En plena pugna accionarial

Codere se juega su salvación en EEUU: 'all-in' con un SPAC para su filial online

La sociedad fusionada tendrá una valoración en el entorno de 294 millones de euros (350 millones de dólares), más de tres veces superior a la capitalización actual de su matriz, de 89 millones de euros.

Codere se juega su salvación en EEUU: 'all-in' con un SPAC para su filial online
Codere se juega su salvación en EEUU: 'all-in' con un SPAC para su filial online
Codere

Codere se agarra al bote salvavidas de las SPACs para tratar de garantizar su supervivencia en un momento especialmente delicado en términos económicos. El cierre de locales provocado por las restricciones para combatir la Covid-19 ha presionado al máximo al operador de juegos de azar, que ha visto reducirse su efectivo disponible a los 58,4 millones de euros -con cifras a 31 de marzo- y ha disparado su deuda total hasta los 1.061,6 millones de euros.

Ahora y para tratar de garantizar también su viabilidad a futuro, la empresa ha tomado la parte de su negocio con más potencial -y que no estaba bien valorada en bolsa sin la segregación-, la escinde en una sociedad luxemburguesa, Codere Online Luxembourg (Luxco); la fusiona con una de estas empresas de propósito especial de compra (SPACs) estadounidenses, DD3 Acquisition; y la sacará al mercado en el Nasdaq de Nueva York. Además, la nueva firma estará participada mayoritariamente por la propia Codere, que conserva la gestión de la misma. De hecho, mantendrá una participación de entre el 54% y el 73% en Codere Online, dependiendo de las amortizaciones de los inversores en la SPAC en el momento en que se ejecute la fusión.

La sociedad fusionada tendrá una valoración en el entorno de los 294 millones de euros (350 millones de dólares), es decir, más de tres veces superior a la capitalización actual de su matriz, que apenas supera los 89 millones de euros. Pese al 'rally' que su cotización experimentó el martes (+18,48%) tras hacerse pública la venta de parte de su negocio en la red, Codere todavía registra un retroceso del 41% en el acumulado del ejercicio y se mantiene aún cerca de su zona de mínimos históricos. La empresa fundada en 1980 por la familia Martínez Sampedro tocó su suelo en bolsa el pasado viernes en los 0,660 euros por título.

La suya ha sido en los últimos meses una pelea contra una coyuntura muy adversa para negocios como el suyo. Codere aprobó en el mes de marzo un plan de contingencia para tratar de preservar su liquidez y hacer frente a los eventuales cierres a causa de las medidas para atajar la expansión del virus. Al mismo tiempo, la compañía ha trabajado en la operación de refinanciación que le ha permitido extender el plazo de vencimiento de su deuda y recabar los fondos con los que encarar el golpe de la pandemia. 

De hecho, suscribió recientemente un acuerdo de reestructuración con sus principales bonistas, por el que las partes se comprometieron a apoyar la operación. También selló un acuerdo de compra de bonos para conseguir 100 millones de liquidez adicional en dos tramos. En lo que respecta a sus resultados, la cotizada no ha logrado escapar de los números rojos (registró unas pérdidas netas de 91,5 millones de euros) a causa de la crisis, del aumento de los gastos financieros y de la devaluación de sus divisas de referencia frente al dólar.

A esta situación delicada se suma la pelea en el seno de su accionariado. La reestructuración ha supuesto en la práctica un vuelco en el control del grupo, puesto que sus principales acreedores, los bonistas, toman el 95% de una sociedad matriz de nueva creación y, con ello, del total de la firma. Los fondos, que hasta ahora han mantenido el control de la compañía de juegos de azar -con Silver Point a la cabeza, con su 21,795% del capital- pasan a ostentar apenas el 5% de la nueva matriz.

El 60% del capital de Codere garantizó en su momento el visto bueno a la reestructuración, contando a los fondos Silver Point, M&G, Abrams y Contrarian. Estos se habían topado con la oposición de la familia fundadora, propietaria del 14% de la firma, que denunció en la pasada Junta General las "prisas" de estos por aprobar el acuerdo que otorgaba la empresa a los bonistas, "sin presentar a la junta una valoración de Codere que sirva de referencia a tan drástica y perjudicial propuesta".

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