Rotación de cartera

Las bolsas asiáticas se posicionan para ser las mejores de la próxima década

La última década ha estado dominada por la rentabilidad del mercado estadounidense, pero los inversores ya miran a Asia para encontrar un nuevo escenario de gran crecimiento.

Las bolsas asiáticas se abonan al 'rally'
Las bolsas asiáticas se abonan al 'rally'
Pixabay

Para los inversores, la última década ha estado dominada por la rentabilidad del mercado estadounidense. Han sido diez años de resultados excepcionales para los estadounidenses y para la apreciación del dólar. Sin embargo, la duda es si este recorrido al alza puede seguir tan fuerte en la región o si habrá otros mercados que conseguirán dar el sorpasso a Wall Street en cuanto a los rendimientos.

Generalmente, las crisis suelen provocar cambios seculares en la rentabilidad del mercado. El estallido de la burbuja tecnológica en el año 2000 puso fin a un período de rentabilidad superior de las compañías de crecimiento estadounidenses, al que siguió otro de sólidos resultados para el valor, los mercados emergentes y la renta variable europea. Tras la crisis económica mundial, la balanza volvió a inclinarse del lado de Estados Unidos.

De ahí a que cada vez haya más gestoras que empiecen a rotar sus carteras hacia otras regiones, como puede ser Asia en la actualidad. Según un último informe de JP Morgan AM firmado por Karen Ward responsable de mercado de EMEA; Mike Bell, responsable de mercados globales; y Hugh Gimber, estratega de mercados de la gestora norteamericana, se podría producir ahora un cambio similar basándose en las perspectivas macroeconómicas y en los cambios estructurales que están teniendo lugar conforme los mercados de capitales de Asia adquieren madurez.

“Las economías de Asia septentrional (China, Corea, Taiwán), que representan el grueso del espectro de inversión de Asia, han logrado contener la pandemia con mayor acierto que el resto del mundo, por lo que estas economías parecen haber dejado atrás la pandemia”, indican.

Aun así, pese al rápido crecimiento de la base de consumidores, las economías y los mercados asiáticos siguen dependiendo enormemente de la dinámica del comercio y la fabricación mundiales. “Sin embargo, lo que ha sido una desventaja para la región en los últimos años de conflicto comercial se ha convertido recientemente en una fortaleza relativa, ya que los consumidores mundiales han dejado de concentrar sus gastos en los servicios para decantarse ahora por los bienes”, describen estos expertos.

Tal y como profundiza Jin Zhang, Portfolio Manager, Vontobel Quality Growth Boutique: “el desplazamiento de la demografía del consumo de la clase media de los mercados desarrollados tradicionales -Estados Unidos, Europa, Japón- a los mercados emergentes crea una tremenda oportunidad para las empresas que sirven a esos consumidores”. Unas compañías como Yum China, que está bien integrada en la cultura popular y puede ser una de las próximas ganadoras.

La generación de rentabilidad a futuro

Precisamente, debido a esos buenos resultados de sus medidas de control del brote, la respuesta fiscal y monetaria a la crisis de la Covid-19 de Asia ha sido significativamente inferior a la puesta en marcha por Europa y Estados Unidos. En consecuencia, los balances de los bancos centrales están menos abultados y las tires de los bonos cayeron menos que las de los títulos del Tesoro estadounidense.

En los últimos 12 años, las correlaciones de rentabilidad mensual entre los bonos en renminbi y los bonos de mercados desarrollados mundiales han sido de 0,1. “Puesto que China logró contener la pandemia del Covid-19 con gran rapidez y por ello la evolución de su ciclo económico se desmarcó de la observada en el resto del mundo, cabría prever que las correlaciones siguiesen siendo escasas por el momento”, exponen desde JPMorgan AM.

El hecho de que el renminbi siga gestionado en cierta medida por las autoridades, reduciendo así la volatilidad de la divisa, también aumenta su atractivo. Así, a corto plazo el mejor comportamiento es un reflejo de que la actividad económica del mundo desarrollado seguirá siendo limitada, hasta que se distribuyan de forma generalizada las vacunas y la vida pueda volver a la normalidad.

Pero a largo plazo, la urbanización y el crecimiento de la clase media podrían respaldar las perspectivas de crecimiento estructural en Asia. “Estas tendencias se mantendrán en la próxima década en tres de los países más poblados del mundo –China, India e Indonesia–, que se convertirán en grandes mercados domésticos y dirigidos por el consumidor”, destacan los analistas de la entidad estadounidense.

Las empresas asiáticas ganan posiciones

En consecuencia, las empresas asiáticas tendrán numerosas oportunidades para crecer en los próximos años. “El empeño de China por ascender en la cadena de valor, presentado en el último plan quinquenal, debería facilitar la transición del país a una economía de altos ingresos y ayudar a compensar las negativas consecuencia del deterioro de los datos demográficos”, destacan.

La renta variable asiática ha obtenido buenos resultados en 2020. Sin embargo, la previsión de Ward, Bell y Gimber es que las rentabilidades de la renta variable asiática todavía pueden superar a las de los mercados desarrollados en un 2,2% anual durante los próximos 10 a 15 años.

“Las crecientes señales de que el mercado alcista del dólar estadounidense a 10 años está perdiendo intensidad refuerzan aún más nuestra opinión de que la próxima década podría convertirse en la década de Asia”, aseguran.

De este modo, algunas empresas, del sector tecnológico, sanitario, pero también industrial, habrían ganado posiciones. “Muchas compañías se han labrado una sólida posición en la cadena de suministro mundial”, comenta Zhang. “La Compañía de Fabricación de Semiconductores de Taiwán (TSMC) es un ejemplo destacado, ya que ha liderado la industria de los semiconductores a nivel mundial en la fabricación de chips de última generación, impulsando ahora procesos de 3 nanómetros”, agrega.

Mientras, en China, firmas como Sunny Optical, que se ha convertido en un proveedor de componentes críticos en lentes de cámaras y módulos para teléfonos móviles, así como para la industria del automóvil se colocan para ser las ganadoras del futuro. Son ejemplos de que, posiblemente, lo mejor esté por venir de la mano del continente asiático.

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