Es la gran fortuna emergente en la bolsa en el último lustro. Hijo de leoneses, oriundo de México y afincado en Madrid, Carlos Fernández González es una de los inversores más influyentes en el Ibex 35, ya no solo por sus contactos sino también por el tamaño de su fortuna. Atesora ya cerca de 3.000 millones de euros en acciones de Colonial, Santander, Prisa y Amrest, un 43% más que hace tan solo doce meses.
Se convirtió en uno de los refuerzos sorpresa que incorporó Ana Botín al consejo de Banco Santander cuando asumió la presidencia del banco en 2014. También fue miembro del órgano de gobierno de Bolsas y Mercados (BME) hasta abril de 2018, meses antes de protagonizar su gran ‘pelotazo’ en la misma Plaza de la Lealtad. Fue con el debut en el mercado de BME de Amrest Holding, dueño de La Tagliatella, Baco y franquiciador europeo de KFC o Pizza Hut, cuando la dimensión de esta fortuna mexicana se ha hecho más que visible.
Aquella colocación supuso el traspaso, vía listing (cotización directa sin venta de acciones en una OPV), de Amrest desde la bolsa polaca, donde cotiza en zlotys, a la española en euros. Las empresa de restaurantes vale hoy 2.600 millones de euros frente a los 1.900 millones de su debut. En apenas 14 meses, Fernández ha elevado su participación desde el 56% al 67% de Amrest, un paquete valorado en 1.750 millones.
Fernández González es la cabeza detrás Finaccess Capital, el holding financiero que se alimentó con la venta de Cervezas Modelo a AnBev. En los dominios de la cerveza coronita escaló desde director de operaciones (COO) a consejero delegado (CEO) y presidente entre 1993 y 2013 cuando se vendió por 15.000 millones de euros a la mayor empresa del sector.
Sobrino de uno de los fundadores de Modelo, el leonés Antonino Fernández, y casado con Lucrecia Aramburuzabala, otra de las herederas de Modelo junto a su hermana Mariasun, presidenta de Tresalia Capital y antigua accionista de Banco Popular hasta su traspaso al Santander. Fernández llevó las riendas del imperio de la cerveza hasta su venta hace siete años, Desde entonces, el olfato de Carlos Fernández le ha llevado a diversificar su fortuna desde el sector financiero a la restauración al sector inmobiliario, con especial foco en España, donde reside.
A través Finacces, el ejecutivo mexicano de 53 años comenzó a construir en 2016 otra de sus grandes operaciones en la bolsa española, mientras era consejero a la vez del Santander y de BME. Fernández impulsó la agrupación de toda su cartera inmobiliaria y se la vendió a Colonial a cambio de un 8% del capital de la empresa catalana.
El imperio Colonial y aventura en Nueva Zelanda
No se quedó ahí. Desde que entró en el consejo de la antigua filial de La Caixa, el mexicano fue uno de los impulsores de la transformación de la empresa en socimi, de la opa sobre Axiare y de la ampliación de capital que tuvo que realizar en 2017 para comprarla. De hecho se quedó dos de cada tres acciones en aquella emisión. Fue hace dos años cuando elevó su posición por encima del 18% que mantiene en la actualidad, pero ha sido ahora con la escalada de Colonial hasta el trono en bolsa de las socimis españolas, con 6.000 millones de euros, cuando el valor de su participación ha superado por primera vez los 1.000 millones de euros.
Más allá del sector inmobiliario, Fernández González sigue siendo miembro del consejo de administración de Prisa, la editora de El País, Cinco Días y As, donde mantiene un 5% del capital valorado en unos 50 millones de euros. Hasta hace pocos meses fue también consejero de Banco Santander, donde mantenía una de las mayores carteras de acciones del banco con el 0,11% del capital, más que la propia presidenta, Ana Botín. Junto al mismo equipo de confianza que le acompaña en Amrest (José Pares, Luis Álvarez, Emilio Fullaondo) está levantando otro emporio de restaurantes en las antípodas, en concreto, en Nueva Zelanda. Desde mediados de 2019, el 'cerebro' de Finaccess ha puesto sus energías en hacerse con Restaurants Brands New Zealand, el operador en Oceanía de KFC y Pizza Hut, que vale también cerca de 1.000 millones.
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