Por debajo del 0,1%

El bono español se aproxima a mínimos históricos en plena tensión en EEUU

Los inversores entran en renta fija en busca de algo de calma y a pesar de que las rentabilidades siguen siendo prácticamente inexistentes o negativas, gracias al respaldo del BCE

El bono español, en mínimos de antes del estado de alarma
El bono español se aproxima a mínimos históricos en plena tensión en EEUU
Pixabay

Con los mercados mundiales atentos al recuento de votos en las presidenciales de Estados Unidos, que en algunos de los estados clave podría ampliarse hasta el viernes, la actividad está siendo frenética en el mercado secundario de la deuda. Los inversores entran en renta fija en busca de algo de calma y a pesar de que las rentabilidades siguen siendo prácticamente inexistentes o negativas. Sus compras hunden el interés, que se comporta en sentido contrario al precio. El del bono español a 10 años, referencia de nuestro país, se aproxima al mínimo histórico que marcó en agosto del año pasado en el 0,044%

Esta madrugada ha bajado del 0,1% y ha llegado a cotizar en 0,074%. A esta hora lo hace en el 0,081%. Esto implica que se hunde un 93% desde el máximo del 1,22% de rentabilidad que tocó el pasado 18 de marzo, en pleno 'crash' de los mercados a causa de la crisis del coronavirus y de la 'Gran Reclusión'. En ese tiempo, el bazuca del Banco Central Europeo en forma de programa de compra antipandemia (PEPP, por sus siglas en inglés) ha sido fundamental para sostener las primas de riesgo de los países periféricos y garantizar su financiación barata en los mercados. Tanso es así, que el riesgo país España, el sobrecoste que los mercados nos exigen por emitir deuda en relación a lo que paga Alemania, se sitúa en los 72,9 puntos básicos, su nivel más bajo desde mediados de octubre

Sólo en los seis primeros meses de funcionamiento de su programa, el organismo que preside Christine Lagarde ha invertido más de 61.000 millones de euros en deuda de nuestro país. El hecho de que la entidad haya anunciado que ampliará los instrumentos monetarios que ha ido desplegando para hacer frente a la situación (APP, PEPP, TLTRO) con el objetivo de hacer frente a los males que puede generar la segunda ola de coronavirus ha insuflado oxígeno 'extra' a los mercados y explica que el interés del bono español caiga casi un 59% desde el 0,192% que marcaba justo antes de la última reunión del emisor, el pasado 29 de octubre.

La misma tendencia ha seguido la deuda del resto de países periféricos. La rentabilidad del bono a diez años portugués se sitúa más próxima a cero incluso que la española, en el 0,054% -su riesgo país se mueve en los 70,5 puntos básicos-; la del italiano cotiza al 0,667% -con la prima de riesgo transalpina en los 131,5 puntos básicos- y la del griego al 0,879%, con su diferencial con el Bund en los 152,7 puntos básicos. 

La ampliación prevista del PEPP

Konstantin Veit, senior portfolio manager en Pimco calcula que el BCE puede ampliar el PEEP en otros 600.000 millones de euros desde los 1,35 billones actuales, llevándolo cerca de 2 billones de euros (al 17% del PIB de la zona euro), y ampliar además las compras por otros seis meses hasta finales de 2021. "También buscaríamos operaciones adicionales de TLTRO-III más allá de marzo de 2021, así como una extensión del período de tipo de interés preferencial del -1% en virtud de TLTRO-III de junio a diciembre de 2021, coherente con la expectativa de una extensión del PEPP en el mismo horizonte", añade el experto. 

Las cifras varían, pero los mensajes van en la misma línea. "Esperamos un paquete de medidas de flexibilización, construido alrededor de una expansión adicional de 500.000 millones de euros del PEPP. Sin embargo, la economía de la Eurozona ya se está contrayendo de nuevo en medio de la segunda ola y la escalada de confinamientos", añade Paul Diggle, senior economist de Aberdeen Standard Investments.

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