Tras un semestre 'negro'

Los bonos cogen aire: el miedo a una recesión pesa frente a la subida de tipos

Los intereses de la deuda pública caen en los últimos días a medida que los inversores apuestan por estos activos como refugio por el miedo a que una política monetaria agresiva provoque una crisis. 

Cómo protegerse frente a una inflación más duradera de lo previsto con bonos
Cómo protegerse frente a una inflación más duradera de lo previsto con bonos
Pixabay

El mercado de renta fija dejó atrás el periodo de tipos negativos con un fuerte incremento de las rentabilidades -subida de precios- por el cambio de ciclo en la política monetaria. Esto ha supuesto el peor semestre de los bonos en décadas. Por ejemplo, la rentabilidad del bono español a 10 años se ha multiplicado por más de cuatro en apenas seis meses. Sin embargo, la fuerte subida se ha visto moderada en las últimas semanas, tras marcar techo a principios de junio, a medida que el riesgo de recesión aviva las dudas sobre los planes de los bancos centrales. "El mercado descuenta que si hay una recesión, los bancos centrales darán marcha atrás a su política monetaria de endurecimiento", explica Sergio Ávila, analista de IG. 

El miedo a una crisis crece entre los inversores y se ha visto reflejado en su comportamiento en los mercados. Las ventas son las protagonistas en las bolsas, mientras que se buscan activos refugio para hacer frente al endurecimiento de las condiciones financieras. Precisamente, las caídas en los intereses de los bonos esta semana se producen a pesar de la mayor determinación tanto de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de EEUU, como de Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, para luchar contra la inflación. 

Sus últimos discursos se traducen en subidas de tipos de interés, que la Fed ya ha iniciado, pero que "los mercados ya han descontado", señala Víctor Alvargonzález, director de estrategia de Nextep Finance.  "Iremos tan lejos como sea necesario", llegó a decir la responsable de la política monetaria de la zona euro este martes. Una declaración que agitó los bonos pero no rompió las caídas de las rentabilidades de las últimas tres semanas, después de que la autoridad monetaria anunciara una herramienta para evitar la fragmentación entre los intereses de la deuda de la zona euro. 

El bono español a 10 años registra un interés por debajo del 2,5%, un 20% inferior al registrado hace apenas 15 días cuando marcó máximo desde 2014. Entonces se superó el 3% mientras crecían las expectativas sobre nuevos movimientos restrictivos en política monetaria y las dudas en torno a una fragmentación en la zona euro.  La deuda alemana, que se toma como referencia europea, despuntó hasta un nivel inédito también en los últimos ocho años (1,66%), mientras que ahora cae por debajo del 1,4%. El resto de bonos europeos siguen una tendencia similar. El interés de la italiana cae al nivel del 3,4%, frente al 4% que llegó a superar al principio de junio, o la griega, al 3,6% frente al 4,5%, último máximo. 

Además, el bono de EEUU a 10 años cotiza con una rentabilidad del 3%, su nivel más bajo desde el pasado 8 de junio (-16%). Sin embargo, Alvargonzález cree que la situación no es igual para las dos economías. "En EEUU los bonos han podido tocar techo" ante la recesión a la que apunta su economía. Pero en Europa opina que la situación dependerá de cómo vea el mercado que funciona la nueva política monetaria del BCE, retirada de estímulos evitando la fragmentación. "Lo que descuenta el mercado no es definitivo".

La moderación en la renta fija europea coincide con el final del programa de compras del BCE, sin embargo el desenlace no es tal. La autoridad monetaria europea apuesta por la flexibilidad en la reinversión de los vencimientos de los bonos, una tendencia que determinará la reacción de los inversores, sobre todo de cara a la fragmentación. El director de estrategia de Nextep Finance señala que estas nuevas compras están limitadas. "La potencia de fuego no es la misma, ni tampoco la periodificación". Como funcionen estas reinversiones para calmar al mercado, junto a la herramienta de antifragmentación que prepara el BCE, determinarán los diferenciales en la zona euro y la hoja de ruta para la subida de tipos. Todo en una economía "con peor perspectiva" que la de EEUU. 

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