Apenas un kilómetro separa el nuevo cuartel general en Madrid del magnate de las telecomunicaciones mexicano de la sede de su rival Telefónica en Las Tablas. Carlos Slim Helú acaba de dar un paso decisivo para consolidar su presencia en España con la creación de una sociedad a la que ha dotado de inicio con 262 millones de euros. El nuevo vehículo mercantil (Finver Inversiones 2020) nace con el fin de realizar actividades de holding, hacer paraguas a sus participadas en España y a sus nuevas inversiones.
La mayor fortuna de México ha construido un imperio en España durante el último lustro, cuya valoración se sitúa ya en torno a los 4.000 millones de euros. Abarca participaciones de control como el 74,1% en la constructora y concesionaria FCC, el 73,3% en la inmobiliaria Realia y otras participaciones destacadas como el 4,3% en el grupo de medios Prisa (editor de El País o la cadena Ser), así como en las promotoras inmobiliarias Quabit (3%) -que acaba de iniciar el proceso de fusión con Neinor Homes- y Metrovacesa (5,5%), donde comparte accionariado con Banco Santander y BBVA.
El empresario cuenta también con un importante activo patrimonial fuera de la lupa de los mercados a través de Soinmob Inmobiliaria Española. Controla con esta sociedad el 64% que controla en el club de fútbol Real Oviedo, que tiene valorado en apenas 10 millones de euros, según las cuentas de 2019. No ha resultado una buena inversión en términos financieros, ya que ha invertido cerca del doble de esa cantidad para cubrir las pérdidas del equipo en media docena de ampliaciones de capital desde que entró en 2012.
El principal negocio de Soinmob es otro. Se trata de Jezzine Uno, una sociedad que se nutra de las rentas que generan más de 400 oficinas e inmuebles que compró en 2012 a Caixabank. Slim llegó a un acuerdo de sale & leaseback (venta y permanencia con alquiler) con la entidad bancaria hace ocho años en la que fue su primera gran inversión en España tras un desembolso de 428 millones de euros.
Todas las acciones de Soinmob están pignoradas (hipotecadas) a favor del banco que dirige Gonzalo Gortázar para respaldar un contrato de crédito de 420 millones de euros que renovó por última vez en febrero de 2019. Dicho de otro modo, en el hipotético e improbable caso de impago de este préstamo, el futuro Caixabank-Bankia podría pasar a ser el dueño del Oviedo. Slim, no obstante, tiene recursos para evitarlo. El pasado mes de noviembre volvió a inyectar 20,5 millones de euros en Soinmob para reforzar su balance tras las sucesivas inyecciones de dinero en el cuadro asturiano.
En esas fechas se constituyó sigilosamente Finver Inversiones 2020, aunque no fue hasta último día hábil del pasado ejercicio (30 de diciembre) cuando Slim suscribió una ampliación de capital de 262 millones de euros, que convierten a esta sociedad en el punto de partida de sus próximos movimientos en España. No fue posible obtener comentarios de Carso o FCC al cierre de esta edición sobre los motivos que han llevado al grupo a movilizar esta nueva montaña de dinero hacia el holding.
El consejo de administración de la sociedad está conformado por su guardia petroriana a la hora de mover su dinero y decidir en qué sectores o empresa se involucra el dueño de América Móvil. Finver está presidido por Alfonso Salem, sobrino de Carlos Slim y mano derecha en la gestión de negocios inmobiliarios como responsable de Inmuebles Carso.
También está en el consejo su nieto Rodrigo Hajj y sus dos ejecutivos de referencia: Pablo Colio, consejero delegado de FCC tras relevar a Carlos Jarque, y el todavía joven talento Gerardo Kuri Kaufman, que ocupa la misma posición en Realia y está considerado como el ejecutivo más prometedor de Grupo Carso con apenas 36 años de edad. Está presente en los consejos de empresas como Telesites, FCC, Minera Frisco o Philip Morris.
El movimiento para consolidar sus inversiones en España a través de Finver coincide con una nueva apuesta de los Slim en el sector energético. Según informa 'El Financiero', la mayor fortuna de México ha tomado el control de la refinería PBF Energy y el gestor de oleoductos PBF Logistics tras invertir más de 230 millones de dólares (unos 190 millones de euros). Las acciones de ambas compañías se habían desplomado cerca del 50% como consecuencia de la crisis del Covid-19 y las nuevas perspectivas del sector petrolero.
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