El sector pincha en bolsa

La burbuja 'verde' encara a su némesis: la escalada en la rentabilidad de la deuda

La entrada de fondos de inversión, petroleras y otras compañías distorsiona los precios de los proyectos de renovables, disminuye su rentabilidad y comienza a generar dudas sobre las valoraciones en bolsa.

La transición energética se ha convertido en la temática de moda entre los inversores.
La transición energética se ha convertido en la temática de moda entre los inversores.
Pixabay

Dos de los mayores grupos de energía renovable en España, entre los mayores del mundo, acaban de levantar la bandera roja ante la situación de su sector: hay competidores que miran poco por la sostenibilidad [económica] de los proyectos. El primer ejecutivo de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y el de Endesa, José Bogas, han mentado la temida palabra "burbuja" a la hora de referirse a las valoraciones en su sector, tanto por las subastas de renovables como por el aluvión de salidas a bolsa de competidores como Capital Energy, Acciona Energía o Repsol Renovables.

No son los únicos. Algunas casas de análisis señalan a la némesis del sector: la escalada de las rentabilidades de los bonos, que actúan como referencia y prisma para valorar las acciones y activos alternativos financiados con deuda. “El vertiginoso repunte de las energías limpias muestra signos de debilidad. De hecho, el entusiasmo de los inversores aparentemente sobreestimó el potencial de crecimiento y pasó por alto desafíos como la feroz competencia y la presión de los márgenes”, señala Norbet Rücker, economista del banco suizo Julius Baer. En un comentario sobre el sector de las renovables alerta sobre "las elevadas valoraciones" y "más reveses" después de que índices de referencia, como el índice S&P Global Clean Energy, haya bajado más de un 15% desde sus máximos.

"Las acciones de energías limpias están perdiendo brillo, tienen un rendimiento inferior y registran entradas más lentas en medio de los crecientes temores de una burbuja”. Barclays

Buena parte del viraje bajista en las acciones de renovables se explica por el aumento en paralelo de las rentabilidades de la deuda, que actúa como referencia de valoración pero también de los futuros costes para las empresas a la hora de obtener capital para sus proyectos de renovables. 

En este sentido, la agencia Fitch advierte que es una tendencia que no ha hecho sino empezar. “Es probable que los rendimientos de los bonos estadounidenses sigan aumentando a medio plazo. El aumento debe ser gradual, con rendimientos a 10 años regresando al 2% durante los próximos dos o tres años, pero existen riesgos de una corrección más rápida”, apuntan en un informe sobre la evolución de la deuda.

“Las inversiones como coberturas de inflación, como las materias primas y las acciones ‘value’ están experimentando entradas, mientras que el oro se vende a medida que suben las tasas reales. A pesar de la estabilidad de los flujos de inversión en ESG (sostenibles), las acciones de energía limpia están perdiendo brillo, tienen un rendimiento inferior y registran entradas más lentas en medio de los crecientes temores de una burbuja”, alertan los analistas de Barclays capitaneados por Emmanuel Cau.

En opinión de Rücker, el negocio de las energías limpias es muy competitivo y no deben subestimarse los desafíos para lograr beneficios sostenibles. En concreto, no se trata tanto de la necesidad de capital sino de la capacidad para obtener permisos para las instalaciones. 

Por tanto, el estímulo verde tiene sus límites. Mientras tanto, las importantes entradas de capital, en parte aumentadas por los grandes capitales del petróleo, inflan los precios pagados por los proyectos y viceversa presionan las tasas de rendimiento hacia un dígito medio. Por supuesto, algunas empresas tienen su ventaja en términos de conocimientos y escala, pero en promedio, el negocio de la energía limpia se enfrenta a una presión de margen”, augura Rücker.

El contraataque de los 'petrodólares'

El experto apunta a la última subasta de energía eólica marina del Reino Unido como un ejemplo de la inflación de precios. Las petroleras BP y Total se adjudicaron la mayor parte de los 8GW de nueva potencia offshore por 8.800 millones de libras (10.300 millones de euros) en consorcio con operadores eléctricos como EnBW. Los analistas de BNP calificaron como un “ticket muy caro” para BP el precio pagado por su primera incursión en la eólica del mar. Por su parte, Barclays advierte del “enorme aumento de costes” de la subasta y esto “interpondrá barreras” para los actores tradicionales como Iberdrola y Orsted.

El propio Galán (Iberdrola) criticó este miércoles el posicionamiento de las petroleras en el sector de las renovables porque están generando inflación de precios. “Deben aclarar su posición, ya que no pueden pagar precios elevados en las subastas de eólica marina y decir después que hay una burbuja en el sector. Igual eso mismo lo han generado ellos. Si hacen esas locuras, tendrán que responder ante sus accionistas", lamentó,

“El fuerte crecimiento de la generación de energía limpia ejerce presión sobre los precios de la energía a más largo plazo y acorta la duración de los nuevos acuerdos de compra de energía firmados. La exposición de los productores de energía a la volatilidad de los precios aumenta, lo que socava la estabilidad del modelo comercial”, advierten en Julius Baer

En este sentido, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, también habló de “burbuja” ante el aluvión de próximas salidas a bolsa, sobre todo, tras los resultados de las últimas subastas de renovables en España, que arrojaron un precio de 25 euros/MWh. “A mí me han sorprendido estos precios, ya que en nuestros números pensábamos en solar entre unos 32-35 euros y en eólica entre unos 38-40 euros para la vida de las instalaciones", aseguró al tiempo que apuntó a la próxima oleada de salidas a bolsa como una burbuja: “Hay compañías que pretenden extraer valor del sistema y no aportar valor", aseguró en la presentación de resultados de 2020.

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