La lira, en mínimos históricos

La enésima 'cacería' de Erdogan sobre su banco central agua la fiesta a BBVA

La caída de la divisa turca arrastra en bolsa al banco que lidera Onur Genç por quinta jornada consecutiva, acaba con la euforia que rodeaba a la entidad tras el pago de dividendo y la futura recompra de acciones.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, participa en un acto político de su partido en Ankara.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
EFE

Turquía sigue siendo fuente de problemas para BBVA al hilo del desplome de la lira turca, que afecta a algo más del 8% de su balance por la participación de control que aún mantiene en su filial Garanti. El recrudecimiento de la crisis del país euroasiático ha puesto fin a la luna de miel del banco español con sus accionistas después de retomar el pago del dividendo el pasado 12 de octubre y en la antesala de emprender el mayor plan de recompra de acciones de su historia por un importe que podría rondar los 3.000 millones de euros, aunque se encuentra bajo análisis y todavía no tiene fecha ni importe oficial.

El momento dulce de BBVA en bolsa le llevó a recuperar los 6 euros por acción y el nivel de los 40.000 millones de euros de capitalización por primera vez desde 2018. Sin embargo, más de un inversor ha perdido la paciencia y la entidad enlaza cinco jornadas consecutivas en ‘números rojos’. En esta última semana ha perdido un 6,6% de su valoración, mientras que la lira turca se ha depreciado un 2,5% hasta nuevos mínimos históricos frente al euro (0,093 liras) y el dólar (0,108 unidades). En lo que va de 2021 ya se ha depreciado más del 22%, porcentaje que se amplía hasta el 69% desde que se reforzó el poder presidencial con el referéndum de abril de 2017.

Los inversores han vuelto a mirar a Turquía, el talón de Aquiles de la entidad bancaria española. El último terremoto en la estabilidad financiera del país tuvo su epicentro en el palacio Çankaya en Ankara tras la reunión del pasado miércoles entre el presidente de la República, Recep Tayyip Erdogan, y el responsable del banco central del país, Şahap Kavcıoğlu. El encuentro se saldó con la destitución vía decreto presidencial de tres altos cargos de la autoridad monetaria que eran críticos con las injerencias a la independencia del banco central y reacios a la última decisión del instituto emisor de bajar los tipos de interés pese a las presiones inflacionistas.

Semih Tumen, vicegobernador, era uno de los candidatos a suceder a Kavcıoğlu al frente del banco central y era reacio al nuevo rumbo de la política monetaria. También fue cesado de forma fulminante Abdullah Yavas, miembro del comité de política monetaria y uno de los economistas más influyentes de la institución pese a que reside y trabaja como académico en EEUU. Pero ha sido el tercer despido de Erdogan el más llamativo. Se trata de Ugur Namik Kucuk, ex economista del Garanti (BBVA) hasta 2016 y cercano al actual consejero delegado de BBVA, Onur Genç.

La entidad española pierde así uno de los contactos de alto nivel e hilo directo con el banco central turco para obtener información de primera mano sobre la marcha del país. El pecado de Kucuk fue oponerse a la política de venta de reservas de divisa extranjera emprendida por el banco central en 2019 bajo la presión de Erdogan, pero su voto en contra de la última decisión de bajar los tipos de interés fue la gota que colmó el vaso. El pasado 23 de septiembre, Turquía abarató el interés oficial del dinero del 19% al 18%, una medida que una amplia mayoría de expertos calificaron como contraproducente debido a que la inflación está creciendo a ritmos cercanos al 20%. De nuevo, Erdogan 'apadrinó' esta decisión.

Inestabilidad continua desde 2017

Hakan Kara, ex economista jefe del banco central turco hasta que fue destituido en 2019, dijo a 'Financial Times' que no quedaba "ningún rastro de memoria institucional" en el comité de política monetaria después de los tres ceses, pero lamentó resignado que "ya no era necesario de todos modos" porque las decisiones sobre los tipos de interés ya no las toma el banco en clara referencia al control político de la autoridad monetaria. Erdem Başçı, que gobernó la institución de 2011 a 2016, fue el último banquero central en completar su mandato y sobrevivir a Erdogan.

Desde que reforzó su poder en abril de 2017 con la conversión en sistema presidencialista en lugar de parlamentario, los turcos han visto cómo la cotización de su moneda se ha derrumbado en sucesivas crisis que le han llevado a perder más de dos tercios de su valor. Casi todos estos episodios han estado marcados por los golpes de poder de Erdogan sobre el banco central, como el sucedido en marzo de este año con el cese fulminante del anterior gobernador Naci Agbal. No fue el primero ni parece que será el último. La lista de caídos a manos de Erdogan comienza a ser alargada. Murat Uysal (noviembre de 2020) y Murat Çetinkaya (julio de 2019) fueron los anteriores en ser destituidos al frente del banco central -y borrado todo rastro en su web- tras hacer caso omiso al dictado presidencial. 

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