marroquíes tratando de entrar en territorio español en una avalancha sin precedentes que se ha producido en poco más de veinticuatro horas, mete más presión a las tensas relaciones entre Marruecos y España. La crisis diplomática con el país vecino -la más grave desde que Pedro Sánchez llegó al Gobierno- amenaza con golpear también a las miles de empresas nacionales con intereses en el país. El problema añadido es que episodio se produce en plena salida de la crisis del coronavirus, por lo que los analistas advierten de que si la relación entre ambos gobiernos sigue empeorando podría generar más inestabilidad en los mercados para España. 

Es un motivo de incertidumbre añadido en un momento en el que se confirma que la zona euro ha vuelto a entrar en recesión, con Portugal y España como las economías que más caen en términos interanuales (un 5,4% y un 4,3%, respectivamente); en el que nuestro país prosigue el proceso de vacunación y de reapertura, con el sector turístico aún en vilo ante la llegada, en breve de la temporada estival.

Y la crisis coincide además con una coyuntura marcada por el alza de la inflación y el encarecimiento de la energía y las materias primas, que hacen temer que los 'halcones' fiscales y monetarios del área del euro empiecen a exigir un control del gasto y que la Unión recupere antes de lo previsto (en principio, en 2023) sus reglas fiscales. Algo que puede afectar negativamente a nuestro país, que va a tener que acometer un importante proceso de ajuste para afrontar una deuda en niveles récord, en el 125,3% del PIB. Todo depende de un equilibrio muy fino y los mercados están para pocos sustos.

"Tendremos que seguir de cerca la evolución de la crisis en Ceuta porque de agravarse la misma, podría crear algo de inestabilidad en la bolsa española", apunta Diego Morín, analista de IG, quien reconoce que de momento la mirada de los inversores está centrada en las actas de la última reunión de la Reserva Federal que se publicarán este miércoles por la tarde. En ellas se conocerá el punto de vista de cada uno de sus miembros sobre el repunte de la inflación, que ha sorprendido a los principales consensos de mercado al situar su tasa interanual en el 4,2% en abril.

De momento y en lo que respecta al mercado secundario de la deuda, la prima de riesgo española -el sobrecoste que los mercados nos exigen por emitir deuda en relación a lo que abona Alemania- se mantiene por encima de los 70 puntos básicos, sin que haya bajado de ese nivel desde el miércoles pasado. La rentabilidad del bono español a diez años cotiza en el 0,597% y ha llegado a rozar el 0,63% en las últimas horas. 

En el caso del Ibex 35, el selectivo se ha desinflado en la última sesión tras anotarse otro máximo anual intradía en los 9.241 puntos, un nivel no visto desde febrero de 2020, cuando se inició la crisis del coronavirus. Al cierre del martes, el índice subió finalmente un 0,31%, hasta 9.183 puntos, y amplía de ese modo su avance en 2021 hasta el 13,3%. La Bolsa española ha ido pisando el freno a medida que se han ido conociendo los nuevos datos macro y coincidiendo, al mismo tiempo, con la crisis migratoria en Ceuta.

Movimientos diplomáticos para atajar la crisis

El martes por la tarde Sánchez viajó a la ciudad autónoma para reunirse con su presidente, el popular Juan Jesús Vivas, y para visitar el Centro de Coordinación de la frontera del Tarajal. Tras poco más de una hora en Ceuta, se desplazó en helicóptero a Melilla junto al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. La Comisión Europea, por un lado, y la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, por otro, están tratando de convencer al Gobierno del país africano para que cambie de actitud y deje de permitir que miles de ciudadanos en una situación desesperada lleguen a España a nado sin ningún tipo de control policial.

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