Crecimiento del 15% en ingresos

Cellnex firma con Bouygues un acuerdo de 1.000 millones para el 5G en Francia

Tobías Martínez y el consejo de Cellnex en la Junta de Accionistas de 2019.
Tobías Martínez y el consejo de Cellnex en la Junta de Accionistas de 2019.
L. I.

Cellnex Telecom, la operadora española de torres de telecomunicaciones controlada por la familia Benetton, suma y sigue en su proceso de expansión. El operador de telecomunicaciones inalámbricas ha sellado un pacto con la gala Bouygues Telecom para desplegar una red nacional de fibra óptica en Francia que acelere el despliegue del 5G en el país galo.

La inversión prevista hasta 2027 alcanzará los 1.000 millones de euros, que se destinarán al despliegue de una red de hasta 31.500 kilómetros y que servirá para interconectar las torres de telecomunicaciones que dan servicio a la firma del país vecino –de las cuales 5.000 pertenecen y son operadas por Cellnex-.

Las dos compañías crearán una sociedad de la que Cellnex poseerá el 51% del capital y Bouygues Telecom el 49% restante y en la que la empresa capitaneada por Tobías Martínez mantendrá el 100% de los derechos económicos, tal y como ha confirmado Cellnex en un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Con esta operación anunciada hoy, la cotizada española continúa con su plan de diversificación, para pasar de ser una 'torrera' -gestora de torres para operadoras de telecomunicaciones- a un gigante de servicios más allá del alquiler de estos activos. Es decir, no sólo pondrá a disposición de la operadora francesa de manera prioritaria -y a otras compañías- los emplazamientos sino también la red de fibra hasta las antenas, con el objetivo de dar cobertura a velocidades ultrarrápidas de la nueva 5G.

"El acuerdo para desplegar un auténtico anillo de fibra en Francia que interconecte a distintos elementos clave para el ecosistema fijo y móvil  desde las torres, hasta los centros de proceso de datos distribuidos en la red –edge computing-, pasando por las 'small cells' es la apuesta por un modelo de colaboración holístico con nuestros clientes clave, que permita una planificación y ejecución eficiente de las redes de infraestructuras de telecomunicaciones", asegura el CEO español.

Según Tobías Martinez con esta operación Cellnex refuerza su "relación de partenariado estratégico y a largo plazo con Bouygues Telecom, una relación que se fraguó en 2016 con nuestro primer acuerdo y que desde entonces no ha hecho más que crecer y consolidarse". La compañía francesa está controlada en un 21% por la familia Bouygues y en un 7% por los propios empleados. Amundi, la gestora francesa de Crédit Agricole, tiene el 11% del capital.

Bouygues Telecom será el principal cliente (anchor tenant) de esta nueva red mediante un contrato de 35 años que amplía el 'backlog' –ventas futuras contratadas—de Cellnex en 4.000 millones de euros, hasta un total de 44.000 millones. "Una vez desplegada por completo la red y las “metropolitan offices”, el ebitda generado por la nueva compañía alcanzará los 80 millones de euros", estima la empresa.

Desde 2016 Cellnex ha ejecutado o comprometido más de 4.300 millones de euros de inversión en operaciones de crecimiento en Francia, a los que ahora se suman los 1.000 millones de euros con Bouygues. En mayo de 2019, Cellnex cerró un acuerdo, en este caso con Free, el operador móvil controlado por Iliad, para integrar 5.700 emplazamientos en Francia. El acuerdo también prevé el despliegue de 2.500 nuevos emplazamientos para este operador móvil hasta 2027.

Con una revalorización del 23,8% en lo que va de año (con datos a cierre del martes), la firma catalana vuelve a repetir como el valor más alcista del Ibex 35 en lo que va de año. El pasado ejercicio llegó a duplicar prácticamente su valor, pese a que realizó al mismo tiempo dos ampliaciones de capital que diluyeron su valor.

Las cifras de 2019

Al margen de esta operación corporativa, que marca un antes y un después en el modelo de la compañía, ésta ha mostrado los resultados de todo el ejercicio 2019 donde los ingresos de explotación han crecido un 15% hasta superar la barrera de los 1.000 millones de euros, con un Ebitda ajustado de 686 millones (un 16% más).

Pese a ese crecimiento, la compañía ha mantenido los números rojos en su cuenta de resultados, aunque más bajos que los del año anterior. En total ha perdido 9 millones de euros, debido principalmente al aumento de los intereses financieros. Cerró con una deuda neta de 2.900 millones de euros, lo que supone 4,2 veces su Ebitda ajustado.

¿Y para 2020? Básicamente, espera un crecimiento de más del 40% en el Ebitda ajustado hasta superar los 1.065 millones de euros y un incremento de más del 50% del flujo de caja. Todas estas cifras no cuentan la inclusión de la británica Arqiva, cuya adquisición está siendo analizada a fondo por el regulador de la competencia de ese país.

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