Costes industriales disparados 

El boom del 'metal' amenaza con hacer 'descarrilar' el tren de la energía limpia

Los mercados cotizan ahora la escasez de minerales necesarios para los planes industriales de transición energética a nivel mundial y su escalada de precios golpea los márgenes empresariales.

La falta de inversión en minas se está notando en su falta de capacidad. (Foto de ARCHIVO) 13/1/2016
La falta de inversión en minas se está notando en su falta de capacidad. 
Europa Press

Si el precio es el punto de fricción entre la oferta y la demanda, la evolución de los metales en 2021 muestra que el mercado se encuentra en pleno terremoto. La reactivación económica en los países más rezagados como los europeos se ha convertido en el último viento de cola para un boom de las materias primas, en general, y los metales, en particular. El tirón de la demanda desde todos los rincones del mundo industrial tiene su epicentro en la transición energética, las energías limpias y el coche eléctrico.

La era de la descarbonización está empujando como nunca la demanda de metales y también sus precios, escalada que se ha convertido en una amenaza que puede frenar los ‘new green deals’ en decenas de países. “El rápido despliegue de tecnologías de energía limpia como parte de las transiciones energéticas implica un aumento significativo de la demanda de minerales”, sentencia la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en un informe ‘ad hoc’ sobre la cuestión. La necesidad de minerales metálicos y tierras raras se duplicará con las políticas actuales hasta 2040, se cuadruplicará con una mayor apuesta hacia la sostenibilidad y se multiplicará por seis si se pretende llegar al objetivo global net-zero (neutro en carbono), según el organismo.

Las cotizaciones están reaccionando a estos escenarios. El oro, cuyo uso está más asociado a la joyería y menos a la industria, sube un 5,6% en el último mes, aunque cae un 3% en 2021. También en los últimos 30 días, la plata está disparada (+10%), al igual que el cobre (+17%), el platino (+5,3%), el paladio (+13%), el aluminio (+11%), zinc (+5,5%), plomo (+12%) y níquel (+6%). El último en llegar ha sido el mineral de hierro, que marca récords históricos por encima de los 1.300 yuanes (206 dólares) por tonelada en China, debido a la incertidumbre sobre el aprovisionamiento y la capacidad de producción. Las consecuencias están comenzando a traducirse en aumentos de los costes y presión en los márgenes empresariales. 

Siemens Gamesa, líder mundial de la energía eólica, ha sido una de las primeras compañías en citar estos sobreprecios como lastre para sus cuentas. Los inversores han castigado sus acciones desde hace dos semanas porque se confirma la tesis de que los proyectores de energías renovables tendrán más difícil alcanzar la rentabilidad. También en la bolsa española, otras empresas que se dedican a construir e instalar parques eólicos o fotovoltaicos, como Soltec, Solaria, Grenergy o Solarpack, registran desplomes en 2021 del 30% al 40% en bolsa.

Si la vieja industria ya era una gran consumidora de metales, las nuevos sectores vinculados a la transición verde se han convertido en voraces consumidores de este tipo de materiales, entrando en competencia y encareciendo más los precios. Bank of America ve demasiadas fricciones como para que se calme el actual escenario. "Estamos de acuerdo en que el mercado del cobre sigue siendo tensionado, con inventarios medidos en toneladas que ahora se encuentran en los niveles de hace 15 años, lo que implica que las existencias cubren solo 3,3 semanas de demanda. El telón de fondo fundamental es tan preocupante porque la economía global justo ahora está comenzando a abrirse y reflacionarse", apuntan.

Primero, la AIE señala a los vehículos eléctricos y las baterías de almacenamiento como “fuerzas importantes” que dan envergadura a este movimiento. “El litio experimentará el crecimiento más rápido, con un aumento de la demanda de más de 40 veces para 2040, seguido por el grafito, cobalto y níquel (alrededor de 20-25 veces). La expansión de las redes eléctricas significa que la demanda de cobre para las líneas de la red se duplicará en el mismo período”, advierte la agencia.

En segundo lugar, las energías limpias constituyen el otro gran motor. La demanda de minerales metálicos desde el sector se triplicará para el 2040, según la AIE. “La energía eólica ha tomado la delantera, reforzada por la energía eólica marina que consume muchos más materiales. La energía solar fotovoltaica les sigue de cerca, debido al gran volumen de capacidad que se agrega. En cambio, la energía hidroeléctrica, la biomasa y la energía nuclear hacen contribuciones menores dadas sus necesidades minerales comparativamente menores. En otros sectores, el rápido crecimiento del hidrógeno como portador de energía sustenta un importante crecimiento en la demanda de níquel y circonio para electrolizadores y de metales del grupo del platino para pilas de combustible”, apunta el informe.

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