Bolsas y petróleo, en mínimos

Caos bursátil ante la ofensiva de tipos de los bancos centrales en plena recesión

El coste de la deuda se dispara ante la agresividad monetaria y arrastra a la baja las valoraciones de las bolsas, que vuelven a niveles no vistos desde el anuncio de la vacuna de Pfizer contra el Covid-19.

Gráfico Ibex 24 de septiembre
Caos bursátil ante la ofensiva de tipos de los bancos centrales en plena recesión. 
Nerea de Bilbao (Infografía)

El 9 de noviembre de 2020, la farmacéutica Pfizer anunció su vacuna contra la Covid-19 que supuso el punto de inflexión para el sentimiento inversor durante la pandemia. En concreto, el Ibex 35, uno de los índices más castigados aquel año, experimentó la mayor recuperación de su historia ese mes. Ahora, casi dos años después, la bolsa española ha vuelto a los niveles de entonces en medio del caos generado por la ofensiva monetaria de los bancos centrales para combatir la inflación justo cuando llega la recesión.

Termina una semana de ventas generalizadas en toda clases de activos. Desde los bonos -cuya caída de precios aumenta las rentabilidades- a la bolsa, pasando por las materias primas y hasta las cripto. Cualquier cotización se derrite ante el aumento de los intereses porque las valoraciones se deshinchan conforme las autoridades monetarias suben tipos, pero a la vez drenan los excesos de liquidez del mercado al reducir sus balances. 

¿Qué ocurrió en las bolsas? El Ibex 35 bajó un 2,4% este viernes y un 5% semanal para cerrar por debajo de los 7.600 puntos, su punto más bajo desde noviembre de 2020. Las pérdidas en 2022 se elevan al 14%. El Dax alemán bajó un 2% en la sesión y un 3,6% semanal, el Cac 40 francés un 2,3% y un 4,8%. El Mib italiano cedió un 3,1% en el día y un 4,5% en la semana previa a la celebración de elecciones generales en el país. Wall Street no se quedó a la zaga con descensos del 1,6% en la sesión y más del 4% de lunes a viernes.

¿Y en la deuda? El crash de la renta fija volvió a escribir un nuevo capítulo de su triste historia este año. Las ventas reaparecieron por doquier y los rendimientos, que se mueven de forma inversa al precio, se volvieron a elevar. El interés del bono a 10 años en España alcanzó el 3,2%, nuevo máximo desde marzo de 2014, mientras que el bund alemán a ese plazo cruzaba el 2% por primera vez desde 2011. La referencia sin riesgo de la deuda soberana europea está escalando incluso más que sus pares del euro.

Ni siquiera aguantó a los cánticos de tipos y recesión el precio del petróleo, hasta la fecha en tensión por los grandes productores alrededor de la OPEP+ como Arabia Saudí y la propia Rusia. El barril de Brent, de seguimiento en Europa, se desplomó un 4,1% este viernes, hasta 86  dólares, mientras que el Texas (WTI) resbaló a 78 dólares, su nivel más bajo desde enero. El gas Henry Hub americano bajó un 3,6%, hasta 6,8 dólares/mmBtu, mientras que el TTF europeo se situó en los 185 euros/MWh, un 1% menos.

Los mercados extienden en el final de septiembre la línea descendente que comenzaron a dibujar en Jackson Hole, cuando Jerome Powell emitió de nuevo su particular juramento contra la inflación que se ha confirmado este miércoles. La histórica subida de tipos de 0,75 puntos de la Reserva Federal (Fed), la tercera consecutiva de esa magnitud, unida a la orientación de otras dos subidas más de 0,5 puntos este año sentaron como un jarro de agua fría a los inversores, que esperaban menor agresividad en los planteamientos. 

"El presidente Powell fue más 'hawkish' de lo esperado, dejando claro que quiere llevar los tipos a un territorio restrictivo para controlar el aumento de los precios. Esto implica que aumentaron las previsiones de desempleo para este año, 2023 y 2024, que en cualquier caso están por encima de las proyecciones a largo plazo de la Fed. Por otro lado, se rebajaron las previsiones de crecimiento económico", resumen desde Amundi

"Los mercados reaccionaron en modo risk-off (aversión al riesgo), con la renta variable cayendo debido a la preocupación por el crecimiento y el dólar subiendo en un movimiento de huida hacia la calidad. Además, la curva de rendimiento se invirtió, a medida que aumentaron las yields de los bonos a dos años, sensibles a la política monetaria, y los rendimientos de los bonos a 10 años cayeron marginalmente", argumentan en la gestora francesa. 

Suecia (1 punto), Noruega (0,5), Reino Unido (0,5 puntos) y Suiza (0,75 puntos) han replicado de forma simultánea el último movimiento de la Fed y dejan obsoleto el realizado por el BCE el pasado 8 de septiembre. De hecho, si atendemos a los índices Euríbor, el mercado interbancario está descontando un salto de hasta 100 puntos básicos para la siguiente reunión, según los expertos. Pero ni siquiera ese futurible ha sido suficiente para sostener la cotización del euro frente al dólar, cuyo cambio ha caído esta semana por debajo de 0,98 unidades y marca nuevos mínimos de dos décadas. La fortaleza del billete estadounidense se ha convertido además en un aliado de la Fed en su lucha contra la inflación y en un enemigo del BCE en la suya.

Mostrar comentarios