Por la Covid-19

El cobre se erige como la alternativa al oro para protegerse ante la volatilidad

La dinámica que ha trazado esta ‘commodity’ ha sido la de un rebote sólido desde los mínimos que cosechó el pasado 19 de marzo. 

El mejor gurú económico es el cobre: el único metal infalible en prever crisis
El cobre se erige como la alternativa al oro para protegerse ante la volatilidad

A diferencia del oro, el precio del cobre sigue teniendo gran relación con la oferta y demanda mundial en el mercado de las materias primas. A medida que la actividad económica se quedó paralizada como consecuencia del Covid-19, se acumuló un superávit. De ahí que los expertos ahora destaquen el recorrido que le puede quedar al metal ante un esquema bastante incierto y que pueda erigirse como la alternativa en la que refugiarse de cara a final de año.

La dinámica que ha trazado esta ‘commodity’ ha sido la de un rebote sólido desde los mínimos que cosechó el pasado 19 de marzo. El aumento interanual se atribuyó a la débil demanda marítima causada por la propagación de la pandemia más allá de China y la recuperación de la demanda interna.

“Aunque las importaciones de cobre cayeron ligeramente por debajo del nivel del mes anterior en 436.000 toneladas, se incrementaron un 21% con respecto al mismo periodo del año anterior”, tal y como describen los analistas de Commerzbank. En este sentido, las importaciones chinas de cobre en términos brutos aumentaron en mayo un 21,1% interanual, aunque, eso sí, descendieron un 5,5% desde abril hasta las 436.031 toneladas, según S&P Global Platts.

Teniendo en cuenta este escenario tan ajetreado en el ámbito comercial, la duda es si desde el punto de vista de la inversión el cobre puede tener atractivo de aquí al final del ejercicio. A este respecto Thomas Rutland, analista especialista en cobre de S&P Global espera que los cierres de minas (causados por los confinamientos) y la reanudación posterior, aunque gradual, de la actividad económica se traduzca en que “el stock de cobre no aumente”. Un factor que seguiría “impulsando al alza al metal próximamente” y que sirve de alternativa para las carteras para “sortear la volatilidad”. 

Tal y como describe Mobeen Tahir, director de análisis de WisdomTree, la economía global está emergiendo gradualmente del shock agudo a principios de año, lo que hace que algunos inversores puedan considerar que “la recuperación cíclica se haya valorado en ciertos activos”. Por tanto, el planteamiento que hay que hacerse es responder qué clase de activo se beneficiaría de un repunte económico y actuar como escudo protector. A su modo de ver, “el mejor posicionado es el cobre”. 

El experto de WisdomTree asegura que no todos los activos cíclicos se mueven en conjunto. El cobre se alinea más estrechamente con las acciones de los mercados emergentes. Y es que China representa alrededor de la mitad de la demanda mundial de esta materia prima y tiene un peso de casi el 40% en el índice MSCI Emerging Markets. Es por eso por lo que el recorrido del cobre está bastante correlacionado con el comportamiento de países como el gigante asiático y de sus perspectivas económicas. 

Con la vuelta gradual a la normalidad de China, que fue la primera en soportar la pandemia y la que salió antes de ella, la mayoría de los analistas espera que 2020 sea un año doloroso para el crecimiento económico. De hecho, el propio gobierno chino lo ha reconocido, dejando de lado la previsión de crecimiento del 6% de su PIB para este año. 

El mayor repunte  ligado al coche eléctrico y el 5G

Con todo, los PMI manufactureros trazan una imagen que, quizá, pueda ser prometedora para una recuperación económica en ciernes. A medida que mejoren las perspectivas de las fábricas, “se incrementará la demanda de cobre”, analiza Tahir.

Asimismo, el primer ministro chino, Li Keqiang, presentó recientemente un paquete fiscal de 853.000 millones de dólares. Un plan que incluye una asignación a nuevos gastos de infraestructuras, con un enfoque hacia proyectos de vehículos eléctricos y 5G. Lo llamativo es que el cobre es parte integral de ambos. 

La durabilidad, la alta conductividad y la eficiencia del cobre lo convierten en un componente “central de los vehículos eléctricos, las estaciones de carga y toda la infraestructura de soporte”, asegura Tahir. Del mismo modo, la implementación de la tecnología 5G requiere cable de fibra y cobre a través de la red. Una inversión en estas tecnologías puede “hacer despuntar aún más la demanda de este metal”, lo que se debería traducir en alzas en los mercados.

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