La escalada de la tensión entre Estados Unidos e Irán ha hecho que los inversores apuesten mayoritariamente por las ventas al cierre de la semana en Asia. El New York Times asegura que Donald Trump dio orden ayer de llevar a cabo una ofensiva aérea contra Teherán, como respuesta al ataque a un dron de su país, pero dio marcha atrás en el último momento. La noticia disparó el precio del petróleo ligero West Texas, de referencia en EEUU, cerca del 6%, por encima de los 56 dólares por barril y los del barril de Brent para entrega en agosto por encima de 64 dólares. Todo en una jornada de cuádruple hora bruja, con vencimiento de opciones y futuros sobre índices y acciones, que hace prever una notable volatilidad.
Washington ha prohibido, además, a las aerolíneas comerciales volar sobre Irán. Todo ello, sumado a la incertidumbre alrededor de la guerra comercial se traduce en ventas, que son más acusadas en el caso del Nikkei de Tokio (-0,94%) y del China A50 (-0,7%). El Hang Seng de Hong Kong se deja alrededor de medio punto, mientras que el Kospi surcoreano retrocede cuatro décimas.
En las últimas horas Apple ha advertido al Gobierno de su país que los planes para extender los aranceles a las importaciones de otros 300.000 millones de productos chinos serían "contraproducentes" y podrían dañar sus contribuciones al Tesoro de EEUU e "inclinar el campo de juego a favor de sus competidores globales".
En el mercado de divisas, el dólar sigue reflejando la posibilidad de que la Reserva Federal aplique una rebaja de los tipos de interés en el corto plazo. Así, desciende a niveles de mayo desde sus máximos anuales en el cruce frente al yuan chino (hasta 6,8617 unidades); mientras que se deprecia en su cambio frente al yen japonés hasta 107,125 unidades, su nivel más bajo en lo que llevamos de año.
Sin embargo este leve pinchazo en Asia no empaña el hecho de que el S&P 500 cerrara anoche en Nueva York marcando un nuevo máximo histórico y que el Dow Jones se quedara muy cerca de hacerlo. "Los inversores se muestran ahora algo más positivos con la renta variable al descontar que los bancos centrales están dispuestos a apoyar la economía con nuevas actuaciones en materia de política monetaria", apunta Juan J. Fernández Figares, responsable de análisis de Link Securities.
A lo anterior sumamos la posibilidad de que EEUU y China retomen las interrumpidas negociaciones comerciales antes de la cumbre del G20 que se celebrará la próxima semana en Japón, que según los analistas ha propiciado cierto apetito por el riesgo.
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