Después del rescate

La bolsa suiza cierra las cicatrices por Credit Suisse y apunta a máximos anuales

El SMI, el índice de referencia de la plaza bursátil helvética, acumula una revalorización superior al 7,8% en lo que va de año y tan sólo tres de sus 20 valores registran pérdidas, gracias a la recuperación de las últimas semanas. 

La bolsa suiza cierra las cicatrices por Credit Suisse y apunta a máximos anuales
La bolsa suiza cierra las cicatrices por Credit Suisse y apunta a máximos anuales. 
Pixabay

La calma impera en la bolsa de Suiza. Dos meses después del rescate forzoso de Credit Suisse por parte de UBS con ayuda de las autoridades helvéticas, el parqué lucha por cerrar las heridas que ocasionó el pánico financiero que hizo tambalear los cimientos del sistema financiero del país, la piedra angular de su economía. El Swiss Market Index (SMI), la referencia de esta plaza, acumula una revalorización del 7,8%, que le llevan a apuntar a máximos anuales. El índice ha cerrado este viernes en los 11.571 puntos después de tocar la barrera de los 11.500 puntos a finales de abril, que le permiten rozar el nivel en los que se encontraba hace exactamente un año (11.579 puntos). 

A este impulso ha contribuido el 'acelerón' superior al 9,5% experimentado desde aquel 'horribilis' fin de semana de marzo en el que se gestó un rescate 'in extremis' que ha puesto fin a un banco con 167 años de historia. Una vez que las amenazas de crisis financiera se han disipado (por el momento), dicho índice presume de recuperación gradual y pese a lo vivido, sube en el cómputo anual más que otras referencias del Viejo Continente como el FTSE 100 londinense (+4%), que está muy condicionado por los valores energéticos. 

Cotizaciones de Credit Suisse y UBS en EEUU, en dólares

El resto, que aunque no han vivido la amenaza dentro de su territorio sí han notado el temblor, partían con mayor ventaja, por lo que las ganancias ya acarician el 17% en el Dax alemán, el 16% en el FTSE MIB italiano, el 15,7% en el CAC 40 francés y el 12,4% en el Ibex 35, donde el peso de la banca se comió parte de las ganancias. En este contexto, los analistas envían señales confusas sobre las expectativas de la bolsa suiza. El consenso de 'Bloomberg' ve potencial para que alcance la cota de los 12.650 puntos, umbral que no toca desde abril de 2022, en plena revolución bursátil por la invasión rusa de Ucrania que, de confirmarse, supondría un avance del 9,3%.

La cifra, que ha sido revisada ligeramente al alza pasados los nubarrones, adquiere relevancia si se tiene en cuenta el contexto del que viene. Sin embargo, estas expectativas de subida que le otorga la banca de inversión no van acompañadas de un fuerte respaldo, ya que el grueso se decanta por la opción de mantener (80%) y el 20% restante por comprar. Algo que contrasta con el hecho de que figura entre las plazas europeas favoritas para los gestores de fondos, sólo por detrás de Francia, según una encuesta elaborada por Bank of America

Brotes verdes en el parqué suizo

De los 20 valores que integran el SMI, prácticamente la mayoría acumula importantes ganancias en lo que va de año y más de la mitad baten al índice. Entre ellos destaca la farmacéutica Lonza Group (+27,5%), la compañía enfocada en el lujo Richemont (+27,5%), el fabricante de materiales de construcción Holcim (+23,6%), la tecnológica ABB y el fabricante de audífonos Sonova. Algo más moderados son los avances de Novartis (+8,28%) o Nestlé (+6,2%). UBS se encuentra en la parte 'menos noble' (+4,56%) tras el desplome sufrido a causa del 'efecto contagio' que le generó su nueva adquisición, Credit Suisse, que se desploma un 71,3% tras su descalabro bursátil y la corrección experimentada después de que la operación valorase sus títulos en 0,76 francos. Desde entonces su cotización se ha mantenido estable y ha cerrado este viernes en los 0,79 francos suizos, lo que le convierte en el 'farolillo rojo' del índice, junto a la aseguradora Zúrich (-3,2%) y Roche (-0,77%). 

Esta semana ha trascendido que la operación llevada a cabo 'in extremis' tendrá un coste de 17.000 millones de dólares para UBS, que se reparten entre 4.000 millones en provisiones para sufragar posibles litigios y costes regulatorios derivados de las salidas a los que se añaden otros 13.000 millones de dólares derivado del ajuste entre el activo y el pasivo del nuevo grupo resultante. Según la hoja de ruta prevista, el cierre a finales de este mes de mayo o finales de junio, dando lugar a un gigante bancario con un valor de mercado que duplicará el PIB suizo, que se estima en 800.000 millones de francos suizos. 

"Las turbulencias bancarias de mediados de marzo fueron un duro recordatorio de que el endurecimiento monetario rápido y sincronizado tiende a provocar accidentes", señala el responsable de análisis macroeconómico y de mercado de Generali Investments, Thomas Hempell. Pese a ello, el experto se muestra optimista y cree que los mercados han superado un "muro de preocupaciones" apoyado en unos datos macroeconómicos y unos beneficios empresariales "resistentes", así como en unas expectativas de la Reserva Federal "más moderadas" que ha ido acompañado de una "nueva dosis de liquidez" por parte de los bancos centrales.

Si bien las quiebras en Estados Unidos tuvieron un efecto contagio "limitado", los analistas insisten en que la desconfianza sigue presente. Uno de los escollos está en los tenedores de deuda AT1, que fueron amortizados en el marco de la fusión de emergencia, provocando unas pérdidas de 16.000 millones de francos suizos. Los tenedores de CoCos, como se conoce en la jerga, ahora exigen a la Autoridad de Supervisión del Mercado Financiero de Suiza (Finma) revelar el decreto que emplearon en la cancelación de estos instrumentos después de que haya sido rechazadas un centenar de demandas. Recientemente, desde Federated Hermes ven como una cuestión esencial restaurar el compromiso de los inversores con esta clase de activos tanto por el tamaño del mercado de CoCos como por los efectos que puede tener en la concesión del crédito.

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